miércoles, 13 de septiembre de 2023

Cursillos de Cristiandad renueva sus líneas de actuación para el próximo cuatrienio

El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz, ha participado estos días en las sesiones de trabajo del equipo responsable del Organismo Mundial del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (OMCC) que se han celebrado en Roma. Con este motivo, ha tenido oportunidad de visitar el Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida presentando el programa del movimiento para el próximo cuatrienio, y saludar al papa Francisco a su regreso del 43º viaje apostólico realizado a Mongolia, ha informado la Archidiócesis de Sevilla.
Según ha destacado en su perfil de Twitter, el equipo del que forma parte en calidad de asesor espiritual ha trabajado en la preparación del proyecto del movimiento para los próximos cuatro años, “con sus líneas básicas y actitudes fundamentales”. Estas jornadas coinciden con el 75º aniversario de la peregrinación a Santiago de Compostela del grupo de jóvenes de Acción Católica, que dio origen en 1948 a la creación en Mallorca del Movimiento de Cursillos de Cristiandad.

“Seguir haciendo lío evangelizador”
Un momento especial de esta estancia en la capital italiana ha sido el encuentro con el Papa tras su reciente viaje apostólico. Al término de la audiencia general del miércoles, monseñor Saiz Meneses pudo departir con el Santo Padre, quien recomendó al equipo del OMCC “amplitud y profundidad de miras, una esperanza firme y seguir haciendo lío evangelizador”.

Líneas básicas de actuación
En las jornadas de trabajo que se han llevado a cabo en Roma, el OMCC ha marcado tres líneas básicas: la identidad y unidad del movimiento, su eclesialidad y el discernimiento de la realidad actual. En cuanto a la primera de ellas, se parte de que el MCC es una realidad amplia y diversa, adaptada a muy distintos entornos culturales, “y esa diversidad es una riqueza, reflejo también de la diversidad de la Iglesia”. Esta diversidad se conjunta “en la necesaria unidad, en torno a una identidad común”, identidad derivada del carisma del movimiento. Por tanto, la unidad en la diversidad es un reto.
En cuanto a la eclesialidad del movimiento, esta se concreta en el seguimiento del actual magisterio de la Iglesia. “El MCC es un movimiento eclesial”, se destaca desde el OMCC, y la eclesialidad conlleva hoy plantear la sinodalidad del movimiento. Además, una dimensión importante de la eclesialidad del movimiento es “su articulación, conexión y sintonía con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida”.
La tercera línea básica destacada desde el OMCC es el discernimiento de la realidad. Y aquí encajan de lleno las palabras del papa Francisco: “No estamos viviendo simplemente una época de cambios, sino un cambio de época”. Se trara, pues, de una época que plantea retos nuevos. También para el movimiento. Así, se requiere “un proceso de discernimiento para renovar y adecuar nuestras estructuras de servicio, nuestras escuelas y secretariados”. Con la misma perspectiva, se destaca que responder al mundo de hoy requiere una adecuación del método del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, algo que afectará al precursillo, al propio cursillo y al postcursillo.

Actitudes fundamentales
Estas líneas básicas se complementarán con lo que el OMCC denomina “actitudes fundamentales”, sobre las que quiere basar su actuación. Estas actitudes se concretan en siete palabras clave: Dios, Iglesia-comunión, realidad-mundo, personas, vida, servicio-trabajo y, por último, esperanza.
Estos días en Roma se han elaborado también unas propuestas de actuación, “que tendrán que establecerse y concretarse en comunicación, coordinación y reflexión conjunta con los grupos internacionales y los secretariados nacionales.

Actuaciones prioritarias
Finalmente, --informa por último la Archidiócesis de Sevilla-- 
se han marcado seis actuaciones prioritarias. Entre ellas el establecimiento de una red de comunicación “al servicio de la comunión en el MCC en todo el mundo”; un proyecto de reflexión y discernimiento conjunto sobre la realidad del movimiento y sus retos actuales; desarrollar una línea de acción sobre los jóvenes, que busque “su incorporación real en la vida del MCC”; la expansión por nuevos territorios, de forma especial en África y el este de Europa; la potenciación de las conexiones eclesiales; y el desarrollo de un plan de financiación sostenible para el OMCC. (Foto: AS).

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