FÚTBOL.- Soldado acaba con los sueños navideños del Sevilla
Sevilla, 1: Getafe. 2.- No es lógico que un modesto equipo de la Liga te sorprenda de forma tan contundente. El equipo de Jiménez sufre excesivamente con los modestos. Y esto es preocupante si el club de Nervión quiere seguir siendo el azote del Real Madrid y del Barcelona. Extraña y sorprende la cantidad de puntos que ha perdido en Sevilla en casa con equipos de menor entidad y que luchan por mantenerse de la mitad de la tabla para abajo. Español, Valladolid, Málaga, y ahora Getafe, han machacado de forma estrepitosa esos sueños del club de la Giralda, que ha provocado una indigestión de polvorones a la hinchada local.
Mal estuvo el Sevilla en el primer tiempo de este choque. Como siempre, con equipos más humildes, al once de Jiménez le pierde la suficiencia. La debilidad defensiva de los blancos fue espectacular. Dejó jugar a los delanteros del Getafe y el punta de lanza, Soldado, se permitió el lujo de marcar dos goles en este primer periodo.
No hay fútbol en el Sevilla. No juega a este deporte de forma positiva. No tiene centro del campo desde hace ya dos temporadas y la endeble defensa es muy llamativa. Sólo con determinadas chispas quiso el cuadro sevillano aminorar distancias en el marcador. Pero el Getafe estaba bien colocado sobre la yerba y, además, controla y se responsabiliza con mucha fe. Juegan en equipo, cosa que no hay en el Sevilla de Jiménez.
En la segunda parte el once sevillista, con la salida de Negredo, intentó con más afán que con calidad y firmeza buscar la igualada. Tuvo fortuna con un gol marcado por Negredo, que habrá alcanzado con éste tanto más confianza.
Pero el Sevilla no supo en ningún momento superar las fórmulas marcadas por el Getafe. Los blancos echaron mano de su artes y sus partes, como la velocidad de Navas y sus centros, con los remates de Kanouté, pero también había en el terreno de juego otro equipo que ya se sabe los trucos del equipo que preside Del Nido.
Es verdad que quien más agobió fue el Sevilla. Lo hizo con más frenesí que con sentido práctico. Sin embargo, como el Sevilla tiene un desacertado centro del campo y una defensa con muchos altibajos, el Getafe, en contragolpes peligrosos, pudo rematar el partido en jugadas de muchos méritos.
Así que la victoria final fue para el Getafe. El equipo madrileño se mereció más el triunfo porque los goles son los que mandan en el juego. Un duro pinchazo. El Sevilla no fue sólido en ningún momento y hace un fútbol falto de concentración. No hay intensidad en el equipo y, además, se juego con excesivas individualidades. En el Sevilla cada uno va por libre. No hay conjunto. No hay equipo. Peligra, por tanto, la solvencia demostrada en los comienzos de la Liga y en determinados partidos ganados en campo ajeno. En Nervión, en el Sánchez Pizjuán, hay más sombras que luices.
El futuro es preocupante. Jiménez no tiene esa varita mágica para cambiar la mala senda. Esta derrota ante el Getafe. Estos tres puntos menos, es muy dura. Un revés que puede causar mucho daño. No se puede hablar de accidente, como declaró en los vestuarios Jiménez, porque han volado nueve puntos en Nervión contra equipos muy inferiores. Amargas Navidades para los seguidores del Sevilla.
Sevilla, 1: Getafe. 2.- No es lógico que un modesto equipo de la Liga te sorprenda de forma tan contundente. El equipo de Jiménez sufre excesivamente con los modestos. Y esto es preocupante si el club de Nervión quiere seguir siendo el azote del Real Madrid y del Barcelona. Extraña y sorprende la cantidad de puntos que ha perdido en Sevilla en casa con equipos de menor entidad y que luchan por mantenerse de la mitad de la tabla para abajo. Español, Valladolid, Málaga, y ahora Getafe, han machacado de forma estrepitosa esos sueños del club de la Giralda, que ha provocado una indigestión de polvorones a la hinchada local.
Mal estuvo el Sevilla en el primer tiempo de este choque. Como siempre, con equipos más humildes, al once de Jiménez le pierde la suficiencia. La debilidad defensiva de los blancos fue espectacular. Dejó jugar a los delanteros del Getafe y el punta de lanza, Soldado, se permitió el lujo de marcar dos goles en este primer periodo.
No hay fútbol en el Sevilla. No juega a este deporte de forma positiva. No tiene centro del campo desde hace ya dos temporadas y la endeble defensa es muy llamativa. Sólo con determinadas chispas quiso el cuadro sevillano aminorar distancias en el marcador. Pero el Getafe estaba bien colocado sobre la yerba y, además, controla y se responsabiliza con mucha fe. Juegan en equipo, cosa que no hay en el Sevilla de Jiménez.
En la segunda parte el once sevillista, con la salida de Negredo, intentó con más afán que con calidad y firmeza buscar la igualada. Tuvo fortuna con un gol marcado por Negredo, que habrá alcanzado con éste tanto más confianza.
Pero el Sevilla no supo en ningún momento superar las fórmulas marcadas por el Getafe. Los blancos echaron mano de su artes y sus partes, como la velocidad de Navas y sus centros, con los remates de Kanouté, pero también había en el terreno de juego otro equipo que ya se sabe los trucos del equipo que preside Del Nido.
Es verdad que quien más agobió fue el Sevilla. Lo hizo con más frenesí que con sentido práctico. Sin embargo, como el Sevilla tiene un desacertado centro del campo y una defensa con muchos altibajos, el Getafe, en contragolpes peligrosos, pudo rematar el partido en jugadas de muchos méritos.
Así que la victoria final fue para el Getafe. El equipo madrileño se mereció más el triunfo porque los goles son los que mandan en el juego. Un duro pinchazo. El Sevilla no fue sólido en ningún momento y hace un fútbol falto de concentración. No hay intensidad en el equipo y, además, se juego con excesivas individualidades. En el Sevilla cada uno va por libre. No hay conjunto. No hay equipo. Peligra, por tanto, la solvencia demostrada en los comienzos de la Liga y en determinados partidos ganados en campo ajeno. En Nervión, en el Sánchez Pizjuán, hay más sombras que luices.
El futuro es preocupante. Jiménez no tiene esa varita mágica para cambiar la mala senda. Esta derrota ante el Getafe. Estos tres puntos menos, es muy dura. Un revés que puede causar mucho daño. No se puede hablar de accidente, como declaró en los vestuarios Jiménez, porque han volado nueve puntos en Nervión contra equipos muy inferiores. Amargas Navidades para los seguidores del Sevilla.
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