viernes, 26 de abril de 2019
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, visita las obras de Cruzcampo en la Avenida de Andalucía, que prevé inaugurar el rehabilitado edificio ‘Palomar’ como centro de innovación social abierto y su nuevo complejo cultural, museístico, de oficinas y formación hostelera en marzo de 2020
* Se trata de una gran transformación de los edificios de la antigua fábrica, que combinará distintos usos empresariales, sociales, culturales y de apoyo al emprendimiento empresarial
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, el delegado municipal de Área de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, el delegado de Bienestar Social y Empleo, Juan Manuel Flores, y la delegada del los Distritos Nervión y San Pablo-Santa Justa, Inmaculada Acevedo, han visitado hoy, invitados por la empresa, las obras que se ejecutan en la sede de Heineken España, sitas en la Avenida de Andalucía, 1. Se trata de una gran transformación de su sede en Sevilla con la que la compañía cervecera generará un complejo que combinará usos culturales, museísticos –estos últimos, ligados a la tradición cervecera y a historia y vinculación de Cruzcampo con la ciudad, donde nació en 1904–, sociales, de formación profesional en la hostelería, de impulso al emprendimiento empresarial e incluso de fabricación de la cerveza e innovación, y todo con una inversión privada superior a los 8 millones de euros.
Son obras de rehabilitación de la zona patrimonialmente protegida y de otros dos edificios de la empresa, estos dedicados principalmente a oficinas. En la visita se ha podido comprobar el avance de las obras del complejo, que prevé ser inaugurado en marzo de 2020, según ha comunicado la propia empresa, y que albergará nuevos espacios para la Fundación Cruzcampo, incluyendo su Escuela de Hostelería y una fábrica urbana para distintos tipos y creaciones de cerveza Cruzcampo, además de la sede social de Heineken España.
De hecho, tras el acuerdo de cesión alcanzado entre el Ayuntamiento y Cruzcampo sobre el edificio patrimonialmente protegido y conocido como ‘Palomar’, este se va a convertir en un espacio de innovación social abierto a la ciudadanía. Se trata de uno de los edificios históricos más emblemáticos del skyline de la capital hispalense, que mantendrá su titularidad pública bajo la gestión de la Fundación Cruzcampo, y permitirá a esta entidad sin ánimo de lucro reforzar su oferta formativa, cultural y de impulso al talento joven y al empleo, repercutiendo en beneficio de sevillanos y andaluces. Un espacio multifuncional de alrededor de 2.000 metros cuadrados y en varias alturas, donde se realizarán actividades diversas como exposiciones, eventos culturales, formativos y divulgativos, sesiones de coworking y workshops.
Para el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ese complejo no sólo tiene interés turístico en cuanto al museo cervecero que contiene, sino que realza la entrada a Sevilla por la Avenida de Andalucía –una de los principales accesos a la ciudad–, sino también de innovación social, formación y emprendimiento y, el en conjunto, de impulso al empleo y a la creación empresarial. Es el inicio –ha dicho– de toda la inversión que acompañará a todos los equipamientos sociales y policiales, viviendas y área verdes del entorno, en lo que hoy aún es un amplio solar.
Por su parte, Marcos Tarancón, vicepresidente de Fundación Cruzcampo y director de Relaciones Corporativas y Área Legal del grupo Heineken España, ha sostenido que se trata de un “espacio único y ligado a la historia de Cruzcampo, epicentro de la cerveza, que abre sus puertas convertido en fábrica de experiencias creadoras y recreadoras, abierta, colaborativa, inspiradora y generadora de tendencias”.
Por su parte la directora de la Fundación Cruzcampo, María Ángeles Rodríguez de Trujillo, ha resaltado que el espacio, que acogerá la nueva sede de la Fundación, aspira a convertirse en un “motor de transformación y foco de innovación abierto a la sociedad con el que Heineken España, a través de Cruzcampo y de la Fundación Cruzcampo, abandera la creación cervecera, como lugar de culto y descubrimiento; y amplifica su implicación en la sociedad generando oportunidades para las nuevas generaciones apoyando la cultura, impulsando el talento y formando en hostelería para la creación de empleo en el sector”
El edificio ‘Palomar’ funcionó como bodega de fermentación de La Cruz del Campo entre 1930 y 1970, momento en que pasó a ser utilizado como archivo general de la compañía hasta la venta de los terrenos de la fábrica. Pero el complejo, que incluye, además, el denominado ‘Mosaico’ y las oficinas centrales de la compañía cervecera, constituyen parte del patrimonio industrial de la ciudad.
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