A las cuatro en punto de la tarde de este sábado día 27, el colegiado valenciano Martínez Manuera saltó al terreno de juego del estadio verdiblanco de Heliópolis y probó con un balón cómo el esférico flotaba en la piscina en la que se había convertido el campo de juego, por las fuertes lluvias caídas durante todo el día sobre Sevilla. El público, escaso, se refugió debajo de las gradas o bajo el paraguas protector para ver la decisión final que tomaba el juez de este choque entre el Real Betis y el Barcelona B.
Gran parte del terreno de juego del estadio verdiblanco estaba impracticable y era imposible jugar al fútbol. El campo era más bien una piscina para jugar al waterpolo.
Ahora, Federación y clubes tendrán que reunirse para fijar una fecha dentro del calendario. Parece ser que el encuentro se ha de disputar antes de que acabe la primera vuelta.
Gran parte del terreno de juego del estadio verdiblanco estaba impracticable y era imposible jugar al fútbol. El campo era más bien una piscina para jugar al waterpolo.
Ahora, Federación y clubes tendrán que reunirse para fijar una fecha dentro del calendario. Parece ser que el encuentro se ha de disputar antes de que acabe la primera vuelta.
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