El cumplimiento de las recomendaciones sanitarias para iniciar las clases no es lo único que preocupa a la comunidad universitaria. A esto se suma la dificultad que presentan muchos alumnos para continuar sus estudios a causa de problemas económicos, sociales o familiares derivados de la pandemia, informa la Archidiócesis de Sevilla.
Al respecto, Pablo Guija, delegado diocesano de Pastoral Universitaria, indica que “el curso pasado, pese al COVID-19, pudieron terminarlo la mayoría de los estudiantes porque la Universidad congeló los pagos. Este nuevo curso es diferente porque habrá que pagar y, aunque el Estado concede muchas becas, la situación económica ha cambiado drásticamente para muchas personas”.
Para evitar este abandono destaca la labor de Cáritas Universitaria, un organismo que funciona como una Cáritas Parroquial, es decir, que “no cierra, ni hay un número finito de ayudas, sino que estamos abiertos a toda persona de la comunidad universitaria que necesite ayuda”, explica.
De esta forma, y aunque reconoce que los recursos son limitados, “si alguna vez nos llegan demandas que exceden nuestras posibilidades, trabajamos coordinadamente con Cáritas Diocesana o la Cáritas parroquial correspondiente para que nadie se quede sin ser atendido”.
Llegar más lejos
Gracias a la buena coordinación con los trabajadores sociales de la US, durante el verano se han tramitado muchas solicitudes de estudiantes con dificultades, en su mayoría alumnos extranjeros que no han podido regresar a sus hogares, así que “hemos tenido que gestionar vivienda y alimentación porque se les habían agotado los recursos”.
Pese a ello, Pablo Guija lamenta que todavía haya muchos alumnos que “desconocen la existencia de estas ayudas y que la única luz que aparezca en su horizonte sea un trabajo, a veces precario. Por este motivo, nos hace falta más promoción para llegar a más personas”.
Para solicitar estas ayudas el principal requisito es pertenecer a la comunidad universitaria: “Normalmente los demandantes son alumnos, pero también la ha solicitado algún miembro del PAS”, señala el director del SARUS. Asimismo, es necesario entregar la carta de pago de la Universidad, el expediente académico, la declaración de la renta, la solicitud de ayudas públicas que se hayan solicitado y una carta de derivación de su Cáritas parroquial si fuera necesario. Pero, lo más importante es “la carta personal de presentación en la que el solicitante nos indica su situación”. Esto servirá para que los voluntarios de Cáritas Universitaria preparen adecuadamente la acogida.
Ésta es el núcleo fundamental para iniciar cualquier tipo de ayuda en Cáritas, pues consiste en un encuentro entre el estudiante y los voluntarios de Cáritas: “Empleamos ese término y no el de entrevista precisamente por las connotaciones que recoge: no queremos que sea algo frío y distante, sino cercano, familiar, donde la persona se sienta escuchada, apoyada, tal y como nos han insistido siempre desde Cáritas Diocesana y como me consta que se hace en las Cáritas parroquiales”. No en vano, Cáritas Universitaria no es una administración o un organismo burocrático, sino un “un servicio cristiano y fraterno, por eso hacemos un seguimiento de los casos más difíciles, no tanto económicamente, sino personalmente”.
En este sentido, Pablo Guija agradece la “disponibilidad y sensibilidad” de la comunidad universitaria, ya que este año ha crecido notablemente el voluntariado en la Cáritas Universitaria, “consciente de que va ser un curso especialmente complicado para muchos estudiantes”.
Llamada de esperanza
En definitiva --informa finalmente la Archidiócesis hispalense--, defiende Guija, “cada persona tiene una serie de dones, talentos que Dios le ha concedido para que ‘negocie’ con ellos, para que los cultive y pueda dar fruto abundante, poniéndolos al servicio de la sociedad”. Así, “ahora toca apostar por el futuro y eso implica intentar que cada persona viva su vocación profesional. Cáritas Universitaria, como parte de la Iglesia, trata de infundir esperanza entre los universitarios para que, en medio de tantos obstáculos y dificultades, encuentren los medios necesarios para desarrollar sus capacidades”.
Finalmente, el delegado de Pastoral Universitaria hace una llamada a los universitarios para que ningún estudiante abandone su carrera “sin antes haberse puesto en contacto con nosotros, para estudiar detenidamente su caso y valorar las posibilidades”. (Foto: AS).
Contacto:
+ Alumnado de la US: caritasuniversitaria@gmail.com
+ Alumnado de la UPO: fondodesolidaridad@acu.upo.es
+ Alumnado de otra Universidad: sarus@us.es
Para evitar este abandono destaca la labor de Cáritas Universitaria, un organismo que funciona como una Cáritas Parroquial, es decir, que “no cierra, ni hay un número finito de ayudas, sino que estamos abiertos a toda persona de la comunidad universitaria que necesite ayuda”, explica.
De esta forma, y aunque reconoce que los recursos son limitados, “si alguna vez nos llegan demandas que exceden nuestras posibilidades, trabajamos coordinadamente con Cáritas Diocesana o la Cáritas parroquial correspondiente para que nadie se quede sin ser atendido”.
Llegar más lejos
Gracias a la buena coordinación con los trabajadores sociales de la US, durante el verano se han tramitado muchas solicitudes de estudiantes con dificultades, en su mayoría alumnos extranjeros que no han podido regresar a sus hogares, así que “hemos tenido que gestionar vivienda y alimentación porque se les habían agotado los recursos”.
Pese a ello, Pablo Guija lamenta que todavía haya muchos alumnos que “desconocen la existencia de estas ayudas y que la única luz que aparezca en su horizonte sea un trabajo, a veces precario. Por este motivo, nos hace falta más promoción para llegar a más personas”.
Para solicitar estas ayudas el principal requisito es pertenecer a la comunidad universitaria: “Normalmente los demandantes son alumnos, pero también la ha solicitado algún miembro del PAS”, señala el director del SARUS. Asimismo, es necesario entregar la carta de pago de la Universidad, el expediente académico, la declaración de la renta, la solicitud de ayudas públicas que se hayan solicitado y una carta de derivación de su Cáritas parroquial si fuera necesario. Pero, lo más importante es “la carta personal de presentación en la que el solicitante nos indica su situación”. Esto servirá para que los voluntarios de Cáritas Universitaria preparen adecuadamente la acogida.
Ésta es el núcleo fundamental para iniciar cualquier tipo de ayuda en Cáritas, pues consiste en un encuentro entre el estudiante y los voluntarios de Cáritas: “Empleamos ese término y no el de entrevista precisamente por las connotaciones que recoge: no queremos que sea algo frío y distante, sino cercano, familiar, donde la persona se sienta escuchada, apoyada, tal y como nos han insistido siempre desde Cáritas Diocesana y como me consta que se hace en las Cáritas parroquiales”. No en vano, Cáritas Universitaria no es una administración o un organismo burocrático, sino un “un servicio cristiano y fraterno, por eso hacemos un seguimiento de los casos más difíciles, no tanto económicamente, sino personalmente”.
En este sentido, Pablo Guija agradece la “disponibilidad y sensibilidad” de la comunidad universitaria, ya que este año ha crecido notablemente el voluntariado en la Cáritas Universitaria, “consciente de que va ser un curso especialmente complicado para muchos estudiantes”.
Llamada de esperanza
En definitiva --informa finalmente la Archidiócesis hispalense--, defiende Guija, “cada persona tiene una serie de dones, talentos que Dios le ha concedido para que ‘negocie’ con ellos, para que los cultive y pueda dar fruto abundante, poniéndolos al servicio de la sociedad”. Así, “ahora toca apostar por el futuro y eso implica intentar que cada persona viva su vocación profesional. Cáritas Universitaria, como parte de la Iglesia, trata de infundir esperanza entre los universitarios para que, en medio de tantos obstáculos y dificultades, encuentren los medios necesarios para desarrollar sus capacidades”.
Finalmente, el delegado de Pastoral Universitaria hace una llamada a los universitarios para que ningún estudiante abandone su carrera “sin antes haberse puesto en contacto con nosotros, para estudiar detenidamente su caso y valorar las posibilidades”. (Foto: AS).
Contacto:
+ Alumnado de la US: caritasuniversitaria@gmail.com
+ Alumnado de la UPO: fondodesolidaridad@acu.upo.es
+ Alumnado de otra Universidad: sarus@us.es
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