PLAZA DE TOROS DE LA REAL MAESTRANZA.- 25º FESTEJO DE ABONO. Domingo 13 de junio de 2010.
FICHA DEL FESTEJO:
Se lidiaron novillos de Fidel San Román, bien presentados y desiguales de comportamiento, destacando el tercero.
Alejandro Espla, silencio y silencio tras aviso.
El Nico, silencio y silencio.
Angelino de Arriaga, ovación y silencio.
Bastante más de media plaza.
CRÓNICA:
Tiene mucho mérito las ganas de toros, en este caso de novilladas, que tiene la afición sevillana. Aguanta estoicamente lo que le echen. Fue un festejo soso y a veces aburrido, porque a pesar de las buenas hechuras del ganado –no es que fueran peritas en dulce--, los tres debutantes no lograron entusiasmar al respetable.
En esta novillada pasó de todo. El tercer novillo fue espléndido y recibió una ovación en el arrastre. Algunos novilleros y banderilleros tuvieron que saltar el olivo, porque las reses buscaban el cuerpo a cuerpo en el albero. Dos de los novillos derribaron a los caballos y uno de los animales también quiso saltar la tapia del burladero. Otros dos hicieron la pirueta en la arena del coso del Baratillo.
Pero el festejo no tuvo gancho. Es verdad que los tres debutantes en la plaza de toros lo intentaron de todas formas. Unos con más arte y otros con más tremendismo, pero la lucha entre los novillos y los novilleros fue muy desigual. A veces, muchas veces, el ganado fue bastante más superior que el poder de los novilleros, que están aún muy verdes para menesteres taurinos de esta guisa.
El alicantino Espla, ni fu ni fa; Nico, el granadino, ni te cuento; el mexicano Aguinaga, tal vez, tuvo detalles en el tercero de la jornada, escuchando una ovación. Al menos, el chaval de Apizaco –diecinueve años--, salió a la arena para saludar.
Tiene mucho mérito las ganas de toros, en este caso de novilladas, que tiene la afición sevillana. Aguanta estoicamente lo que le echen. Fue un festejo soso y a veces aburrido, porque a pesar de las buenas hechuras del ganado –no es que fueran peritas en dulce--, los tres debutantes no lograron entusiasmar al respetable.
En esta novillada pasó de todo. El tercer novillo fue espléndido y recibió una ovación en el arrastre. Algunos novilleros y banderilleros tuvieron que saltar el olivo, porque las reses buscaban el cuerpo a cuerpo en el albero. Dos de los novillos derribaron a los caballos y uno de los animales también quiso saltar la tapia del burladero. Otros dos hicieron la pirueta en la arena del coso del Baratillo.
Pero el festejo no tuvo gancho. Es verdad que los tres debutantes en la plaza de toros lo intentaron de todas formas. Unos con más arte y otros con más tremendismo, pero la lucha entre los novillos y los novilleros fue muy desigual. A veces, muchas veces, el ganado fue bastante más superior que el poder de los novilleros, que están aún muy verdes para menesteres taurinos de esta guisa.
El alicantino Espla, ni fu ni fa; Nico, el granadino, ni te cuento; el mexicano Aguinaga, tal vez, tuvo detalles en el tercero de la jornada, escuchando una ovación. Al menos, el chaval de Apizaco –diecinueve años--, salió a la arena para saludar.
El próximo domingo, 20 de junio, se celebrará el 26º festejo de abono. Habrá seis novillos de la ganadería de El Serrano para José María Arenas, José Arévalo y Diego Silveti.
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