* El programa Garantía Vivienda Joven supera las expectativas antes de que se cumpla el primer año desde su puesta en funcionamiento
El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de la evolución del programa Garantía Vivienda Joven, el aval hipotecario de la Junta de Andalucía, que ya ha superado las previsiones de su primer año con más de mil jóvenes andaluces que han podido comprar su primera vivienda. Con este programa, dirigido a jóvenes de hasta 35 años, la Junta de Andalucía facilita un aval del 15% en la hipoteca lo que, unido al 80% que generalmente ofrecen los bancos, permite cubrir hasta el 95% del coste de la vivienda.
La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda había estimado que en torno a mil jóvenes se acogerían a este aval hipotecario durante el primer año. Antes de agotar el plazo de un año de la convocatoria, se ha superado el objetivo marcado, con 1.062 beneficiarios a fecha del 22 de julio, ha informado la Junta de Andalucía.
El programa Garantía Vivienda Joven nació en 2023 a la vista de las dificultades que tenían los jóvenes en el acceso a una vivienda y que se ha visto agravadas en los últimos años. La evolución tanto del mercado inmobiliario como del mercado laboral complica que los jóvenes puedan obtener los ahorros necesarios para la entrada de la vivienda, que era la principal causa de la baja tasa de compradores menores de 35 años. El aval hipotecario de la Junta de Andalucía supone una fórmula que facilita a estos colectivos el poder acceder a la adquisición de su primera vivienda.
El programa Garantía Vivienda Joven no sólo ha supuesto un balón de oxígeno para los jóvenes que estaban a la búsqueda de su primera vivienda, sino también un estímulo para la reactivación del mercado inmobiliario. Las operaciones que se han activado de la mano de este aval hipotecario suman un montante de más de 117 millones de euros.
Los jóvenes pueden acogerse al programa Garantía Vivienda Joven en alguna de las cerca de 2.500 oficinas de ocho entidades financieras: Caixabank, Cajamar, Cajasur, Caja Rural de Granada, Caja Rural del Sur, Ibercaja, Santander y Unicaja. Como entidades colaboradoras, los bancos acreditarán el cumplimiento de los requisitos de los solicitantes, que deberán estar empadronados en un municipio de Andalucía, tener hasta 35 años cumplidos y destinar la vivienda a domicilio habitual durante dos años como mínimo. Sólo se prestarán garantías hipotecarias para adquirientes de primera vivienda, ya sea libre o protegida o sea nueva o usada.
También es un requisito indispensable encontrarse al corriente del cumplimiento de las obligaciones tributarias y de la Seguridad Social. Con el préstamo preconcedido, la Junta de Andalucía resuelve la concesión de la garantía y, posteriormente, queda concedido el préstamo.
El aval hipotecario de la Junta se aplica para viviendas con un precio de referencia máximo de 295.240 euros con carácter general, si bien ese límite se vería incrementado en un 20% para viviendas con clasificación energética A o B. No obstante, la media de las hipotecas acogidas al programa Garantía Vivienda Joven es de 110.558 euros. Por provincias, Sevilla es la que ha contado con más solicitantes beneficiarios, seguida por Málaga, Granada, Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva y Jaén.
La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda había estimado que en torno a mil jóvenes se acogerían a este aval hipotecario durante el primer año. Antes de agotar el plazo de un año de la convocatoria, se ha superado el objetivo marcado, con 1.062 beneficiarios a fecha del 22 de julio, ha informado la Junta de Andalucía.
El programa Garantía Vivienda Joven nació en 2023 a la vista de las dificultades que tenían los jóvenes en el acceso a una vivienda y que se ha visto agravadas en los últimos años. La evolución tanto del mercado inmobiliario como del mercado laboral complica que los jóvenes puedan obtener los ahorros necesarios para la entrada de la vivienda, que era la principal causa de la baja tasa de compradores menores de 35 años. El aval hipotecario de la Junta de Andalucía supone una fórmula que facilita a estos colectivos el poder acceder a la adquisición de su primera vivienda.
El programa Garantía Vivienda Joven no sólo ha supuesto un balón de oxígeno para los jóvenes que estaban a la búsqueda de su primera vivienda, sino también un estímulo para la reactivación del mercado inmobiliario. Las operaciones que se han activado de la mano de este aval hipotecario suman un montante de más de 117 millones de euros.
Los jóvenes pueden acogerse al programa Garantía Vivienda Joven en alguna de las cerca de 2.500 oficinas de ocho entidades financieras: Caixabank, Cajamar, Cajasur, Caja Rural de Granada, Caja Rural del Sur, Ibercaja, Santander y Unicaja. Como entidades colaboradoras, los bancos acreditarán el cumplimiento de los requisitos de los solicitantes, que deberán estar empadronados en un municipio de Andalucía, tener hasta 35 años cumplidos y destinar la vivienda a domicilio habitual durante dos años como mínimo. Sólo se prestarán garantías hipotecarias para adquirientes de primera vivienda, ya sea libre o protegida o sea nueva o usada.
También es un requisito indispensable encontrarse al corriente del cumplimiento de las obligaciones tributarias y de la Seguridad Social. Con el préstamo preconcedido, la Junta de Andalucía resuelve la concesión de la garantía y, posteriormente, queda concedido el préstamo.
El aval hipotecario de la Junta se aplica para viviendas con un precio de referencia máximo de 295.240 euros con carácter general, si bien ese límite se vería incrementado en un 20% para viviendas con clasificación energética A o B. No obstante, la media de las hipotecas acogidas al programa Garantía Vivienda Joven es de 110.558 euros. Por provincias, Sevilla es la que ha contado con más solicitantes beneficiarios, seguida por Málaga, Granada, Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva y Jaén.
Informa finalmente la Junta de Andalucía que este programa no sólo facilita el acceso a la vivienda a los jóvenes, sino que incide en el impulso de la actividad económica, del empleo y de la actividad financiera; influyendo no sólo en el sector de la construcción, sino también en otras actividades que van desde el mobiliario hasta la puesta en uso de la vivienda adquirida. Todo ello genera puestos de trabajo directos e indirectos, pero, además, significa también un retorno a las arcas públicas por los impuestos y tasas que gravan la actividad. (Foto: JA).
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