Viernes Santo en la Catedral de Sevilla. El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, ha presidido esta tarde la celebración de la Pasión del Señor, en la que se contempla la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y se adora su Cruz, ha informado la Archidiócesis de Sevilla.
La ceremonia ha sido concelebrada por el nuncio apostólico en Marruecos, monseñor Alfred Xuereb; el arzobispo emérito de Monreale (Sicilia), monseñor. Michele Pennisi; el deán del Cabildo catedralicio, Francisco José Ortiz, y una representación tanto del clero como del Seminario metropolitano. Asimismo, por parte de las autoridades civiles han participado el Subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano Rodero; la embajadora de Estados Unidos en España y Andorra, Julissa Reinoso, y el comendador en Andalucía de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lorenzo de Jerusalén, Rafael Álvarez y Álvarez, así como representantes municipales.
“Mirad el árbol de la Cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo”
El segundo día del Sagrado triduo Pascual es una celebración sin Eucaristía. En un primer lugar, tiene lugar una Liturgia de la Palabra, en la que se proclama y medita la Pasión según el evangelista San Juan. A continuación, la atención se ha centrado en pedirle al Señor que su salvación se extienda por todos los hombres, por lo que la oración de los fieles se ha realizado de una manera más extensa y solemne. Posteriormente, se ha llevado a cabo la entronización y adoración de la Cruz, momento cumbre de estos oficios. Finalmente, ha tenido lugar la Sagrada Comunión, con el Santísimo Sacramento reservado ayer jueves en el Monumento de la Capilla Real.
“Está cumplido”
En su homilía, monseñor Saiz ha subrayado que “si el misterio de la Eucaristía que contemplábamos ayer nos sobrepasa, también nos supera este misterio del amor de Dios que se expresa en el dolor y la muerte de Jesús en cruz”. “Contemplamos en la Pasión y muerte de Jesús este amor hasta el extremo”.
Asimismo, el arzobispo de Sevilla se ha detenido en las últimas palabras del Señor en la Cruz: “Está cumplido“. “Todo ha llegado a su término, a su cumplimiento- ha explicado monseñor Saiz Meneses-. Se ha llevado a cabo la prueba suprema de su amor, un amor más fuerte que la muerte, más fuerte que nuestras fragilidades y pecados”.
“La plenitud de su obra de salvación nos incorpora a todos- ha añadido el arzobispo- porque tiene un valor infinito por el hecho que Jesús no es simplemente una persona excepcional, un hombre extraordinario. Es el Hijo de Dios hecho hombre, y su muerte redentora tiene un valor infinito”.
Monseñor Saiz Meneses ha instado a los presentes a fijar la mirada en Cristo crucificado: “Al levantar los ojos hacia el Crucificado, adoramos a Aquel que vino para quitar el pecado del mundo y darnos la vida eterna”. “El instrumento de suplicio que mostró aquel Viernes Santo el juicio de Dios sobre el mundo, se ha transformado en fuente de vida, de perdón, de misericordia, en signo de reconciliación y de paz”.
Informa por último la Archidiócesis de Sevilla que el arzobispo ha finalizado recordando a María Santísima, quien se mantuvo firme al pie de la Cruz: “Madre querida, enséñanos a mantenernos firmes en nuestra peregrinación de fe, enséñanos a creer, a esperar y a amar contigo; llévanos de la mano en el camino que nos lleva a tu Hijo Jesús, que vive y reina por los siglos de los siglos”.
Mañana, Sábado Santo, la Vigilia Pascual comenzará a las once de la noche con el rito del fuego en la Puerta del Príncipe de la Catedral de Sevilla. (Foto: AS).-
No hay comentarios:
Publicar un comentario