domingo, 2 de mayo de 2010

TOROS EN SEVILLA.- No fue bravo ni manejable el ganado de Guardiola para la novillada internacional

TOROS EN SEVILLA.- Un cartel internacional de novilleros en la Real Maestranza

Lo importante de la convocatoria taurina ha sido la buena asistencia de aficionados, que cubrieron mucho más de la tercera parte de la plaza. Siempre es atractivo el ganado de Guardiola, aunque diste mucho de sus buenos tiempos. También la Empresa Pagés preparó una novillada casi internacional, con un mexicano, un francés y un chaval de la tierra sevillana de Dos Hermanas.

FICHA DE LA NOVILLADA

Plaza de Toros de la Real Maestranza. Domingo, 2 de mayo. Se lidiaron seis novillos de Herederos de Guardiola, mansos, pero con peso y bien presentados.

Arturo Saldívar, aplausos y silencio
Manuel Fernández, aplausos y silencio
Thomás Duffau, aplausos y silencio
seis novillos de los Herederos de Salvador Guardiola -el cuarto como sobrero-, muy bien presentados, Saludaron en banderillas Curro Robles, Rafael Lisita y Luís Leal. También lo hizo Jesús Robledo "Tito" por el quite providencial que le hizo a su compañero Rafael sita a la salida de un par en el sexto de la tarde.
Presidió el festejo Julián Silguero, con Pina Valero de asesor veterinario, y Martín Cartaya, de asesor artístico. Silguero devolvió al corral el cuarto toro de Guardiola, “Pobrero”, por el sobrero “Madrileño”, de la misma ganadería.

CRÓNICA
Poco dio de sí esta primera novillada celebrada tras las corridas del ciclo de Feria. Tenía el atractivo de las reses de la marca Guardiola, aunque no dieron el juego deseado. Muchos novilleros mostraron su mansedumbre y, además, ninguno o casi ninguno, realizaron ese bonito juego de la cita del picador desde lejos, que era una estampa tradicional con el ganador de los Guardiola.
La afición, que acudió en bastante número –más público junto a los abonados--, aguantó el calor y el aburrimiento. Los novilleros pusieron todo de su parte, pero a veces faltó continuidad, serenidad, sosiego, temple y dominio. Otras veces, los novillos no acompañaron a los deseos y las ganas de los jóvenes novilleros.
Para colmo se estropeó el cuarto novillo y tuvo que ser sustituido por otro de la misma ganadería, ante la insistencia del público que llegó a meter la bronca a la presidencia de la plaza.
Quizás el nazareno Manuel Fernández, pese a los tropezones con el primer toro, dejó alguna agradable estampa torera sobre el albero del coso del Baratillo. Con el capote hizo lances brillantes y hasta escuchó música con “Violín” en la alterada faena de muleta.
Tanto el mexicano de Aguascalientes, Arturo Zaldívar, como el francés de Mont de Marsant, Thomás Duffau, intentaron agradar a la parroquia, pero a veces faltó ganado y compenetración. Todos fueron hábiles con la espada. Al menos, estos detalles agradaron.

FERNANDO GELÁN

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