Lla Delegación diocesana de Familia y Vida celebró la Eucaristía de clausura del X Encuentro Mundial de las Familias, que este año ha tenido lugar en Roma.
La Misa, que tuvo lugar en la Seo hispalense y estuvo presidida por el vicario general de la Archidiócesis de Sevilla y deán de la Catedral, Teodoro León, contó con la participación de casi un centenar de personas, principalmente responsables de la Pastoral Familiar en parroquias, arciprestazgos, colegios y movimientos, ha informado la Archidiócesis de Sevilla.
Previamente a esta celebración, Juan Manuel Granado y María Dolores Sánchez-Campa, delegados diocesanos de la Pastoral Familiar, hicieron una presentación del Encuentro Mundial de la Familia y de la propia Delegación diocesana.
En esta línea, señalaron que durante la semana pasada tuvo lugar el Congreso Teológico-Pastoral “en el que se puso de relieve la riqueza que encierra cada familia”. Concretamente, “dado el momento actual que España atraviesa”, se centraron en una de las ponencias, titulada ‘Acoger la vida naciente, siempre’.
Al respecto, lamentaron que en España “estamos ante una nueva regulación del aborto”, un hecho que “reclama a los cristianos defender la vida humana y la dignidad inherente a la misma en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural”.
En la Archidiócesis de Sevilla existen numerosas asociaciones y movimientos en defensa de la vida, “haciendo un trabajo en comunión para poder fortalecer esta acción”. Entre ellos, los delegados mencionaron a Provida Sevilla y Provida Mairena, 40 días por la Vida, Red Madre, Proyecto Nazaret, la Hermandad de la O, y “la colaboración de tantas hermandades que tanto bien están realizando en el acompañamiento a las madres gestantes y en defensa de la vida humana”.
Por su parte, desde la Delegación diocesana de Familia y Vida también se está trabajando en este campo, tanto desde la prevención como desde el acompañamiento y la sanación. Lo hacen a través de los cinco Centros diocesano de Orientación Familiar, mediante talleres de educación afectivo-sexual y con programas de ayudas concretos dirigidos a mujeres tentadas a abortar (Proyecto Ángel) o que ya han sufrido un aborto provocado (Proyecto Raquel).
Igualmente, explicaron que “este año queremos dar mayor impulso a la acción ya en marcha en nuestra diócesis del proyecto Parroquias por la Vida”, cuyo objetivo es promocionar y crear en las parroquias “grupos que sean fermento y testigos para toda la sociedad del verdadero respeto a la vida y a la dignidad intrínseca de las personas a la luz del Evangelio”.
El arzobispo habla a la familia
Por su parte, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz, al no poder asistir a la Eucaristía, envió una carta que fue entregada a todos los asistentes. En la misiva, el prelado hace referencia al lema del Encuentro Mundial de las Familias de este año: ‘El amor familiar: vocación y camino de santidad’. Al respecto, monseñor Saiz resalta que “el amor familiar como vocación y camino de santidad es indispensable para comprender y compartir el significado profundo y salvífico de las relaciones familiares en la vida cotidiana”.
Asimismo, llama la atención sobre el papel de los padres en la educación de los hijos. “Este hecho es –asegura- una vocación; un camino de santidad para toda la familia. Es fundamental, es la base y el principio sobre el cual se construye el futuro”. En esta línea, el arzobispo sostiene que “los padres tienen la obligación y el deber inalienable de educar a los hijos”. Sin embargo, lamenta que “hoy en día, la situación de nuestra sociedad occidental lleva a las prisas, las carreras, el estrés y, por tanto, en demasiadas ocasiones, a la falta de tiempo para educar a los hijos” e insiste en que la educación de los menores es un “derecho intransferible” de los padres, “que nadie puede usurpar”.
Como modelo propone a la Sagrada Familia de Nazaret: “Nos recuerda que la vida familiar es una realidad humana que quiso ser asumida por el Hijo de Dios. Y por esto queda iluminada por la fe”.
En su carta, además, monseñor José Ángel Saiz cita al papa emérito Benedicto XVI, durante su viaje a Valencia en el que recordaba que la familia “es una institución insustituible según los planes de Dios, cuyo valor fundamental, la Iglesia, no puede dejar de anunciar y promover, para que sea vivido siempre con sentido de responsabilidad y alegría”.
Para lograrlo, exhorta a todos los cristianos a trabajar por una “incesante e incisiva pastoral familiar, que haga entrar en cada hogar el mensaje evangélico, que fortalezca y dé nuevas dimensiones al amor”.
Finalmente, --informa por último la Archidiócesis de Sevilla--, el arzobispo hispalense comparte las palabras del papa Francisco en el Festival de las Familias que dio inicio a este X Encuentro Mundial: “Ánimo, pues la vida familiar no es una misión imposible. Con la gracia del sacramento del matrimonio, Dios la convierte en un viaje maravilloso para emprender con Él. Cada una de nuestras familias tiene una misión que cumplir en el mundo, un testimonio que dar”. (Foto: AS).
No hay comentarios:
Publicar un comentario