* A partir del 22 de agosto, día en el que se celebrará la ceremonia inaugural de la America’s Cup, el equipo apoyado por Alpine competirá por la victoria a bordo del barco AC75 en Barcelona, ciudad en la que recientemente se ha inaugurado el primer Atelier Alpine a nivel mundial.
Tras ser aceptada su inscripción en enero 2023, el OERT iniciaba su estela formando un equipo las 120 personas, entre ellas 20 mujeres. El primer desafío para el equipo galo fue la construcción del barco AC75 en el astillero Multiplast (Vannes, Francia), transportado a Barcelona tras su finalización y ser oficialmente bautizado el 29 de marzo. Hasta ese momento, el equipo fue construyendo su base en el puerto de Barcelona a la vez que realizaba intensas jornadas de entrenamiento, alternando la navegación en un AC 40 y sesiones en el simulador, una herramienta de alta tecnología imprescindible como lo también los es en el equipo Alpine de Formula 1.
La prohibición de tener dos barcos AC 75 impide realizar entrenamientos simultáneos donde compararlo, por lo que el análisis de la toma de datos con la ayuda de más de 80 sensores es fundamental. Esta cuantiosa información registra el factor mecánico y también las prestaciones que la tripulación exprime al barco buscando el máximo rendimiento. Así, toda la actividad del equipo gira en torno a la navegación del barco.
El shore crew, equipo de mantenimiento, comparable a los mecánicos de Alpine en sus boxes, empieza la coreografía del día sacando el barco de su hangar, ponerlo en el agua y montar el mástil. Mientras tanto, la tripulación se prepara. A las 8 de la mañana comienzan una sesión de gimnasio, combinando ejercicios aeróbicos y de musculación acordes a los distintos roles que desempeñan a bordo. Tras una hora ejercitándose y un breve descanso, tienen la primera reunión importante del día, donde la parte deportiva y técnica establecen los objetivos a seguir durante la navegación.
“Después del breefing matinal los tripulantes vamos al barco y comprobamos junto al shore crew que todos los sistemas funcionan”, explica Kévin Peponnet, uno de los timoneles junto al patrón Quentin Delapierre. “Soltamos amarras para salir al mar sobre las 12 de mediodía y navegamos 4 o 5 horas. La primera parte del entrenamiento la dedicamos a las pruebas técnicas planeadas anteriormente, y terminamos la sesión con la parte deportiva, donde primero entrenamos dos o tres salidas y luego navegamos dos o tres recorridos iguales al de las regatas”. Salvo posibles excepciones, la rutina es que el barco navega dos días y el tercero no sale al mar para realizar trabajos de mantenimiento, reparaciones y poder introducir mejoras o modificaciones de algunas piezas.
Una hora después de regresar al puerto hasta la base del equipo, la tripulación se reúne de nuevo con los técnicos para analizar la sesión y terminan su día a las 19 horas. Entre los técnicos no falta Pierre Marzin del crucial departamento de mecatrónica. “Nuestras jornadas son algo más largas que la de los tripulantes. Aunque nosotros también empezamos a las 8 de la mañana, solemos estar 12 horas, siempre que no surja alguna situación que requiera nuestra dedicación de manera urgente, sea por una avería sufrida o por implementar algún cambio urgente en el barco”.
Mientras el barco está navegando, el departamento de mecatrónica monitoriza toda la información en tiempo real. La toma de datos de los sensores alimenta dos ordenadores a bordo, uno para la hidráulica y partes mecánicas, mientras el segundo recoge todos los datos de la instrumentación electrónica (velocidad del barco y del viento, rumbo y ángulo respeto a la dirección del viento, las inclinaciones laterales o longitudinales, etc.). En permanente comunicación con la tripulación y los entrenadores, pueden intervenir directamente en el barco modificando algunos de sus parámetros o incluso sugiriendo a la tripulación que varíe como realizan determinadas maniobras.
Las tareas diarias en la base son muchas y tan variadas como puedan ser los requerimientos del chef y su equipo para que todo el mundo desayune, coma, meriende y algunos cenen, o como las de las áreas del departamento técnico, donde los ingenieros y diseñadores navales idean y proponen nuevas soluciones, que posteriormente son probadas en simulador para conocer su efectividad. Un curioso a la vez que discreto ejemplo es el análisis de los competidores, observando y desmenuzando fotos y videos de su navegación para sacar conclusiones que puedan aplicar.
Alpine estará en Barcelona el 22 de agosto de 2024 con motivo de la ceremonia inaugural de la America's Cup. La marca estará presente con una exposición 360º para apoyar al equipo e instalará una zona para recibir a los aficionados a la vela y donde ya será posible realizar pedidos de Alpine A290, el nuevo urbano deportivo eléctrico que inaugura el Dream Garage. También ha proporcionado una flota de vehículos a los miembros de la tripulación del Orient Express Racing Team.
Alpine previa America's Cup
Ver la mediateca
* Fernando Poveda Delgado
La prohibición de tener dos barcos AC 75 impide realizar entrenamientos simultáneos donde compararlo, por lo que el análisis de la toma de datos con la ayuda de más de 80 sensores es fundamental. Esta cuantiosa información registra el factor mecánico y también las prestaciones que la tripulación exprime al barco buscando el máximo rendimiento. Así, toda la actividad del equipo gira en torno a la navegación del barco.
El shore crew, equipo de mantenimiento, comparable a los mecánicos de Alpine en sus boxes, empieza la coreografía del día sacando el barco de su hangar, ponerlo en el agua y montar el mástil. Mientras tanto, la tripulación se prepara. A las 8 de la mañana comienzan una sesión de gimnasio, combinando ejercicios aeróbicos y de musculación acordes a los distintos roles que desempeñan a bordo. Tras una hora ejercitándose y un breve descanso, tienen la primera reunión importante del día, donde la parte deportiva y técnica establecen los objetivos a seguir durante la navegación.
“Después del breefing matinal los tripulantes vamos al barco y comprobamos junto al shore crew que todos los sistemas funcionan”, explica Kévin Peponnet, uno de los timoneles junto al patrón Quentin Delapierre. “Soltamos amarras para salir al mar sobre las 12 de mediodía y navegamos 4 o 5 horas. La primera parte del entrenamiento la dedicamos a las pruebas técnicas planeadas anteriormente, y terminamos la sesión con la parte deportiva, donde primero entrenamos dos o tres salidas y luego navegamos dos o tres recorridos iguales al de las regatas”. Salvo posibles excepciones, la rutina es que el barco navega dos días y el tercero no sale al mar para realizar trabajos de mantenimiento, reparaciones y poder introducir mejoras o modificaciones de algunas piezas.
Una hora después de regresar al puerto hasta la base del equipo, la tripulación se reúne de nuevo con los técnicos para analizar la sesión y terminan su día a las 19 horas. Entre los técnicos no falta Pierre Marzin del crucial departamento de mecatrónica. “Nuestras jornadas son algo más largas que la de los tripulantes. Aunque nosotros también empezamos a las 8 de la mañana, solemos estar 12 horas, siempre que no surja alguna situación que requiera nuestra dedicación de manera urgente, sea por una avería sufrida o por implementar algún cambio urgente en el barco”.
Mientras el barco está navegando, el departamento de mecatrónica monitoriza toda la información en tiempo real. La toma de datos de los sensores alimenta dos ordenadores a bordo, uno para la hidráulica y partes mecánicas, mientras el segundo recoge todos los datos de la instrumentación electrónica (velocidad del barco y del viento, rumbo y ángulo respeto a la dirección del viento, las inclinaciones laterales o longitudinales, etc.). En permanente comunicación con la tripulación y los entrenadores, pueden intervenir directamente en el barco modificando algunos de sus parámetros o incluso sugiriendo a la tripulación que varíe como realizan determinadas maniobras.
Las tareas diarias en la base son muchas y tan variadas como puedan ser los requerimientos del chef y su equipo para que todo el mundo desayune, coma, meriende y algunos cenen, o como las de las áreas del departamento técnico, donde los ingenieros y diseñadores navales idean y proponen nuevas soluciones, que posteriormente son probadas en simulador para conocer su efectividad. Un curioso a la vez que discreto ejemplo es el análisis de los competidores, observando y desmenuzando fotos y videos de su navegación para sacar conclusiones que puedan aplicar.
Alpine estará en Barcelona el 22 de agosto de 2024 con motivo de la ceremonia inaugural de la America's Cup. La marca estará presente con una exposición 360º para apoyar al equipo e instalará una zona para recibir a los aficionados a la vela y donde ya será posible realizar pedidos de Alpine A290, el nuevo urbano deportivo eléctrico que inaugura el Dream Garage. También ha proporcionado una flota de vehículos a los miembros de la tripulación del Orient Express Racing Team.
Alpine previa America's Cup
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* Fernando Poveda Delgado
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