Los organizadores de esta convocatoria --instituciones y entidades como Consejo de Estudiantes de la UPO,. Pin-Sa-Po, Asociación Barrios Hartos y Movimiento de Asociación Estudiantil--, han difundido a los medios periodísticos el siguiente texto informativo:
"Ante la actual situación, en la que el transporte público tanto de Sevilla como en el resto de Andalucía, es cada vez menos asequible y está sufriendo un fuerte deterioro en la calidad de sus conexiones, nos vemos en la obligación de salir a la calle a defender nuevamente los servicios públicos.
Reivindicamos la necesidad de crear un abono transporte joven para que la comunidad estudiantil pueda efectivamente afrontar el desplazamiento a nuestros centros de estudio, al mismo tiempo que exigimos que la red de conexiones en el transporte urbano e interurbano se refuerce, especialmente con los barrios periféricos que son los más afectados, tanto por la situación de carencias de líneas como por los parámetros socioeconómicos por los que están afectados: situaciones de desempleo, crecimiento de la desigualdad, etc.
Nos sobran los motivos para denunciar la necesidad de un transporte público de calidad y asequible a todos los bolsillos. Si bien es cierto que esta necesidad viene siendo un lastre que llevamos arrastrando desde hace ya tiempo, la situación de pandemia ha agravado todo lo concerniente a lo público, por ello, ahora más que nunca, hay que salir a la calle a reclamar lo que nos pertenece y nos afecta a la inmensa mayoría social.
Uno de los grandes motivos por el que esta lucha por la defensa del transporte público se hace necesaria es la defensa de la propia educación pública, la cual está siendo mermada en favor de opciones privadas. Si el desplazamiento a nuestros centros de estudios no es posible debido a las enormes cargas económicas que ello supone, se está obstaculizando objetivamente el acceso a la educación. Es por ello que reclamamos que el coste del transporte público tanto en Sevilla como Andalucía sea asumible. El hecho de que muchas familias no puedan costear el desplazamiento, o que tengamos que sobrevivir con lo poco que nos queda tras tener que pagar unos precios en transporte desorbitados, crea una gran carencia y brecha social, en la siempre los sectores más humildes son los más afectados. Sin embargo, nos encontramos que, en lugar de apostar por lo público, desde los gobiernos, tanto autonómico como local, se dedican a incumplir lo que recoge sus propios programas, lo cuales han quedado olvidados o convertidos en los contrario. El abono de transporte joven a nivel autonómico es algo de lo que parece que nunca se hubiera hablado, cuando fue una promesa electoral, a pesar de que el Gobierno de la Junta presume de disponer de superávit de millones de euros (206 en 2020). A nivel local, la conectividad de la red de transportes públicos por parte del Ayuntamiento de Sevilla, queda reflejado en el hecho de que sólo una línea de Tussam (!!) es la que da cobertura a la Universidad Pablo de Olavide, con una comunidad de más de 12.000 estudiantes. Por otro lado, los barrios populares de la ciudad, lejos de avanzar en sus servicios de transportes urbanos están siendo objeto de recortes en la oferta de movilidad mediante la supresión de numerosas paradas en zonas en las que, atendiendo a criterios económicos y no sociales (según Tussam y el Ayuntamiento), el servicio es deficitario.
POR LO TANTO, NI LA JUNTA NI EL AYTO CUMPLEN CON SUS COMPROMISOS.
Todas las promesas y programas en relación a movilidad y respeto al medio ambiente son papel mojado. Esta situación estructural no se puede abordar con parches, menos aún cuando implican la externalización de servicios y la precarización de las relaciones laborales en los transportes públicos, que actualmente viven una vulneración de sus derechos y condiciones laborales con contratos temporales. Reclamamos titularidad y gestión pública de los servicios de transporte: ¡basta de comerciar con los derechos sociales y servicios públicos!
En los barrios de la periferia, que actualmente carecen de una comunicación apropiada con el resto de la ciudad mediante el transporte público, deben restablecerse las paradas suprimidas así como desplegar nuevas líneas de autobuses que comuniquen estos barrios con el resto de la ciudad y los centros de estudio. Ya lo han denunciado desde barrios como San Jerónimo, Macarena Norte, Bellavista, etc. Se han recortado servicios (en lugar de ampliarlos) bajo la excusa de mejorarlo, aunque sin ocultar que tratan de equilibrar cuentas internas tras la pandemia.
SOLUCIONES
La ampliación de las líneas de autobuses y el refuerzo del flujo de los mismos, implica no sólo una mejora del servicio, sino una ampliación de puestos de trabajo de calidad y con derechos.
El uso del transporte público, en lugar de medios privados (como el coche o moto), representa una alternativa viable si se dotan de los medios necesarios, más sostenible y respetuoso con el medioambiente en una etapa de necesaria transición ecológica.
Ante todo, no nos cansaremos de denunciar que las personas más afectadas por la degradación de los transportes públicos son las más humildes y las procedentes de los barrios obreros de nuestra ciudad y del resto de Andalucía. Son ellas las que sufren las consecuencias más dramáticas al no poder afrontar los gastos que supone desplazarse tanto por los precios desorbitados del transporte como por el número de viajes y transbordos que se ven obligadas a realizar al vivir en zonas prácticamente desconectadas, lo cual debería ser impropio del ya avanzado siglo XXI. Este hecho supone un agravio comparativo para los barrios más humildes, que se quedan al relegados respecto a otras zonas mejor situadas. Tampoco olvidamos la aportación de una buena red de transportes públicos a una movilidad inclusiva y sin barreras para todas las personas con diversidad funcional.
Es por ello que hoy la comunidad estudiantil de la UPO junto con los barrios obreros alzamos nuestra voz para exigir el refuerzo del transporte público andaluz mediante un abono transporte para jóvenes y la mejora de la conectividad de los barrios y zonas obreras, con independencia del nivel administrativo del que dependa. Los servicios públicos como el transporte no pueden basarse en criterios de mercado, sino que deben velar por las necesidades sociales de la mayoría social. Concretamente el abono de transporte joven existe desde hace años en zonas como Madrid, C. La Mancha, Cataluña, etc por ¡20€/mes!. En Sevilla desplazarte desde, por ejemplo Pino Montano a la UPO, no baja de los 500 euros/mes.
Desde los colectivos y organizaciones convocantes lucharemos para no permitir que se dé ni un paso atrás en el avance de lo público, ni que lo público se degrade en beneficio de lo privado: unos buenos servicios públicos hacen una sociedad más justa e igualitaria y hasta conseguir ese objetivo los gobiernos local y autonómico nos tendrán enfrente. Porque sabemos de dónde venimos, sabemos a dónde queremos ir.
Señores y señoras de la Junta, dejen de presumir de superávit y de gestión mientras desatienden las necesidades de la población. Las clases populares tienen tanta necesidad de servicios y derechos cada vez más recortados, que no entendemos cómo pueden presumir de dejar de invertir en lo más necesario:
SERVICIOS PÚBLICOS DE CALIDAD.
Señores y señoras del Ayuntamiento, dejen de gastar dinero en mamparas y vallas publicitarias y dedíquense a ampliar y mejorar la red de líneas urbanas. Ni Tussam es una empresa con ánimo de lucro según reza en su naturaleza de función social ni nuestros derechos se someterán jamás a los criterios de rentabilidad económica", finaliza el contenido del comunicado.
Señores y señoras del Ayuntamiento, dejen de gastar dinero en mamparas y vallas publicitarias y dedíquense a ampliar y mejorar la red de líneas urbanas. Ni Tussam es una empresa con ánimo de lucro según reza en su naturaleza de función social ni nuestros derechos se someterán jamás a los criterios de rentabilidad económica", finaliza el contenido del comunicado.
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