La Iglesia de Nuestra Señora de La Palma en Algeciras ha acogido en hoy el funeral de Diego Valencia, el sacristán asesinado en la tarde del miércoles, ha informado la Diócesis de Cádiz y Ceuta.
En una Iglesia abarrotada, con mucha gente fuera de la parroquia, el obispo de la diócesis, Monseñor Rafael Zornoza, ofició el funeral del sacristán junto a varios sacerdotes diocesanos “gran amigo nuestro y conocido de todos”, junto a Juan José Marina, el párroco de la Iglesia a la que han acudido a dar el último adiós a Diego familiares, amigos y autoridades, como el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y el alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, entre otros.
“Es, por tanto, un momento de fe, pedimos para que perdone sus pecados, recompense sus buenas obras y lo acoja en su seno para gozar de su presencia, de su amor que le harán eternamente feliz”, decía el prelado al principio de su homilía.
Asimismo, ha recordado que cada vez que se celebra la eucaristía recordamos “la muerte y resurrección de Jesús y sigue siendo una escuela de vida para nosotros […] en la Eucaristía podemos elevar al Padre nuestro sí, y en ella hacemos cada día testamento y decidimos a quién dejar la vida”.
Al recordar al sacristán, el obispo diocesano ha subrayado que es la misma Eucaristía la que le “alimentaba todos los días” y le “fortalecía para amar a su familia, para servir a todos, para vivir alegre, con esperanza y con fe. Ha muerto por su fe y confesando su fe. El Señor le tendrá en su gloria”.
“Aquí quedamos nosotros dolidos, desconcertados […] quiero manifestar mi condolencia a los familiares, a los amigos de la parroquia y envío cercanía paternal a todas las comunidades de Algeciras que han vívido este horror más de cerca. Puedo decir que es el horror de toda la diócesis que sufre con vosotros y de toda la Iglesia”, ha remarcado Mons. Zornoza.
También ha instado a los fieles a “perdonar y a orar por nuestros perseguidores, como lo hizo el mismo Jesús en la Cruz. De no perdonar, estaríamos ya derrotados, nos habría ganado el mal. Pero no podemos desertar de hacer el bien, de imitar al Señor, ni podemos permitirnos no amar en una sociedad que vemos tantas veces herida, donde tantos sufren situaciones muy duras, que crean agresividad y dificultades”.
Monseñor Rafael Zornoza --informa finalmente la Diócesis-de Cádiz y Ceuta-- ha subrayado que hechos como estos “nos obligan en conciencia a fomentar y a construir una cultura de la convivencia, del respeto y de la paz, evitando los odios, los enfrentamientos, las tensiones innecesarias. No basta solo condenar la violencia, tenemos que desenmascarar por lo menos para nosotros sus causas, las falsas divinidades que se esconden en un mundo que prescinde de Dios y promover positivamente el bien. La violencia no tiene justificación como tampoco la tiene el terrorismo”. (Foto: DCYC).
“Es, por tanto, un momento de fe, pedimos para que perdone sus pecados, recompense sus buenas obras y lo acoja en su seno para gozar de su presencia, de su amor que le harán eternamente feliz”, decía el prelado al principio de su homilía.
Asimismo, ha recordado que cada vez que se celebra la eucaristía recordamos “la muerte y resurrección de Jesús y sigue siendo una escuela de vida para nosotros […] en la Eucaristía podemos elevar al Padre nuestro sí, y en ella hacemos cada día testamento y decidimos a quién dejar la vida”.
Al recordar al sacristán, el obispo diocesano ha subrayado que es la misma Eucaristía la que le “alimentaba todos los días” y le “fortalecía para amar a su familia, para servir a todos, para vivir alegre, con esperanza y con fe. Ha muerto por su fe y confesando su fe. El Señor le tendrá en su gloria”.
“Aquí quedamos nosotros dolidos, desconcertados […] quiero manifestar mi condolencia a los familiares, a los amigos de la parroquia y envío cercanía paternal a todas las comunidades de Algeciras que han vívido este horror más de cerca. Puedo decir que es el horror de toda la diócesis que sufre con vosotros y de toda la Iglesia”, ha remarcado Mons. Zornoza.
También ha instado a los fieles a “perdonar y a orar por nuestros perseguidores, como lo hizo el mismo Jesús en la Cruz. De no perdonar, estaríamos ya derrotados, nos habría ganado el mal. Pero no podemos desertar de hacer el bien, de imitar al Señor, ni podemos permitirnos no amar en una sociedad que vemos tantas veces herida, donde tantos sufren situaciones muy duras, que crean agresividad y dificultades”.
Monseñor Rafael Zornoza --informa finalmente la Diócesis-de Cádiz y Ceuta-- ha subrayado que hechos como estos “nos obligan en conciencia a fomentar y a construir una cultura de la convivencia, del respeto y de la paz, evitando los odios, los enfrentamientos, las tensiones innecesarias. No basta solo condenar la violencia, tenemos que desenmascarar por lo menos para nosotros sus causas, las falsas divinidades que se esconden en un mundo que prescinde de Dios y promover positivamente el bien. La violencia no tiene justificación como tampoco la tiene el terrorismo”. (Foto: DCYC).
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