lunes, 12 de abril de 2010

TOROS EN SEVILLA.- Oliva Soto estuvo a punto de abrir nuevamente la Puerta del Príncipe

TOROS EN SEVILLA.- Oliva Soto recordó los mejores tiempos de Curro Romero

Real Maestranza de Sevilla. 5º Festejo taurino de abono. Lunes 12 de abril de 2010.
FICHA DE LA CORRIDA:
Se lidiaron seis toros de los Herederos del Conde de la Maza, bien presentados y de juego variado. Destacó el segundo y, de forma especial el quinto, que fue fuertemente ovacionado en el arrastre.
Diego Urdiales, silencio tras aviso y vuelta al ruedo.
Oliva Soto, oreja y vuelta al ruedo.
Antonio Nazaré, ligeros aplauso y silencio.
La plaza registró dos tercios de entrada.
Saludaron en banderillas Javier Andana, Oscar Reyes y Víctor Saugar 'Pirri'.
Presidió la corrida Francisco Teja Delgado, con Rafael Fabra Barrena, como asesor veterinario, y Manuel Luque, como asesor artístico. Al presidente, cuando cogió la muleta Diego Urdiales, se le olvidó sacar el pañuelo para el cambio del tercio, retrasándose unos minutos el encuentro del matador de Arnedo con el toro.

Crónica del periodista Fernando Gelán

El camero Oliva Soto fue el triunfador de una tarde con desiguales consecuencias. El sevillano, especialmente en el quinto, bordó el toreo. Ya había dado frente a “Limpidado” –toro de 570 kilos--, unas extraordinarias pinceladas. Todos los tercios se fueron desarrollando conforme al reglamento y hubo hasta banderillas de lujo por parte de los subalternos. Y quedó Oliva Soto solo ante el buen morlaco. Y sacó petróleo. El camero armó el taco. Pases y repases con arte, destreza y valor para que el público se levantara de los asientos y dedicara al torero palmas por sevillanas. Dibujos perfectos. Y el delirio en los tendidos y en las gradas. Hasta las estrellas se asomaron en el cielo para gozar de la plenitud torera de Oliva Soto. Se encendieron los focos de la plaza, pero el brillo más fuerte estaba en las manos y en la cabeza del torero de Camas. Arte a espuertas de Oliva Soto, con una bella demostración de concentración, serenidad y toreo exquisito. Nos recordaba a Curro Romero, su paisano, en aquellos comienzos como matador de toros. La gente volcada con Soto. Empujándole para que llegara fino a la suerte suprema. El camero tenía ya ganada la oreja del primero y podía llegar a dos más para abrir de nuevo la Puerta del Príncipe. Pero había que liquidar con acierto a “Limpidado”, que fue una auténtica perita en dulce. Un toro bravo, a veces con cierto peligro, pero que se embebía en la muleta del camero con dulce armonía. Conjunción perfecta. Lucha firme y adecuada, llena de arte y valor entre torero y toro. Pero la guinda no llegó al remate del pastel. Oliva Soto pinchó hasta seis veces para dejar muerto al astado de la ganadería del Conde de la Maza. A pesar de este fiasco con la espada –quiso matar al toro de forma precipitada--, el matador de Camas recibió una larga ovación y forzó la vuelta al ruedo. También el buen morlaco fue ovacionado en el arrastre.

Oliva Soto llegó a Sevilla, en este lunes del ciclo continuado, con ganar de armar el alboroto. En su primero, frente a “Greñoso”, el camero ya dejó buena cuenta de sus ansias y de su porte torero. La música de Tejera sonó en su honor para adornar ambientalmente la serie finamente desarrollada por el camero. Aunque necesitó de pinchazo y estoconazo, Soto recibió una fuerte ovación, con insistente petición de oreja. Teja tardó en reaccionar y concedió lo que el público reclamaba. El de Camas, con el trofeo, dio una lucida vuelta al ruedo.

Luchó mucho Diego Urdiales frente a los duros astados del Conde de la Maza. No obstante el de Arnedo dejó buena impresión en esta primera aparición en Sevilla.
Ante el toro “Carboneroso”, Urdiales estuvo peleando en terreno peligroso y para matar a la res necesitó de más de dos toques de espada y cinco descabellos. Escuchó un aviso y el público guardó silencio. En su segundo de la tarde, el riojano estuvo más suelto y preciso y luchó con genio y casta para salir airoso del trance. Se rehizo siempre, con maestría, de los desvaríos del astado y puso temple al juego de la lidia en el albero y el público le dedicó una fuerte ovación. Urdiales saludó desde los medios y arrancó una vuelta al ruedo entre distintos criterios.

No tuvo fortuna el sevillano de Dos Hermanas, Antonio Nazaré, en este quinto festejo de abono. Le tocó en suerte, tal vez, los toros más complicados y revoltosos de la jornada. En el primero, de nombre “Caimán”, no hubo lidia abierta y concreta en ningún momento. El toro, como la histórica copla, se fue “por la barranquilla”. Nazaré escuchó leves aplausos a la voluntad.

En el que cerró plaza, tampoco tuvo suerte el torero nazareno. El “Guasanero”, un toro de 569 kilos, tenía de verdad mucha guasa. Es verdad que Soto, que con ese quinto bueno estuvo casi en un tris de abrir la Puerta del Príncipe, había puesto el listón demasiado alto. Por muchas ganas que ponía Antonio Nazaré, el toro no se dejaba engatusar. Así que en las retinas de esta tarde-noche de este lunes 12 de abril quedó el fabuloso juego torero de Oliva Soto. Muchos aficionados salían de la plaza dando pases tan ajustados y llenos de arte como los que dio el torero de Camas.

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