La citada institución ha difundido este texto informativa en su página web sobre este acto en homenaje a Baena Bocanegra:
"Ha sido una mañana tranquila y soledada, en la que el abogado Francisco Baena Bocanegra ha recibido parte del cariño y del respeto que los profesionales de la Abogacía le profesan.
En el salón de actos, con el aforo completo con autoridades judiciales, autoridades locales y de la comunidad, familia, miembros de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia, compañeros de despacho y un sinfín de amigos que querían presenciar este momento tan especial, Don Francisco Baena Bocanegra, ha recibido tres ovaciones. La primera al recibir la medalla, la segunda después de un discurso que ha conmovido al público asistente y la tercera al cerrar el acto.
El acto ha sido aperturado por el decano del Ilustre Colegio de Abogados, Óscar Fernández León, que ha cedido la palabra a la presidenta del Consejo General de la Abogacía, organismo que concede la distinción, Victoria Ortega.
De manera protocolaria cedió la palabra a D. Francisco López Menudo, Presidente Real Academia Sevillana Legislación y Jurisprudencia que en su intervención destacó los aspectos más académicos del homenajeado, salpicando con anécdotas personales y profesionales y sobre todo, destacando la naturaleza intachable de su larga carrera como abogado.
A continuación, tomó la palabra Óscar Fernández León para realizar la laudatio de D. Francisco, que comenzó explicando lo complicado y arduo que era condensar en un discurso la “gigantesca labor profesional desde hace más de 60 años”. Destacó numerosas citas que a lo largo de su carrera, ha realizado D. Francisco, para realzar la importancia de la profesión de la Abogacía, que pueden resumirse en “los abogados son los centinelas de la presunción de inocencia. Hablar de abogacía es hablar de derechos fundamentales”.
Después en su discurso, relató los diferentes relaciones que como abogado ha tenido con compañeros, con clientes, con los jueces… siempre con independencia, con respeto y con libertad.
El decano, contó un anécdota personal de un juicio, que calificó de prudente, ya que en tan larga trayectoria profesional, ha habido muchas. Finalmente, el decano expresó al homenajeado: “Esta medalla que se te va a imponer tiene un significado de premiar a una leyenda de la Abogacía Española, y en especial de la sevillana”.
Siguió el acto con la imposición de la medalla, y escuchamos la primera ovación.
Y fue el momento de D. Francisco. Que comenzó por la emoción, con la voz quebrada, pero una vez recompuesto, en su disertación, expuso de manera impecable, como no podía ser de otra manera, como la abogacía ha sido, es y seguirá siendo su pasión y su motor. Hizo un recorrido desde que fue pasante hasta nuestros días, y de quienes fueron algunos de sus maestros, Jesús Delmás, Manuel Rojo, José Ramón Cisneros, de quienes aprendió e hizo suyas sus enseñanzas. Y agradeció a su familia presente el que estuviera apoyándolo durante todos estos años.
Indicó que “siempre he actuado con compromiso e integridad en todos los casos,”. A los jóvenes les aconsejó, “hay que ser independiente, pero no aislarse, y respeto y cortesía a los compañeros”. Ya que, “El ciente pasa, el compañero permanece”.
En el salón de actos, con el aforo completo con autoridades judiciales, autoridades locales y de la comunidad, familia, miembros de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia, compañeros de despacho y un sinfín de amigos que querían presenciar este momento tan especial, Don Francisco Baena Bocanegra, ha recibido tres ovaciones. La primera al recibir la medalla, la segunda después de un discurso que ha conmovido al público asistente y la tercera al cerrar el acto.
El acto ha sido aperturado por el decano del Ilustre Colegio de Abogados, Óscar Fernández León, que ha cedido la palabra a la presidenta del Consejo General de la Abogacía, organismo que concede la distinción, Victoria Ortega.
De manera protocolaria cedió la palabra a D. Francisco López Menudo, Presidente Real Academia Sevillana Legislación y Jurisprudencia que en su intervención destacó los aspectos más académicos del homenajeado, salpicando con anécdotas personales y profesionales y sobre todo, destacando la naturaleza intachable de su larga carrera como abogado.
A continuación, tomó la palabra Óscar Fernández León para realizar la laudatio de D. Francisco, que comenzó explicando lo complicado y arduo que era condensar en un discurso la “gigantesca labor profesional desde hace más de 60 años”. Destacó numerosas citas que a lo largo de su carrera, ha realizado D. Francisco, para realzar la importancia de la profesión de la Abogacía, que pueden resumirse en “los abogados son los centinelas de la presunción de inocencia. Hablar de abogacía es hablar de derechos fundamentales”.
Después en su discurso, relató los diferentes relaciones que como abogado ha tenido con compañeros, con clientes, con los jueces… siempre con independencia, con respeto y con libertad.
El decano, contó un anécdota personal de un juicio, que calificó de prudente, ya que en tan larga trayectoria profesional, ha habido muchas. Finalmente, el decano expresó al homenajeado: “Esta medalla que se te va a imponer tiene un significado de premiar a una leyenda de la Abogacía Española, y en especial de la sevillana”.
Siguió el acto con la imposición de la medalla, y escuchamos la primera ovación.
Y fue el momento de D. Francisco. Que comenzó por la emoción, con la voz quebrada, pero una vez recompuesto, en su disertación, expuso de manera impecable, como no podía ser de otra manera, como la abogacía ha sido, es y seguirá siendo su pasión y su motor. Hizo un recorrido desde que fue pasante hasta nuestros días, y de quienes fueron algunos de sus maestros, Jesús Delmás, Manuel Rojo, José Ramón Cisneros, de quienes aprendió e hizo suyas sus enseñanzas. Y agradeció a su familia presente el que estuviera apoyándolo durante todos estos años.
Indicó que “siempre he actuado con compromiso e integridad en todos los casos,”. A los jóvenes les aconsejó, “hay que ser independiente, pero no aislarse, y respeto y cortesía a los compañeros”. Ya que, “El ciente pasa, el compañero permanece”.
Cuando terminó, escuchamos la segunda ovación.
Finalizó el acto Victoria Ortega, que también estaba emocionada ya que es uno de sus últimos actos como presidenta del Consejo General de la Abogacía, y realizó una disertación sobre el homenajeado sobre los aspectos más importantes que han hecho que no hubiera ningún tipo de duda, a la hora de la concesión de este reconocimiento: Compromiso con la Justicia. Integridad con la labor de abogado. Más de 57 años de ejercicio profesional, actuaciones en toda clase de juzgados y Tribunales ordinarios, Audiencia Nacional, Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional, Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Ha dirigido más de 17.000 causas y ha formado a más de 30 licenciados en derecho. Orador reconocido, con más de 400 conferencias, ponencias y comunicaciones en distintos foros y ante las más variadas audiencias.
Y con el acto concluido, escuchamos la tercera y más emotiva de las ovaciones, a este abogado, que sigue luchando por la Justicia". (Foto: CAS).-
Finalizó el acto Victoria Ortega, que también estaba emocionada ya que es uno de sus últimos actos como presidenta del Consejo General de la Abogacía, y realizó una disertación sobre el homenajeado sobre los aspectos más importantes que han hecho que no hubiera ningún tipo de duda, a la hora de la concesión de este reconocimiento: Compromiso con la Justicia. Integridad con la labor de abogado. Más de 57 años de ejercicio profesional, actuaciones en toda clase de juzgados y Tribunales ordinarios, Audiencia Nacional, Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional, Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Ha dirigido más de 17.000 causas y ha formado a más de 30 licenciados en derecho. Orador reconocido, con más de 400 conferencias, ponencias y comunicaciones en distintos foros y ante las más variadas audiencias.
Y con el acto concluido, escuchamos la tercera y más emotiva de las ovaciones, a este abogado, que sigue luchando por la Justicia". (Foto: CAS).-
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