Además de la que coronaba la fachada principal -que es la misma que lo hace en la actualidad-, en dicho templo se encontraban otras dos cruces de forja que, desde ahora, y a iniciativa de su párroco, Francisco Javier Brazo Delgado, pueden admirarse en la actual iglesia parroquial, tras haber sido recuperadas gracias a un tratamiento para eliminarle el óxido acumulado desde entonces y su posterior galvanizado para protegerlas en el futuro de la corrosión atmosférica.
En concreto, puede verse en la fachada lateral de la calle Afán de Ribera la más pequeña de las dos cruces de forja, la que coronaba la cúpula central de la antigua parroquia, mientras que en la fachada posterior de la calle Diamantino García Acosta ha sido colocada la más grande, la que estaba en el campanario desde el que durante varias décadas se llamó a los oficios religiosos a los vecinos del Cerro del Águila.
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