sábado, 25 de febrero de 2012

ÚLTIMA HORA DEPORTIVA.- Un gol de Dorado en propia puerta permite al Getafe empatar fente al Betis en Villamarin

REAL BETIS, 1; GETAFE, 1.- Mala fortuna tuvo el Betis en este partido frente al Getafe en el Benito Villamarín. A poco menos de cuatro minutos del valioso tanto logrado por Jorge Molina --minuto 51--, para adelantarse merecidamente en el marcador, el defensa bético Dorado, tratando de estorbar el remate de Güiza --minuto 55--, envió el balón dentro de su propia portería, fuera del alcance del meta Fabricio.
No mereció este reparto de puntos el cuadro que prepara Pepe Mel. El Betis fue netamente superior al cuadro madrileño, que apenas inquietó en el área verdiblanca.
En el primer tiempo, la seguridad defensiva, el trabajo de Iriney en el centro del campo y las galopadas de Jefferson Montero obligaron a trabajar a destajo a los hombres de Luís García, que solo tenían tiempo para taponar, a veces con excesiva sureza, la activa y continuada acción del cuadro bético. En estos primeros cuarenta y cinco minutos no marcó el Betis porque hubo mala fortuna a la hora del remate final.
En el segundo periodo, el once verdiblanco se ajustó aún más los machos y fue a por todas en este trepidante choque futbolero. Y esa entrega, ese dominio y esa constancia en el juego tuvo su fruto en el zarpazo que mandó Jorge Molina al portal del meta Moyá. Precioso y merecido gol. Pero la suerte está para el que la encuentra y no para el que la busca. En un contragolpe del Getafe, Dorado quiso evitar el remate del delantero Güiza, pero con tan mala fortuna que el balón del bético llegó al fondo de las redes de Fabricio. El gozo verdiblanco de seguir en racha de victorias --eran hasta este sábado tres seguidas--, se fue al pozo...
Aún quedaba tiempo para arreglar este inmerecido empate con el que se encontró el cuadro madrileño. El Betis luchó con sentido y entrega y forzó numerosas jugadas de gol, pero sin suerte a la hora del remate final. Buscó con afán y con enorme espíritu de lucha cambiar el marcador, porque desde el primer momento era merecedor de un triunfo. Pero los goles por parte del Betis, a pesar de las numerosas ocasiones, no llegaron. Al final: Hubo reparto de puntos. El Getafe se llevó más que un inmerecido premio. Es verdad que un punto es un punto, pero el Betis mereció los tres por sus ganas, su fútbol, su dominio y sus numerosas oportunidades. Lo importante, a partir de ahora, que el cuadro de Pepe Mel siga vivito y coleando... Europa no sigue estando tan lejos si el equipo mantiene ese trabajo y ese espíritu y esas ganas.

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