Poca chicha del Betis en Soria. Mel estuvo las gradas por el castigo federativo y su equipo, con más fortuna que merecimientos, logró una importante victoria y tres puntos vitales para poder afianzar el liderato. Pero el cuadro de Heliópolis ha tenido bastante suerte en este choque frente a los numantinos. Porque el cuadro del ex guardameta Unzué fue siempre muy superior y, sobre todo, más dominador en una larga segunda parte, donde el Betis sufrió lo suyo para poder mantener ese resultado tan favorable.
El partido empezó con dominio del Numancia, porque el equipo de Unzué llegó con más peligro hasta la meta de Goita. La irregular defensa verdiblanca favorecía, además, la constancia y el pundonor de los de Soria. Y en este revuelo local llegó un balón a la madera del marco bético y después un gol, que ponía el marcador en un merecido 1-0 para el Numancia y peligroso para los verdiblancos.
Pero el Betis se vio favorecido primero por un penalti a favor que lanzó magistralmente Emaná y con la expulsión del jugador que hizo el máximo castigo. Durante esos minutos del primer tiempo, con más inspiración y equilibrio, el cuadro de Mel apretó bien machos, aprovechando el golpe que había recibido el Numancia con el penalti y la expulsión y el genio y la entrega de Emaná. Y en este buen compás, en donde el Betis fue más hacia arriba en su juego y en sus ganas, encontró otra vez puerta y fue Rubén Castro quien marcó un buen tanto. El marcador se puso entonces en un 1-2, muy favorable para los béticos. Además, el once de Mel pudo redondear esta primera parte con otro tanto, obra de Rubén Castro. Pero el juez de la contienda se sacó una falta del delantero bético y cuando ya había señalado el centro del campo, además de anular el gol le mostró tarjeta amarilla al goleador del club de La Palmera.
Así que la segunda parte entre un equipo con 10, el Numancia, y otro con 11, el Betis, y el frío que hacía en Los Pajaritos, con blanca nieve en el portal del portero local, parecía que allí se iban a congelar hasta las ideas. Sin embargo, ante un Betis conformista, el once de Soria se creció de tal manera, que en varias oportunidades pudo acortar distancias en el marcador. El Betis se limitó a aguantar el chaparrón y a realizar algunos contragolpes, casi siempre de la mano de Emaná, que fue el único hombre verdiblanco que tuvo continuidad y repertorio.
Lo cierto fue que quien menos trabajo realizó sobre la yerba helada se llevó la victoria y los tres puntos. Son las cosas del fútbol nuestro. El Betis se hace más líder con este 1-2 y nadie le pueda quitar lo bailao. Ahora, este próximo jueves, se jugará el partido aplazado frente al Barcelona B en el Benito Villamarín, antes Ruiz de Lopera, y el cuadro de Mel se puede subir hasta por las paredes. Puede que sea hasta inalcanzable.
El partido empezó con dominio del Numancia, porque el equipo de Unzué llegó con más peligro hasta la meta de Goita. La irregular defensa verdiblanca favorecía, además, la constancia y el pundonor de los de Soria. Y en este revuelo local llegó un balón a la madera del marco bético y después un gol, que ponía el marcador en un merecido 1-0 para el Numancia y peligroso para los verdiblancos.
Pero el Betis se vio favorecido primero por un penalti a favor que lanzó magistralmente Emaná y con la expulsión del jugador que hizo el máximo castigo. Durante esos minutos del primer tiempo, con más inspiración y equilibrio, el cuadro de Mel apretó bien machos, aprovechando el golpe que había recibido el Numancia con el penalti y la expulsión y el genio y la entrega de Emaná. Y en este buen compás, en donde el Betis fue más hacia arriba en su juego y en sus ganas, encontró otra vez puerta y fue Rubén Castro quien marcó un buen tanto. El marcador se puso entonces en un 1-2, muy favorable para los béticos. Además, el once de Mel pudo redondear esta primera parte con otro tanto, obra de Rubén Castro. Pero el juez de la contienda se sacó una falta del delantero bético y cuando ya había señalado el centro del campo, además de anular el gol le mostró tarjeta amarilla al goleador del club de La Palmera.
Así que la segunda parte entre un equipo con 10, el Numancia, y otro con 11, el Betis, y el frío que hacía en Los Pajaritos, con blanca nieve en el portal del portero local, parecía que allí se iban a congelar hasta las ideas. Sin embargo, ante un Betis conformista, el once de Soria se creció de tal manera, que en varias oportunidades pudo acortar distancias en el marcador. El Betis se limitó a aguantar el chaparrón y a realizar algunos contragolpes, casi siempre de la mano de Emaná, que fue el único hombre verdiblanco que tuvo continuidad y repertorio.
Lo cierto fue que quien menos trabajo realizó sobre la yerba helada se llevó la victoria y los tres puntos. Son las cosas del fútbol nuestro. El Betis se hace más líder con este 1-2 y nadie le pueda quitar lo bailao. Ahora, este próximo jueves, se jugará el partido aplazado frente al Barcelona B en el Benito Villamarín, antes Ruiz de Lopera, y el cuadro de Mel se puede subir hasta por las paredes. Puede que sea hasta inalcanzable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario