jueves, 14 de agosto de 2014

La Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y de la Archidiócesis, realizará su tradicional procesión en la mañana de este viernes 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Virgen María a los Cielos

A las ocho en punto de la mañana de este viernes, día 15 de agosto, se iniciará la solemne procesión de la Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y de la Archidiócesis. En el cortejo figurará la Banda Sinfónica de Sevilla, que estrenará la marcha "Regina Regum". La procesión realizará el itinerario tradicional: Plaza de la Virgen de los Reyes, Placentines, Alemanes, Avenida de la Constitución, Fray Ceferino González, Plaza del Triunfo y Plaza de la Virgen de los Reyes.
El cortejo procesional, que se iniciará con la Banda Sinfónica Municipal, estará compuesto por los niños carráncanos; Cruz Patriarcal y dos ciriales; hermanos de la Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando; Consejo General de Hermandad y Cofradías de Sevilla; Archicofradía Sacramental del Sagrario de la Catedral, clero secular, coral y representación del Cabildo Catedral. Tras el paso de la Santísima Virgen estará la presidencia eclesiástica, formada por el Arzobispo de Sevilla, el Obispo auxiliar y el Vicario General. A continuación, las autoridades civiles y militares. Cierra el cortejo una Compañía de Honores del Ejército, con banda de música.
HISTORIAS DE LA VIRGEN DE LOS REYES
Dice la leyenda que el Rey San Fernando soñó con la Virgen y que al día siguiente hizo llamar a los maestros imagineros de la corte para que tallaran una imagen igual a la que se le había aparecido en sus sueños. Los artífices llegaron labrar hasta cuatro imágenes de la Madre de Dios: la Virgen de los Reyes que hoy se venera en el Monasterio de San Clemente; la Virgen de las Aguas, que recibe culto en la Parroquia del Salvador y que el 30 de mayo de 2007 cerró la procesión dedicada al rey conquistador de Sevilla; la Virgen de los Reyes, titular de la hermandad de los Sastres, de San Ildefonso, y la actual Patrona de la Ciudad , Nuestra Señora de los Reyes, que recibe culto en la Capilla Real de la Santa Iglesia Catedral.
Según esta leyenda histórica, cuando el Santo Monarca contempla todas las imágenes realizadas por los escultores del Reino, se fijó detenidamente en la efigie de la Virgen de los Reyes que está en la Catedral. El Rey se aproximó a la imagen, manifestando que veía en Ella a la Madre de Dios que había visto en sus sueños.
Según todos los historiadores, el Rey Fernando III intervino muy directamente en la realización de esta escultura de la Virgen , aunque también se ha recogido en otros documentos que la efigie fue realizada en Alemania o Francia y donada al monarca por el Emperador Federico II o por el rey francés Luís IX.
Otro dato histórico hace referencia a que la Virgen de los Reyes ya acompañaba a santo monarca en sus batallas y que con Ella entró en Sevilla en 1248, presidiendo la entrada triunfal en la ciudad, tras la reconquista.
También se afirma por otra parte que esta imagen fue donada por Alfonso X el Sabio a la Catedral de Sevilla, narrada en la famosa cantiga 324, para que presidiera un altar principal en el primer templo metropolitano.
Según el catedrático José Hernández Díaz, especialista en este tipo de investigaciones históricas, la Virgen de los Reyes es una obra realizada en el segundo cuarto del siglo XII, siendo la imagen una cumplida representación plástica del concepto medieval de la realeza de María, tal como la entendían los litúrgicos y teólogos de la época.
La imagen de Nuestra Señora de los Reyes está realizada en madera de alerce y es figura articulada. En esta obra fueron únicamente modeladas la cabeza, las manos y los pies. El rostro carece de modelado, la nariz es de poco relieve y pequeña, los labios ligeramente marcados, con sonrisa candorosa, y los ojos pintados. Las manos de la Virgen sin simplísimas, en la forma típica de tenedor o peine, con dedos largos y finos, según la fórmula medieval.
Abundando en el estudio realizado en 1948 por el profesor Hernández Díaz, y en el capítulo de la “arqueología” de le venerada imagen, se dice que tiene “singular cabellera, compuesta con abundantísima madeja de hilos de seda, que conserva áureos, unida al óvalo craneano de modo finísimo, casi imperceptible y que cae en cascada hasta el borde infraescapular. Hoy está sujeta con cintas envueltas en paño a manera de toca y desde luego debió lucirla exteriormente la venerada icona”.
Otro de los puntos históricos del estudio es que la imagen, en la mitad superior del dorso, tiene una ventana que permite apreciar una rueda dentada unida a un eje y liada en él restos, como una correa sin fin: “Este dispositivo –concreta el profesor--, sirvió sin duda para mover partes de la figura, desde luego movería la cabeza por cuanto se halla sujeta al cuerpo por grapas metálicas que la inmovilizan”.
Se recoge en otros estudios históricos, que en Castilla pudo haber en la época fernandina una escuela de imaginería, y que desde allí enviaron la talla de la Virgen de los Reyes a Sevilla. Pero por otra parte, se concreta en otro documento que la efigie de la Patrona de la ciudad fue realizada en Sevilla, bajo la mirada y orientación del propio Fernando III.
Conquistada Sevilla, el Rey San Fernando mandó construir una Capilla en la nave central de la antigua mezquita mayor de los almohades, que fue consagrada el 22 de diciembre de 1248. Allí fue colocada una imagen de la Virgen, titulada de Santa María, que era el nombre por el que era conocida entonces la actual Virgen de los Reyes, hasta que por diversas gestiones del Cabildo se llevó a cabo su demolición, para construir una capilla acorde con la actual Catedral. Mientras se llevó a cabo la realización de la nave real, la Virgen estuvo en una Capilla situada en el lugar que hoy ocupa la Biblioteca Capitular, en el patio de los Naranjos, y posteriormente, en otra zona del citado Patio, en el lugar ocupado por la Hermandad del Sagrario.
Fue en el año 1579 cuando se inaugura la actual Capilla de la Virgen de los Reyes en el interior de la Catedral, procediéndose al traslado de la imagen y del cuerpo incorrupto del Rey Fernando III, que fue canonizado en el año 1671. Hasta este año, la Virgen presidió el centro del altar de la nueva capilla, siendo colocados los féretros del santo monarca, su mujer y su hijo en las gradas de la nave real. Cuando el monarca fue canonizado, su cuerpo fue separado de sus familiares para ocupar el centro de la capilla, como en la época actual, en una urna que fue posteriormente cambiada por la que hoy se conserva el cuerpo del Rey Fernando III.
La Virgen de los Reyes, que primero fue titulada de Santa María y de Nuestra Señora de Agosto, se halla colocada en la Capilla Real , en un tabernáculo de plata, con fondo de rosetones con castillos y leones y un baldaquino de estilo y dibujos góticos, del siglo XVI. Preceden de la antigua Capilla Real.
En la actualidad, y siguiendo una antigua tradición, un Cabido de Capellanes Reales, que autorizó la fundación de la Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes, en tiempos del cardenal Pedro Segura, cuida de la Capilla Real , así como el programa de actos en honor de la Patrona de Sevilla y de Fernando III el Santo.
Este año de 2007, el 30 de mayo, fiesta de San Fernando, el Cabildo y la Asociación organizaron la primera procesión en honor del monarca en su día, que recorrió las calles próximas a la Catedral de Sevilla y las del barrio de Santa Cruz. Cerró el cortejo la imagen fernandina de la Virgen de las Aguas, de la Parroquia del Salvador.
En el año 1866 se integró la Corporación Municipal de Sevilla a la solemne procesión de la Virgen de los Reyes, a propuesta del concejal Pagés del Corro. El pleno del Ayuntamiento aprobó la presencia municipal en el cortejo de la Patrona de Sevilla, colaborando en la realización de un nuevo paso de salida.
La Virgen de los Reyes fue coronada el día de la Inmaculada de 1904. e organizó una solemne procesión por este acontecimiento, con la asistencia de numerosas hermandades y cofradías.
En el año 1939, el día de la procesión anual, la Virgen de los Reyes recibió el fajín de Capitán General, concedido por el Jefe del Estado.
En el año 1953, a la popular imagen le fue impuesta la medalla de Oro de la Ciudad, ofrecida por el Ayuntamiento de Sevilla, que entonces presidía Jerónimo Domínguez Pérez de Vargas, Marqués del Contadero. También le fueron entregadas a la Patrona de Sevilla las llaves de la ciudad y el bastón de mando, como alcaldesa perpetua de Sevilla.
En su visita a Sevilla, en el año 1982, el Papa Juan Pablo II recorrió la Catedral. A un lado del Altar Mayor fue colocada la Virgen de los Reyes en su paso de salida. El Sumo Pontífice oró ante la Patrona de Sevilla en el primer templo metropolitano.
Ante la Virgen de los Reyes y en el verano de 2004, se hizo entrega a fray Amigo Vallejo, cardenal de Sevilla, del galardón que concede anualmente esta publicación Sevilla Cofrade y que recibió en su institución Su Santidad el Papa Juan Pablo II en Roma, en una audiencia especial para la redacción de nuestro medio informativo.
Este año 2907, la imagen de la Patrona de Sevilla fue colocada en el altar de la nave del crucero, para presidir el XXV aniversario de la llegada a Sevilla del cardenal Carlos Amigo Vallejo, que sustituyó al cardenal Bueno Monreal como pastor de la Iglesia de Sevilla.

DATOS TRADICIONALES DE LA SALIDA PROCESIONAL
Cada 15 de agosto –a veces también en procesiones extraordinarias--, el paso con la Virgen de los Reyes realiza su habitual itinerario por los alrededores de la Catedral --Plaza de la Virgen de los Reyes, Placentines, Alemanes, avenida de la Constitución, Fray Ceferino González, Plaza del Triunfo y vuelta a la Puerta de los Palos.
Este año de 2007, la procesión volverá a transitar por el recorrido de siempre. El pasado año, con motivo de las obras en la avenida, el cortejo llevó a cabo un itinerario inédito por las calles del barrio de Santa Cruz.
Se dice, por documentos históricos, que la Virgen de los Reyes, Patrona de la Ciudad y de la Diócesis de Sevilla, ya figuró en la profesión que organizó Fernando III, cuando en 1248, en el mes de diciembre, entró en la ciudad tras la reconquista. La figura de la Virgen de los Reyes figuraba en este cortejo fernandino.

PROCESIÓN DE LA VIRGEN DE LOS REYES
* IMAGEN: De autor desconocido, realizada por un imaginero de la corte del Rey Fernando III el santo, según el sueño que tuvo el monarca, en el cual se le apareció una imagen de la Virgen. También está documentado que fue un regalo del rey de Francia a Fernando III. Es una figura que aparece sedente, aunque antiguamente podía colocarse en diversas posturas. Esta imagen de los Reyes fue tallada en el siglo XII.
El Niño Jesús que la Virgen de los Reyes lleva en sus brazos es también de autor desconocido y posterior a la época medieval, posiblemente del XVII. Ambas imágenes fueron restauradas a finales del siglo XX por Francisco Arquillo.
* CORONA: La Virgen de los Reyes suele llevar en sus salidas procesionales la corona que recibió cuando fue coronada canónicamente. Es de estilo neobarroco. Pesa 2,555 kilogramos y lleva un total de 11.900 piedras preciosas. En sus dos arcos superiores van las frases “Regina Regum” y “Sine Libe Concepta”. Remata una paloma como símbolo del Espíritu santo. La del Niño Jesús mantiene el mismo estilo de la corona de la Virgen , pesa 7,654 kilogramos y se remata con la leyenda “Dominus Dominantium”. Estas piezas fueron realizadas por el orfebre Ordóñez para la coronación canónica de la Virgen de los Reyes, celebrada en 1904. Los sevillanos colaboraron con sus donativos para la elaboración de estas coronas.
* MANTO: La Virgen de los Reyes, cada año, suele cambiar de manto en sus salidas procesionales anuales y extraordinarias. Posee un manto blanco de raso, con castillos y leones, regalo de la reina Isabel II; también tiene un manto verde de terciopelo, que fue otra donación de Isabel II. Esta obra lleva espléndida greca de estilo renacimiento. Será este manto el que lucirá la Patrona de Sevilla y de la Archidiócesis en la procesión de este 15 de agosto de 2014.
Otro de los mantos de la Virgen de los Reyes es el de terciopelo rojo, con cuidada guardilla y salpicado de flores de sabor barroco. Esta obra es del siglo XIX, donada por la Infanta Luisa de Borbón. Otro de los mantos clásicos de la Virgen es el de color rosa salmón, bordado en oro y sedas de colores por las Hermanas de la Cruz, que son las religiosas que visten a la patrona de Sevilla. Este manto fue donado en 1929 por la Duquesa de Osuna.
Destaca asimismo el espléndido manto de tisú celeste, estrenado con motivo de la coronación canónica de 1904. Fue donado por la Duquesa Viuda de Casa Galindo. Está bordado en plata.
Otro de los mantos de la imagen es el de terciopelo azul, para los cultos internos. Asimismo, la Virgen tiene un manto de terciopelo blanco, recamado de abalorios. (Los mantos de color rojo, salmón y tisú celeste son los más seleccionados para las procesiones de la Virgen ).

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