* Mons. Asenjo: “No se puede anunciar a Jesús en el mundo obrero sin una fuerte experiencia de Dios”
La Acción Conjunta contra el Paro (ACCP) unida a las entidades que promueven la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) celebró la Solemnidad de San José Obrero y el Día Internacional del Trabajo, con una Eucaristía en la Parroquia Jesús Obrero, presidida por el Administrador Apostólico de la Archidiócesis de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, informa la Archidiócesis de Sevilla.Durante su homilía, monseñor Asenjo expresó su alegría de poder compartir la memoria litúrgica de san José Obrero, con los militantes cristianos en el mundo obrero. “No se puede anunciar a Jesús en el mundo obrero sin una fuerte experiencia de Dios. El Señor en el Evangelio nos dice que sin Él no podemos hacer nada. Sin el contacto con Él, la palabra de nosotros en el mundo obrero será como metales que aturden”, manifestó.
En esta línea, manifestó que “con la Doctrina Social de la Iglesia en la mano es necesario contemplar la necesidad de compartir y de repartir, en la dimensión social de la riqueza. Es obligación vuestra anunciar a Jesucristo en vuestros espacios. San Pablo, solo comparable con San Francisco Javier y San Juan de Ávila, a pesar de que le quisieron tapar la boca no dejó de anunciar a Jesucristo. No pudieron acallar su suerte, porque en realidad habían recibido un tesoro”.
El Administrador Apostólico de la Archidiócesis de Sevilla refirió que “en este día de san José Obrero debemos considerar el trabajo humilde, la enorme dignidad del trabajo que responde al plan de Dios, Él creó al hombre y a la mujer para que trabajasen, podemos decir que Dios deja la creación involuntariamente inacabada, inconclusa para que nosotros la ennoblezcamos, defendamos la dignidad del trabajo”, subrayó.
Trabajos precarios en España
Monseñor Asenjo lamentó la “situación pavorosa actual que va a llevar a España a los cinco millones y medio de parados y más de dos millones de familias en la que sus miembros están en el paro. Podemos hablar también de trabajos precarios, o de empleos agotadores que casi recuerdan las jornadas de la Revolución Industrial, pasando por dificultades al conciliar el trabajo con el mundo familiar”.
Los jóvenes y las mujeres- ha dicho- no pueden conciliar una vida familiar con los salarios cortos y abusivos que perciben. “Yo os invito a denunciar este tipo de cosas. La denunciar profética, mesurada y nunca por medios violentos. Pidamos al Señor ponga su mano para que suprima todas las cosas que nos hacen sufrir. Yo estoy seguro de que sois conscientes de que la mayor riqueza es tener a Jesús, fuente de una esperanza que nunca defrauda. Clama, no ceses de clamar, no ceses de anunciar a Jesucristo en nuestros ambientes. Nada más necesita nuestro mundo que a Jesucristo”.
¡Ahora más que nunca: Trabajo Decente
Antes de la Eucaristía, concelebrada por Salvador Diánez, delegado diocesano de Migraciones y Andrés González, párroco de Jesús Obrero, se hizo lectura del Manifiesto en el que subrayó “la importancia del trabajo como actividad humana que acrecienta la dignidad de cada persona y de sus familias. Con el trabajo cuidamos al conjunto de la sociedad y al planeta. Además, con el trabajo participamos en nuestra propia humanización, en la sostenibilidad de la Creación y en el advenimiento del Reino”.
También, durante los diversos testimonios aportados al inicio de la Santa Misa, por miembros de la Pastoral Obrera, se alertó que “el impacto de la pandemia ha acelerado los procesos que debilitan el derecho al trabajo, y empobrecen, precarizan y descartan a millones de trabajadores, principalmente mujeres y jóvenes. Que el trabajo esté en riesgo supone que el pacto social entre en crisis y, con ello, la propia democracia”.
Con la lectura del Manifiesto, desde la Acción Conjunta contra el Paro han denunciado que, con motivo de la pandemia, “se han destruido miles de empleos y muchos de los ERTE se han resuelto, finalmente, en despidos. En la provincia de Sevilla nos encontramos con 228.989 personas paradas, son muchas. Los contratos temporales en marzo suponen el 88,95% del total de los realizados”.
En ese sentido, consideran oportuno “destacar que es fundamental una política que promueva la fraternidad y permita la amistad social al servicio del bien común. De ahí que en este Primero de Mayo el gran tema es el trabajo, una dimensión esencial para promover el bien del pueblo y el acceso a una vida digna en una sociedad más decente. Instamos, ahora más que nunca, a adoptar las medidas necesarias para conseguir que el trabajo decente sea una realidad accesible para todas las personas, con condiciones que permitan mantener una vida digna y una protección social que llegue a todas las personas que lo necesitan”.
A la celebración eucarística y al gesto previo --informa finalmente la Archidiócesis de Sevilla--, acudieron también Diego Márquez, delegado de Pastoral Obrera, Miguel Carbajo, presidente de la Hermandad Obrera de Acción Católica Sevilla (HOAC) y Mariano Pérez Ayala, director de Cáritas Diocesana. (Fotos: AS).
En esta línea, manifestó que “con la Doctrina Social de la Iglesia en la mano es necesario contemplar la necesidad de compartir y de repartir, en la dimensión social de la riqueza. Es obligación vuestra anunciar a Jesucristo en vuestros espacios. San Pablo, solo comparable con San Francisco Javier y San Juan de Ávila, a pesar de que le quisieron tapar la boca no dejó de anunciar a Jesucristo. No pudieron acallar su suerte, porque en realidad habían recibido un tesoro”.
El Administrador Apostólico de la Archidiócesis de Sevilla refirió que “en este día de san José Obrero debemos considerar el trabajo humilde, la enorme dignidad del trabajo que responde al plan de Dios, Él creó al hombre y a la mujer para que trabajasen, podemos decir que Dios deja la creación involuntariamente inacabada, inconclusa para que nosotros la ennoblezcamos, defendamos la dignidad del trabajo”, subrayó.
Trabajos precarios en España
Monseñor Asenjo lamentó la “situación pavorosa actual que va a llevar a España a los cinco millones y medio de parados y más de dos millones de familias en la que sus miembros están en el paro. Podemos hablar también de trabajos precarios, o de empleos agotadores que casi recuerdan las jornadas de la Revolución Industrial, pasando por dificultades al conciliar el trabajo con el mundo familiar”.
Los jóvenes y las mujeres- ha dicho- no pueden conciliar una vida familiar con los salarios cortos y abusivos que perciben. “Yo os invito a denunciar este tipo de cosas. La denunciar profética, mesurada y nunca por medios violentos. Pidamos al Señor ponga su mano para que suprima todas las cosas que nos hacen sufrir. Yo estoy seguro de que sois conscientes de que la mayor riqueza es tener a Jesús, fuente de una esperanza que nunca defrauda. Clama, no ceses de clamar, no ceses de anunciar a Jesucristo en nuestros ambientes. Nada más necesita nuestro mundo que a Jesucristo”.
¡Ahora más que nunca: Trabajo Decente
Antes de la Eucaristía, concelebrada por Salvador Diánez, delegado diocesano de Migraciones y Andrés González, párroco de Jesús Obrero, se hizo lectura del Manifiesto en el que subrayó “la importancia del trabajo como actividad humana que acrecienta la dignidad de cada persona y de sus familias. Con el trabajo cuidamos al conjunto de la sociedad y al planeta. Además, con el trabajo participamos en nuestra propia humanización, en la sostenibilidad de la Creación y en el advenimiento del Reino”.
También, durante los diversos testimonios aportados al inicio de la Santa Misa, por miembros de la Pastoral Obrera, se alertó que “el impacto de la pandemia ha acelerado los procesos que debilitan el derecho al trabajo, y empobrecen, precarizan y descartan a millones de trabajadores, principalmente mujeres y jóvenes. Que el trabajo esté en riesgo supone que el pacto social entre en crisis y, con ello, la propia democracia”.
Con la lectura del Manifiesto, desde la Acción Conjunta contra el Paro han denunciado que, con motivo de la pandemia, “se han destruido miles de empleos y muchos de los ERTE se han resuelto, finalmente, en despidos. En la provincia de Sevilla nos encontramos con 228.989 personas paradas, son muchas. Los contratos temporales en marzo suponen el 88,95% del total de los realizados”.
En ese sentido, consideran oportuno “destacar que es fundamental una política que promueva la fraternidad y permita la amistad social al servicio del bien común. De ahí que en este Primero de Mayo el gran tema es el trabajo, una dimensión esencial para promover el bien del pueblo y el acceso a una vida digna en una sociedad más decente. Instamos, ahora más que nunca, a adoptar las medidas necesarias para conseguir que el trabajo decente sea una realidad accesible para todas las personas, con condiciones que permitan mantener una vida digna y una protección social que llegue a todas las personas que lo necesitan”.
A la celebración eucarística y al gesto previo --informa finalmente la Archidiócesis de Sevilla--, acudieron también Diego Márquez, delegado de Pastoral Obrera, Miguel Carbajo, presidente de la Hermandad Obrera de Acción Católica Sevilla (HOAC) y Mariano Pérez Ayala, director de Cáritas Diocesana. (Fotos: AS).
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