VILLARREAL, 1; REAL BETIS BALOMPIÉ, 0.- No tiene arreglo el equipo de Pepe Mel. Sigue en crisis. La toca, la juega, domina y tiene la posesión del balón más veces que el contrario, pero no define en el área y no tiene pegada ni mordiente. El cuadro verdiblanco lleva 472 minutos sin meter un gol en la portería contraria. Desde que ganó los cuatro primeros partidos de la competición, el Betis ha perdido siete encuentros y solamente pudo empatar el encuentro que jugó la pasada jornada en su propio estadio. No hay enmienda. Sigue la mala racha.
Curiosamente el Betis planteó con valentía entre encuentro frente al Villarreal, a sabiendas de la irregularidad del rival y la falta de titulares en el cuadro de Juan Carlos Garrido. Los verdiblancos movieron bien el balón por la yerba, y controlaron con cierta eficacia el centro del campo. Creyéndose dominadores, se volcaban en el juego ofensivo, pero éste no tenía apenas peligro. Poco remata y escasa definición. Y cuando en la primera parte ensayaron el disparo se encontraron con el acierto del guardameta local, que fue sembrado aún más dudas sobre la eficacia goleadora el cuadro que prepara Pepe Mel.
En este periodo, el Betis perdió un balón en el centro del campo –falló Beñat en el control--, y Borja Valero, que se encontró a solas con un Casto excesivamente adelantado en el área porque estaba sin defensores, marcó el único gol del encuentro. El jugador amarillo le picó el balón hacia arriba, en vaselina, sin que el arquero bético pudiera hacer nada por evitar que el balón terminara besando las redes de la portería.
Duro golpe para el cuadro de Pepe Mel, porque el Betis fue siempre el equipo con mejor talante en el terreno de juego, pero sin fortuna a la hora del remate y sin pegada a la hora de decidir dentro del área.
Hizo cambios el cuadro de La Palmera en la segunda parte, buscando, quizás, el hombre gol que le faltó al equipo en la primera mitad. Pero pese a las ganas, a todo el gran esfuerzo y a las oportunidades, ese hombre gol en el Betis no existía. No llegó nunca. Pudieron aprovechar los verdiblancos del Villamarín en este periodo el conservadurismo del Villarreal, que se dedicó más a aprovechar los errores béticos para montar sus contragolpes. Pero curiosamente, a pesar de que dominaba y controlaba el Betis el partido, fue Casto al final la gran figura del equipo, salvando algunos remates que se cantaban como gol, pese a que los locales implantaron la ley del mínimo esfuerzo.
Son ya muchos partidos sin ganar y el Betis ha de tomar las medidas necesarias. De 24 puntos en juego en las ocho últimas jornadas, únicamente ha logrado uno. Es un balance bastante negativo.
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