OPINIÓN.- Azahar y miel de torrijas y pestiños para el libro del Pregón de la Semana Santa de Sevilla de Rafa González-Serna, por FERNADO GELÁN

Creo que se ha dicho de todo --y todo bueno y con sentido--, sobre el Pregón de la Semana Santa de Sevilla que pronunció el Domingo de Pasión Rafael González-Serna. El público que llenó el Teatro Maestranza vibró y gozó con la exaltación del popular cantautor, que respondió a todas las expectativas.
El Consejo de Bourrellier, que apostó fuerte por Serna, se siente enormemente satisfecho de la designación. El presidente de la entidad de San Gregorio, durante el acto de presentación del libro del Pregón en la Fundación Cajasol, dejó clara y poética constancia, con hermosas y acertadas palabras, de la repercusión popular que había tenido la actuación de Rafa González-Serna, con sus poesías, sus sentimientos cofradieros, sus vivencias, sus recuerdos y la música que adornó esos pasos que puso en las calles de Sevilla para que todos los sevillanos fuéramos costaleros comprometidos en llevar las imágenes de Cristo y María de nuestras Hermandades y Cofradías en olor de multitud.

Alguien ha dicho, en esa presentación de la obra que contiene el Gran Pregón de Rafa, que al libro le falta "cuatro lagrimones de cera y lamparones de pavías". Yo creo que con los chorreones del cirio quedarían las páginas muy pegadas y que con los lamparones de pavías se pringarían las hojas y todos nos llenaríamos de grasa.

Creo que al Pregón de este artista, y seguro que Rafa estará de acuerdo conmigo, no le falta de ná... Está totalmente ajustado al gran nivel cofradiero de la exigente Sevilla. Lo único que le añadiría al libro nada tiene que ver con lagrimones ni lamparones. Leerlo con calma bajo un naranjo lleno de ese azahar que adorna el paso de la Virgen de la Concepción de la Hermandad del Silencio, saboreando, durante la lectura, esas clásicas torrijas y pestiños que fabricamos en estos días de la Semana Santa de Sevilla. Y tras comer algunos de estos dulces tradicionales rebozados en rica miel coger una servilleta para limpiarnos los dedos y proteger las hojas del libro del pregonero de manchas no originales.

FERNANDO GELÁN

Periodista

Director de Gelánnoticias.