* El secretario de Estado comparece en el Senado, donde explica que las reformas duraderas son las que se diseñan con gran consenso, como la laboral y la de pensiones
El secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, ha comparecido esta mañana en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Senado, donde ha explicado que “las reformas duraderas son aquellas que son sostenibles, creíbles y se diseñan con un amplio consenso”. Arroyo ha explicado que estos componentes están presentes tanto en la reforma del mercado laboral como en la modernización del sistema público de pensiones “que, además, están interconectadas entre sí”.
En el último año se han negociado y aprobado importantes y profundas reformas con la búsqueda de ese consenso como una de las metas clave, puesto que “lograr un acuerdo con los principales actores es un elemento esencial para que las reformas sean eficaces, especialmente las que tienen una orientación a largo plazo”, ha señalado. En su comparecencia, el secretario de Estado ha puesto de relieve que “las reformas tienen que ser sostenibles social, económica y políticamente para acompañarnos durante muchos años”.
Entre las medidas que se han puesto en marcha para modernizar el mercado de trabajo, Arroyo ha resaltado la modificación de los modelos de contratación temporal, con penalización a las empresas que abusan de contratos de muy corta duración, y también la incorporación de manera permanente al ordenamiento laboral español del mecanismo de flexibilidad interna de los ERTE, con diferentes modalidades para hacer frente a las diversas situaciones en las que se pueden encontrar empresas y sectores.
“Si algo hemos aprendido durante la pandemia es que el mecanismo de los ERTE tiene que ser muy ágil, administrativamente muy sencillo tanto en la fase de solicitud para la empresa como en su aprobación, y también en la comunicación a la Administración de los trabajadores que siguen en ERTE o que salen de él”, ha indicado. Arroyo ha explicado también el contenido de la reciente Ley de pensiones, que se desarrolló a partir del acuerdo con los interlocutores sociales alcanzado el pasado verano. “Su impacto se dejará notar de forma gradual, aunque se empiezan a ver algunos importantes efectos, como la revalorización de las pensiones con el IPC”, una medida que da cumplimiento a lo dispuesto por el Pacto de Toledo y transmite tranquilidad y certidumbre a los pensionistas actuales y futuros, ha asegurado.
Además, ha destacado entre las medidas que forman parte del primer bloque de la reforma de las pensiones la eliminación del impedimento a la jubilación obligatoria y la reforma de los incentivos a la jubilación anticipada y demorada. “Lo que hemos hecho con la reforma es premiar a las personas que quieren retrasar su edad de jubilación, y beneficiar a quienes quieren jubilarse de forma anticipada por cada mes que decida retrasar esa decisión. Además, se implementan mecanismos efectivos para aquellas personas que no pueden trabajar por salud o penosidad de su trabajo”, ha explicado.
En este sentido, Arroyo ha añadido que la mejora de los incentivos a la jubilación demorada “ha sido un éxito, a la vista de los datos preliminares que muestran un crecimiento es exponencial; el año que viene deberíamos ver un efecto aún mayor”.
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