FÚTBOL.- El Betis no responde a las cuentas hechas por Víctor, porque sólo pudo empatar en Helópolis frente al Albacete
Real Betis, 0; Albacete, 0.-
Ni camina ni revienta. Ni resucita y es una tumba. El Betis, desde la etapa de Víctor Fernández, solamente ha logrado seis puntos de doce posibles, aunque no haya perdido ninguno de los cuatro últimos partidos. Una sola victoria y tres empates seguidos. Esto no vale para mucho. Las cuentas que hizo Víctor Fernández, después del partido en Huelva –allí empató--, no han salido como él esperaba. Dijo el técnico aragonés que para seguir aspirando al ascenso siempre era bueno empatar el campo ajeno y ganar en casa el partido siguiente. Ir de cuatro en cuatro hasta enderezar el rumbo. Pero esta vez se ha ido de dos de seis puntos. Fruto escaso y ridículo
Pero estos números no han salido. Frente al Albacete de Julián Rubio y de Salvador Ballesta, el cuadro verdiblanco no salió del empate a cero. Y eso que los de la ciudad de las navajas son cortitos en todos los frentes, aunque pusieron mucha espíritu de lucha durante el tiempo de juego.
Es verdad que ha cambiado el Betis en juego, ideas y fortaleza, pero no concreta el dominio y su tesón a la hora de materializar las jugadas. Hasta perdió la oportunidad de lograr un gol de penalty, en el minuto 30 de partido, pero Sergio García mandó el balón con poca picardía al portal albaceteño. El guardameta del cuadro de Julián Rubio acertó a despejar el tiro desde los once metros. Allí acabaron los sueños.
A partir de este error, el Betis fue hasta el final del litigio un querer y no perder. Emaná tuvo muchos altibajos; Sergio García desapareció desde el fallo del penalty; Pavone, que salió en la segunda parte, fue incapaz de superar el buen entramado visitante y Arzu, haciendo teatro, fue expulsado por un durísima entrada que quiso evitar haciendo de Doroteo Martí.
Se masca, pues la tragedia. El Betis lo intentó por activa y por pasiva, pero sin fortuna a la hora de ver puerta. Necesita con urgencia el cuadro verdiblanco un rematador efectivo. Mientras no llega este fichaje poca renta puede alcanzar porque no encuentra el camino del gol y de la victoria contundente y rotunda para asegurar ese ilusionado salto a la División de las Estrellas.
La próxima jornada, el Betis juega en Cartagena. Si el Betis no reacciona ante este choque vital, el cuadro sevillano tiene pocas posibilidades de ascenso. Se alejan los verdiblancos del tercer puesto y la afición se desespera. Este empate en casa frente al Albacete es un duro revés. El Betis sigue metido en un túnel que no tiene fin. Todo el panorama es bastante oscuro para el club de Heliópolis. Si en la jornada pasada estaba el Betis a siete puntos del Cartagena, ahora está a ocho del citado equipo. Todo es muy decepcionante, pese a la buena actitud desarrollada en este desilusionante choque futbolero. Pero sin victorias no hay salto a Primera.
Real Betis, 0; Albacete, 0.-
Ni camina ni revienta. Ni resucita y es una tumba. El Betis, desde la etapa de Víctor Fernández, solamente ha logrado seis puntos de doce posibles, aunque no haya perdido ninguno de los cuatro últimos partidos. Una sola victoria y tres empates seguidos. Esto no vale para mucho. Las cuentas que hizo Víctor Fernández, después del partido en Huelva –allí empató--, no han salido como él esperaba. Dijo el técnico aragonés que para seguir aspirando al ascenso siempre era bueno empatar el campo ajeno y ganar en casa el partido siguiente. Ir de cuatro en cuatro hasta enderezar el rumbo. Pero esta vez se ha ido de dos de seis puntos. Fruto escaso y ridículo
Pero estos números no han salido. Frente al Albacete de Julián Rubio y de Salvador Ballesta, el cuadro verdiblanco no salió del empate a cero. Y eso que los de la ciudad de las navajas son cortitos en todos los frentes, aunque pusieron mucha espíritu de lucha durante el tiempo de juego.
Es verdad que ha cambiado el Betis en juego, ideas y fortaleza, pero no concreta el dominio y su tesón a la hora de materializar las jugadas. Hasta perdió la oportunidad de lograr un gol de penalty, en el minuto 30 de partido, pero Sergio García mandó el balón con poca picardía al portal albaceteño. El guardameta del cuadro de Julián Rubio acertó a despejar el tiro desde los once metros. Allí acabaron los sueños.
A partir de este error, el Betis fue hasta el final del litigio un querer y no perder. Emaná tuvo muchos altibajos; Sergio García desapareció desde el fallo del penalty; Pavone, que salió en la segunda parte, fue incapaz de superar el buen entramado visitante y Arzu, haciendo teatro, fue expulsado por un durísima entrada que quiso evitar haciendo de Doroteo Martí.
Se masca, pues la tragedia. El Betis lo intentó por activa y por pasiva, pero sin fortuna a la hora de ver puerta. Necesita con urgencia el cuadro verdiblanco un rematador efectivo. Mientras no llega este fichaje poca renta puede alcanzar porque no encuentra el camino del gol y de la victoria contundente y rotunda para asegurar ese ilusionado salto a la División de las Estrellas.
La próxima jornada, el Betis juega en Cartagena. Si el Betis no reacciona ante este choque vital, el cuadro sevillano tiene pocas posibilidades de ascenso. Se alejan los verdiblancos del tercer puesto y la afición se desespera. Este empate en casa frente al Albacete es un duro revés. El Betis sigue metido en un túnel que no tiene fin. Todo el panorama es bastante oscuro para el club de Heliópolis. Si en la jornada pasada estaba el Betis a siete puntos del Cartagena, ahora está a ocho del citado equipo. Todo es muy decepcionante, pese a la buena actitud desarrollada en este desilusionante choque futbolero. Pero sin victorias no hay salto a Primera.
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