En este sentido, el hermano Fulgencio Martínez, presidente de CONFER, recordó que el 29 de octubre se inició el curso con la asamblea general celebrada en el colegio marista San Fernando de Sevilla. “El objetivo de este curso ha sido conocernos para ayudarnos. Religiosos en el mundo de la escuela, en las parroquias, en zonas marginadas y en redes sociales”.
Celebración de tiempos litúrgicos
El 26 de noviembre tuvo lugar la celebración del retiro de Adviento en el convento de Santo Tomás de los padres dominicos, dirigido por el sacerdote Leopoldo Antolín, de los Sagrados Corazones. En diciembre, la junta directiva de CONFER organizó el lunes 19, un ágape fraterno con nuestro el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz y el vicario episcopal para la Vida Consagrada, José Ángel Martín, en la comunidad de las hermanas de San José de la Montaña.
El retiro de Cuaresma celebrado el 25 de febrero en el convento Santo Tomás fue dirigido por una joven seglar, Ana Magdalena, profesora de la escuela de enfermería “quien disertó sobre la esencia del cristiano y el entusiasmo por Jesús que debe caracterizar a los hijos de Dios”.
“Dentro de este tiempo cuaresmal se recuperó la celebración comunitaria de la penitencia en la iglesia de los padres carmelitas. Durante el encuentro hubo celebración del sacramento de la Eucaristía y visita al museo del convento, con la guía del sacerdote Juan Dobado, prior de la comunidad”.
El 29 de abril, CONFER Sevilla celebró la Eucaristía en el santuario de la Virgen del Rocío en Almonte (Huelva), presidida por los sacerdotes Juan Antonio Lamarca y Javier Aguilera. “Compartimos la comida en el colegio marista de Huelva y por la tarde tuvimos una visita a la Rábida. Fue el prior de la fraternidad franciscana quien nos explicó y nos trasladó a la época de Cristóbal Colón”.
El presidente de CONFER --informa finalmente la Archidiócesis de Sevilla-- destacó la numerosa participación a la santa misa celebrada en la Catedral de Sevilla el 5 de febrero, con motivo de la jornada de vida religiosa.
“Quiero terminar con un canto de acción de gracias. Por supuesto a Dios y a la Virgen. Pero dar gracias también a nuestro arzobispo por su acogida, por poner a nuestra disposición las estructuras de su casa. A nuestro vicario episcopal, siempre que llamamos a su puerta está. Gracias a los medios de comunicación del arzobispado. ¡Qué equipazo! Gracias a los dominicos, a los maristas, a los carmelitas, por vuestra acogida y seguiremos llamando a vuestra puerta”. (Foto: AS).
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