COFRADÍAS.- Tras el anuncio de convocatoria de elecciones del Consejo de Cofradías de Sevilla ya han comenzado las carreras --"no oficiales--, para llegar a la presidencia del organismo cofradiero

Vélez, Piñero, Esquivias… La casa de la calle San Gregorio, en el Casco Antiguo de Sevilla, espera con mucha impaciencia que la silla del futuro gobernador de las Cofradías de la Ciudad conquistada por San Fernando sea ocupada por alguien que sepa manejar bien los mandos, con el fin de que en el mundo de las hermandades de la ciudad no haya tantos dimes y diretes.
Tras la mediática dimisión del macareno, Joaquín Sainz de la Maza, que solo ha presidido el organismo que agrupa a las hermandades y cofradías de la ciudad algo más de dos años, han comenzado las carreras, no oficiales, para llegar a la meta presidencial.
Durante estos últimos días se han dado a conocer todas las idas y venidas de Sainz de la Maza y de Piñero al Palacio Arzobispal, que han celebrado reuniones con los representantes de la jerarquía eclesiástica.
El primero, Sainz de la Maza, para presentar su dimisión --aún no se sabe los verdaderos motivos de su marcha--, y el segundo, Piñero, para anunciar que no deseaba continuar como presidente interino, aunque a la actual Junta Superior aún le faltaban dos años para el final de su mandato.

Asimismo, en esa reunión en Palacio, Piñero solicitó la convocatoria de elecciones, que el Consejo ya las ha anunciado para el mes de septiembre de este 2018.
Pero Piñero no ha dejado de forma muy clara si se presentará o no a estos próximos comicios cofradieros, que ya están formalizados por la actual Junta provisional del Consejo de Hermandades. 

El único del paso adelante ha sido el del tesorero, Paco Vélez, que tiene a las glorias muy de su parte.
En todo este complicado mundo cofradiero --en el año 2012 dimitió también, Adolfo Arenas del Castillo, porque tuvo sus enfrentamientos con miembros de la Junta Superior de esta institución--, ya hay muchos aspirantes a presidir el Consejo --además de Vélez--, y para formar parte de la Junta Superior, que están moviendo sus hilos.
Pero es una pena que se esté ofreciendo este sorprendente y triste panorama del mundo de las cofradías. No se puede dar tan mala imagen de esta institución. Los cofrades comprometidos de Sevilla han de guardar el orden y la compostura y pensar que tienen que hacer, con una dura cruz a cuestas, una buena y anónima estación de penitencia tras los pasos de Cristo y de la Virgen María.

FERNANDO GELÁN.-