lunes, 12 de septiembre de 2016

EL REMATE DE FERNADO GELÁN.- Unas agónicas pero importantes victorias del Sevilla y Betis en la tercera jornada de la Liga Santander

Concluyó el domingo la tercera jornada de la Liga Santander. Nuestros dos equipos, los dos clubes de la ciudad de la Giralda, vencieron a sus respectivos rivales.
El Sevilla de Sampaoli jugó el sábado ante la Unión Deportiva Las Palmas en el Sánchez Pizjuan y logró tres importantes puntos para colocarse en la segunda posición de la tabla clasificatoria del torneo de la regularidad.
Por su parte, el Betis jugó el domingo ante el Valencia en Mestalla y también amarró una victoria en el tiempo de descuento. Aunque el equipo que prepara Poyet, en la grada por sanción federativa, llegó a estar con 0-2 a su favor, el equipo de Ayestarán igualó la contienda y a punto estuvo de remontar la renta que tenía el cuadro verdiblanco. Afortunadamente, tras un periodo de tensión y agonía, el delantero bético, es decir, Rubén Castro --actual máximo goleador de la Liga--, marcó el 2-3 en el último minuto del tiempo de descuento.
Sevilla y Betis, los blancos el sábado y los verdiblancos --de amarillo en Mestalla-- el domingo, alcanzaron dos premios gordos, aunque con sufrimiento y con bastante agonía, ante el cuadro de la Unión Deportiva Las Palmas y el Valencia.

VICTORIA DEL SEVILLA EN EL TIEMPO DE DESCUENTO
Aún está Jorge Sampaoli jugando a la ruleta rusa con la plantilla. Sigue realizando pruebas dentro de un orden para encontrar a los hombres adecuados y el juego efectivo con el fin de poder dominar y controlar a sus rivales. Pero la UD Las Palmas, a los 16 minutos de juego, sorprendió a Sergio Rico. Tana hizo un gol que hizo que se le cayeran los palos del sombrajo al conjunto de Nervión. El técnico del Sevilla se movía inquieto en su zona a la espera de la reacción del equipo que entrena. La UD Las Palmas de Quique Setién llegó al Sánchez Pizjuán en la cresta de la ola de la tabla clasificatoria del torneo. Era un peligro.
El presidente del Sevilla, José Castro, seguía atento a las evoluciones de su equipo sobre la hierba y en la pequeña pantalla de televisión que tiene en el palco del coliseo de Nervión. Buscaba con ansiedad todas las repeticiones de las jugadas. A su lado estaba un histórico hombre blanco, el coriano Manolo Cardo, que solo tenía ojos para ver el juego del Sevilla sobre el verde y cuidado césped.
Como el equipo blanco no sabía salir del atasco ni superar el acoso canario, muchos aficionados mostraron su desacuerdo y hubo pitadas por todo cuanto estaban contemplando desde la grada. El Sevilla está en una complicada fase de formación para crear un conjunto que desarrolle a rajatabla las ideas de Sampaoli. Muchos de los jugadores aún no han asimilado las tácticas y las formas nuevas para formar un equipo con poderío. Y ahí surgen los desequilibrios.
Al Sevilla le acompañó la fortuna. A los 87 minutos hubo un choque entre el defensor canario Bigas y el internacional Vitolo --que salió en la segunda parte para cambiar el horizonte blanco--, y el árbitro pitó penalti. Fue algo dudosa la jugada para señalar el máximo castigo, pero el colegiado no dudó. A Bigas le costó la roja por protestar, y Sarabia, desde los once metros, marcó el gol del empate.
En la recta final, Sevilla FC y UD Las Palmas lucharon para no perder el encuentro. Los dos equipos no se conformaban con el empate. Y el premio se lo llevó el equipo de Sampaoli en el último minuto del tiempo de prolongación. Fue en el 93 y algunos segundillos más. En un saque de esquina botado por Sarabia llegó finalmente el remate de Carlos Fernández. Fue el 2-1 para crear el gran júbilo en las gradas del Sánchez Pizjuán. José Castro ya no miraba la pequeña pantalla de televisión del palco. Solo tenía ojos para ver la festiva reacción de todo el equipo blanco por la agónica victoria. Un triunfo, además, que ha colocado al Sevilla en la segunda posición de la tabla de clasificación de la Liga Santander.

VICTORIA DEL BETIS EN MESTALLA CON GOL DE CASTRO EN EL MINUTO 92
Gustavo Poyet, el técnico del Real Betis, tuvo que seguir las evoluciones de su equipo en Mestalla desde la grada del estadio. Ya se sabe que fue sancionado por el reglamento que aplica la Federación de Fútbol. Desde un palco contempló el preparador del cuadro verdiblanco el juego de todos sus hombres. El Betis, ante el Valencia de Ayestarán, salió fuerte y con muchas ambiciones. A los 16 minutos ya estuvo Rubén Castro preparado con la caña para sorprender a Diego Alves. El equipo bético, vestido de amarillo, tuvo que hacer un cambio a los 19 minutos porque se lesionó Fabián. En su lugar salió Felipe Gutiérrez.
El Betis ofreció una buena imagen en Mestalla porque la lucha de todo el equipo en el terreno de juego fue intensa y arrolladora. A los 29 minutos hubo otra jugada peligrosa para el Valencia, con intervención de Castro y remate de Brasanac. Poco tiempo después, en el minuto 33, el goleador bético contó nuevamente con otra ocasión para batir a Diego Alves.
Pero Castro no falló en su tercera oportunidad ante el portero del Valencia. En el minuto 38, el delantero bético mandó un balón al fondo de la portería defendida por Diego Alves. Fue, además, un remate habilidoso y de perfecta ejecución. Golpeó el Betis al Valencia y se colocó con un 0-1 su favor.
Cuando comenzó la segunda parte, el equipo de Poyet se encontró en superioridad numérica porque el colegiado expulsó a Enzo Pérez por una dura entrada a Durmisi. Y con once hombres sin piedad logró el Betis el 0-2. Joaquín, el bético exvalencianista, remachaba en el minuto 54 una magistral contra para batir a Diego Alves. La renta verdiblanca era importante para no liarse la manta a la cabeza y resolver la situación con calma y sin tensión.
Pero el Valencia, ante los momentos de dudas del Betis, reaccionó y logró empatar con los goles de Rodrigo --minuto 75--, y de Garay --minuto 78--. En tres minutos y con diez, el cuadro de Mestalla se puso a cien para igualar la contienda. Menos mal que en esa recta final del partido, Adán paró remates muy peligrosos de los hombres de Ayestarán, y que en el minuto 92, en ese tiempo de descuento, llegó la incursión de Piccini y el remate del goleador Rubén Castro para ese 2-3 que le daba el triunfo al cuadro bético
Minutos de ansiedad, de sufrimiento y de agonía. Locura total en este ocaso del choque. El Betis, tras el 2-2, se descompuso, se atasco, y supo salvar los muebles en ese periodo de prolongación del partido. Glorioso minuto 92 para ese milagroso tanto marcado por Castro, que, además, se ha colocado como máximo goleador de la Liga Santander.
Haciendo un análisis del juego del Betis hay que señalar que en la primera parte realizó un fútbol de mucha calidad, controlando el centro del campo, defendiéndose bien en la zaga y creando acciones ofensivas muy peligrosas. Joaquín, el veterano del Puerto, luchó como un jabato. Castro, por otra parte, es el gran goleador, el delantero que sabe cómo meter la bolita en la puerta del equipo contrario. La misión de Poyet, tras todo lo bueno que el Betis hizo en Mestalla --se puso con 0-2 y ganó por 2-3--, es que el equipo sepa mantener el mismo buen ritmo de juego y remate los 90 minutos de los partidos. Bueno, los 90 reglamentarios y los minutos de descuento. Nunca hay que bajar los brazos.

FERNANDO GELÁN

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