domingo, 5 de octubre de 2008

TOROS: Última novillada de la temporada en la Real Maestranza

El sol y el calor que se necesitaron en la Feria de San Miguel, cuyas corridas fueron suspendidas por la lluvia y el estado del piso de la plaza, fueron los elementos que adornaron la última novillada de la temporada en la Real Maestranza. Esta temporada 2008 se cerrará de forma definitiva el día 12 de octubre, con una corrida de rejones en la que actuaron Andy Cartagena, Diego Ventura y Leonardo Hernández.

LA ÚLTIMA NOVILLADA
Se lidiaron seis novillos de Tomás Prieto de la Cal, muy atractivos de lámina los tres primeros y con buenas hechuras de toros el resto del lote. Sosos y mansos la mayoría del ganado, se salvaron el tercero y el quinto.
*Albero Gómez, silencio y silencio.
* Miguel Ángel Sánchez, saludos y vuelta al ruedo.
* Juan Carlos Cabello, vuelta al ruedo y vuelta al ruedo.
Alberto Gómez quedó inédito porque los novillos de su lote fueron imposibles de lidiar por mansos. El primero hizo ademán de saltar al callejón y derribó algunas tablas de las barreras. La res se vino abajo y el novillero mató con rapidez. El cuarto también fue un mulo y se echó sobre el albero, siendo inútil todos los deseos del sevillano por hacer una buena faena. Lo mejor fue que abrevió para no cansar al respetable
Miguel Ángel Sánchez saltó al ruedo con decisión y realizó algunos buenos lances. En la faena de muleta, el novillero arriesgó dentro de las dificultades del novillo, pero se encontró con pocas opciones. Sánchez saludó después de una ajustada y rápida estocada. A su segundo lo recibió a portagayola, pero la r4es no colaboró a los deseos del valiente novillero. Intento con la muleta agradar a los espectadores, pero la faena tuvo muchas alternativas de pundonor y clase. Miguel Ángel Sanchez mató al tercer intento y dio una vuelta al ruedo.
Juan Carlos Cabello fue quien logró más partido a su primer novillo y realizó dos buenas y entonadas series. Cuando más atractiva estaba la lidia, el novillo se vino abajo y pedía ya un rápido volapié para irse con las mulillas. Cabello mató bien y con estilo y se premió al chaval con una vuelta al ruedo. En el último de la tarde, segundo de su lote, Cabello hizo cosas muy singulares y atractivas, sobre todo, unas serenas chicuelinas. Ya con la muleta, el novillero puso garra y pundonor, realizando algunos discretos muletazos a una res que no ayudó en nada a los deseos de triunfo de Cabello. El malagueño volvió a recorrer el ruedo como premio a su enorme voluntad.

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