* Espina fue vicepresidente y directivo del Club verdiblanco
El Real Betis Balompié muestra su máximo pesar por el fallecimiento de Miguel Espina Martín, vicepresidente y directivo de nuestro Club en la década de los años 70 y 80, acaecido en Dos Hermanas (Sevilla) el 28 de mayo de 2024, a la edad de 85 años.
Miguel Espina, nacido en Dos Hermanas el 5 de enero de 1939, ha sido, sin duda, uno de los nombres más destacados de la historia verdiblanca en el último medio siglo. Vinculado desde siempre a la entidad, completó una carrera de éxito en el mundo de la empresa y le dedicó la mayor parte de su vida a la pasión bética que lo consumía, ha informado el Club verdiblanco.
Ingresó en el gobierno del Real Betis en el año 1979, formando parte de la directiva presidida entonces por Juan Manuel Mauduit, en la que ocupó los cargos de contador y tesorero, y fue candidato a la presidencia en las elecciones de 1983 que acabó ganando Gerardo Martínez Retamero.
Precisamente con Martínez Retamero accedió la vicepresidencia en el año 1987, permaneciendo en el cargo hasta 1989. Durante su fecunda etapa directiva protagonizó muy diversos actos de generosidad económica con el Club y participó en los fichajes de muchos de los futbolistas que fueron bandera aquellos años.
En 1992, tras la conversión de la entidad en Sociedad Anónima, se erigió en un accionista relevante que hacia la mitad del siglo XXI se convirtió en uno de los impulsores de la Plataforma "Béticos por el Villamarín" como vehículo de contestación al entonces accionista mayoritario.
En 2012 fue uno de los fundadores de la Fundación Real Betis Balompié, institución en la que trabajó muy activamente, ocupando la vicepresidencia y formando parte de su Patronato de Honor.
Durante los dolorosos años de la pandemia se vio gravemente afectado por el Covid-19 y hubo de sufrir la pérdida de su querida esposa Josefa.
En el momento de su fallecimiento ostentaba el número 36 de socio en el Real Betis Balompié, lo que acredita sobradamente su beticismo de toda una vida y su amor a los colores verdiblancos. Asimismo, tenía una peña a su nombre en la localidad de Alcalá de Guadaíra.
Junto a todo esto, --informa finalmente el Real Betis Balompié-- Miguel Espina recibió en todo momento el cariño de aquellos que lo conocieron. Su bonhomía, su carácter afable y su generosidad serán ya para siempre un recuerdo imborrable. Tanto, como ese escudo del Real Betis Balompié que siempre lucía orgullosamente en la solapa.
Miguel Espina, nacido en Dos Hermanas el 5 de enero de 1939, ha sido, sin duda, uno de los nombres más destacados de la historia verdiblanca en el último medio siglo. Vinculado desde siempre a la entidad, completó una carrera de éxito en el mundo de la empresa y le dedicó la mayor parte de su vida a la pasión bética que lo consumía, ha informado el Club verdiblanco.
Ingresó en el gobierno del Real Betis en el año 1979, formando parte de la directiva presidida entonces por Juan Manuel Mauduit, en la que ocupó los cargos de contador y tesorero, y fue candidato a la presidencia en las elecciones de 1983 que acabó ganando Gerardo Martínez Retamero.
Precisamente con Martínez Retamero accedió la vicepresidencia en el año 1987, permaneciendo en el cargo hasta 1989. Durante su fecunda etapa directiva protagonizó muy diversos actos de generosidad económica con el Club y participó en los fichajes de muchos de los futbolistas que fueron bandera aquellos años.
En 1992, tras la conversión de la entidad en Sociedad Anónima, se erigió en un accionista relevante que hacia la mitad del siglo XXI se convirtió en uno de los impulsores de la Plataforma "Béticos por el Villamarín" como vehículo de contestación al entonces accionista mayoritario.
En 2012 fue uno de los fundadores de la Fundación Real Betis Balompié, institución en la que trabajó muy activamente, ocupando la vicepresidencia y formando parte de su Patronato de Honor.
Durante los dolorosos años de la pandemia se vio gravemente afectado por el Covid-19 y hubo de sufrir la pérdida de su querida esposa Josefa.
En el momento de su fallecimiento ostentaba el número 36 de socio en el Real Betis Balompié, lo que acredita sobradamente su beticismo de toda una vida y su amor a los colores verdiblancos. Asimismo, tenía una peña a su nombre en la localidad de Alcalá de Guadaíra.
Junto a todo esto, --informa finalmente el Real Betis Balompié-- Miguel Espina recibió en todo momento el cariño de aquellos que lo conocieron. Su bonhomía, su carácter afable y su generosidad serán ya para siempre un recuerdo imborrable. Tanto, como ese escudo del Real Betis Balompié que siempre lucía orgullosamente en la solapa.
El Club verdiblanco afirma por último; "Nuestro más sincero pésame a sus familiares.
Descanse en paz Miguel Espina Martín". (Foto: RBB).-
Descanse en paz Miguel Espina Martín". (Foto: RBB).-
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