lunes, 19 de junio de 2023

El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, presidió en la Catedral hispalense el acto de consagración de la Archidiócesis al Sagrado Corazón que presidió la imagen de la Hermandad del Sagrado Corazón de Nervión

La Archidiócesis de Sevilla ha renovado su consagración al Sagrado Corazón de Jesús. Ha sido en el curso de una Misa que ha presidido el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz, en la Catedral de Sevilla, con la que se quería conmemorar una doble efeméride. Este acto fue presidido por la imagen titular de la Hermandad del Sagrado Corazón que fue trasladada desde la Parrouia de Nervión.
En la ceremonia celebrada en la seo hispalense se recordó, por un lado, el 125 aniversario de la consagración de la Archidiócesis, un acontecimiento que fue posible gracias al empeño del beato Marcelo Spínola. Por otra parte, se cumplían 75 años de la construcción del monumento al Sagrado Corazón en San Juan de Aznalfarache, siendo en esta ocasión arzobispo hispalense el cardenal Segura, ha informado a Archidiócesis de Sevilla.
En su homilía, monseñor Saiz hizo un repaso histórico de una devoción que tiene una referencia central, la religiosa de la Visitación santa Margarita María Alacoque. El arzobispo subrayó que “la devoción al Sagrado Corazón es devoción a la persona de Cristo mismo. El corazón representa el ser humano en su totalidad, es el centro de la persona humana, el que le da unidad. El Corazón de Cristo es el símbolo del amor de Dios revelado en Cristo y manifestado sobre todo en su pasión y muerte en la cruz”.
Más adelante, --informa finalmente la Archidiócesis de Sevilla--afirmó que “también hoy mira el Señor a tantas personas caídas al borde del camino y abandonadas, en condiciones de vida muy difíciles y desprovistas de acompañamiento y apoyo para encontrar un sentido y una meta a su existencia. Multitudes cansadas y agobiadas en los países más pobres, oprimidos en la indigencia; y también en los países más ricos, donde encontramos muchas personas insatisfechas, que no encuentran la paz y la alegría, aun teniéndolo todo materialmente”. “Jesús promete que dará a alivio y descanso, pero -añadió- pone una condición: tomar su yugo y aprender de él, manso y humilde de corazón”. (Foto: AS).

* PULSAR PARA LEER LA HOMILIA DEL ARZOBISPO HISPALENSE:

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