El Junta de Gobierno aprobó ayer inicialmente el Plan Municipal de Vivienda, Suelo y Rehabilitación de Sevilla para los años 2018-2023. Con la publicación en el sitio web de Emvisesa, se inicia el plazo de información pública que concluiría el 28 de septiembre o bien 30 días después de la publicación del Plan Municipal en el Boletín Oficial de la Provincia, paso previo a su aprobación definitiva.
De este modo, se han convocado ya para la primera quincena de septiembre las mesas de participación de vivienda de Emvisesa -esto son, social, ciudadana, financiera, asociativa y profesional- para analizar el plan.
El Plan Municipal de Vivienda 2018-2023 prevé alcanzar las 3.500 viviendas en este periodo con algún tipo de protección a través de una estrategia en la que se priorice el alquiler, la rehabilitación, la captación de viviendas vacías y los programas sociales. Este plan, el primero con el que se cuenta la ciudad desde la derogación sin alternativa del anterior documento en el año 2012, es el resultado de un trabajo de diagnóstico y de un proceso de participación que se ha prolongado durante el último año.
El Plan Municipal de vivienda establece un total de 20 medidas de intervención en el sector de la vivienda diseñadas para favorecer el acceso a la misma por parte de la ciudadanía y dar respuesta a los distintos tipos de necesidades de la población. El Plan parte de una intervención público-privada y cuenta con una planificación presupuestaria que asciende a los 318 millones de euros para este periodo.
Con esta programación se generan una serie de medidas para incrementar el parque de viviendas asequibles y sociales, en su mayor parte en alquiler, con el objetivo de alcanzar las 3.500, así como un programa de ayudas sociales y a la rehabilitación a través de distintas líneas de trabajo. Toda esta programación se asienta sobre el proceso de diagnóstico y participación que se ha llevado a cabo y sobre las medidas que se han venido adoptando durante este año.
Entre las medidas incorporadas destaca en primer lugar la apuesta por el desbloqueo de los suelos privados reservados para VPO que llevan años paralizados. Se propone facilitar que estos terrenos sean destinados a alquileres asequibles, una figura de protección prevista en la normativa, que alcanza a hogares con ingresos de hasta 5,5 veces el IPREM por periodos de 10 años y con rentas que se sitúan entre un 20 y un 40% por debajo de los precios de mercado. Con esta línea se pretenden alcanzar el millar de viviendas, fomentando el mercado del alquiler y dando respuesta a una parte de la demanda. Esta línea se complementa con los programas de ayudas sociales a las familias desde el Ayuntamiento que permitirán generar recursos para aquellos que lo requieran.
En segundo lugar, se incorporan y refuerzan las líneas de promoción pública de viviendas ya establecidas en la estrategia de ampliación urgente del parque de viviendas. En este caso, se marca como objetivo alcanzar las 1.098 a través de nueva promoción y rehabilitación. Una parte de esta promoción se destinará a la venta con el objetivo de financiar el resto de líneas de intervención pública como la promoción de alquiler o la compra de pisos.
En tercer lugar, se refuerza la línea de intervención sobre las viviendas vacías a través de la compra y el alquiler con una previsión de alcanzar las 550 viviendas en el periodo de tiempo que abarca el plan. Para ello, se van a habilitar nuevas líneas de financiación y desde septiembre, una vez cerrado el primer programa de captación, se abrirá una convocatoria abierta permanentemente para la venta de viviendas a Emvisesa.
En cuarto lugar, el Plan genera estrategias de rehabilitación e intervención sobre la infravivienda que en la programación diseñada se centran especialmente en la zona de Pajaritos y Tres Barrios con una intervención sobre en torno a 300 viviendas en ese periodo definido por el plan y con un modelo en el que se prevé la colaboración entre administraciones.
Por último, destaca la apuesta por la incorporación de nuevas líneas de cooperativas de viviendas con una apuesta por la innovación social. Así se prevé generar bolsas de suelo que sean licitadas para cooperativas que desarrollen modelos de intervención social en las que se priorizarán fórmulas de convivencia entre personas mayores y jóvenes como la que Emvisesa tiene previsto llevar a cabo en el entorno de San Vicente.
Además de estas medidas, el plan 2018-2023 incorpora otra batería de iniciativas como los programas de ayudas al alquiler, la cesión de pisos a entidades sin ánimo de lucro, la Oficina Municipal por el Derecho a la Vivienda Digna, el protocolo de convivencia, las ayudas sociales a través del Programa de Prestaciones Complementarias; los procesos de participación y comunicación o una política fiscal acorde con las líneas estratégicas del plan a través de las ordenanzas. (Foto: Archivo GN).
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