Se celebró este Domingo de Resurrección la inauguración de la temporada taurina 2018 en la Plaza de Toros de Sevilla.
El cartel estuvo formado por los diestros Antonio Ferrera, José María Manzanares y Andrés Roca Rey.
Los tres espadas lidiaron reses de Victoriano del Río y Toros de Cortés.
AMBIENTE DE GRAN FIESTA EN TODO EL ARENAL
El ambiente de todas las calles que rodean la céntrica Plaza de Toros de Sevilla, desde las primeras horas de la tarde de este Domingo de Pascua, fue espectacular.
La Capilla del Baratillo, a escasas horas del comienzo de la corrida en la Maestranza, estaba abierta. Aún se podía contemplar el paso de palio de la Virgen de la Caridad en su Soledad y el de la Virgen de la Piedad con el Señor en sus brazos ante la Cruz. Impresionante. La Hermandad repartía los claveles y las rosas que habían formado parte del exorno de los pasos para que los visitantes a la sede de esta Cofradía, que está tan vinculada al mundo de los toros, depositaran un donativo para la Bolsa de la Caridad.
Todas las cafeterías, bares y restaurantes de este céntrico espacio sevillano estaban a rebozar y los turistas compraban recuerdos y en cientos de puestos vendía chucherías, botellas de agua y latas de coca-cola muy frías. Aunque la Empresa Pagés había anunciado que se había colocado el cartel de “no hay billetes”, los reventas ofrecían “boletos” para poder ser testigos muy directos de esta primera corrida de la temporada taurina 2018.
Y el lleno fue espectacular. En la sala de Prensa, en el interior del Coso del Baratillo, José Enrique Moreno y Pedo D. Girón atendían a todos los compañeros de los medios de comunicación para que no les faltara ningún detalle informativo sobre esta corrida con la que se iniciaba el gran programa taurino que ha preparado Ramón Valencia, como máximo responsable de la histórica Empresa Pagés.
LA CORRIDA Y SUS PROTAGONISTAS
A veces uno no sabía si mirar a los tendidos o al ruedo del Coso del Baratillo. Teníamos que estar atento a todos los protagonistas que participaban en la fiesta. Los que contemplan desde sus asientos el desarrollo de las respectivas lidias y los que se juegan el pellejo en el albero del Coso Maestrante.
Muchos personajes en los tendidos. Desde ministros hasta toreros y artistas y escritores que quieren vivir este mundo grandioso y universal de la Tauromaquia.
Pero los ojos del crítico se fijaron en todo cuanto pasó en el ruedo del Coso del Baratillo. En toda la entrega, la labor, el arte, y el saber y entender con el capote y la muleta de los tres espadas que formaban el cartel: Antonio Ferrera, José María Manzanares y Andrés Roca Rey.
El primer toro de la tarde, “Enojado” estuvo poco tiempo en el ruedo. El presidente de la corrida sacó el pañuelo verde para que Antonio Ferrera pudiera lidiar una res en mejores condiciones. Un toro bravo. Con el sobrero, de nombre “Devoto”, el diestro encontró mejores argumentos para realizar una faena ligada. Ferrera hizo una lidia más firme y más llamativa para los aficionados. Arriesgó en detalles muy toreros y encontró la respuesta de un público que estaba deseando disfrutar del festejo. Pero el toro no humilló y creó sus dificultades. Ferrera arriesgó y remató la faena de muleta con bastante poder. Entró con mucho corazón a matar y dejó una gran estocada.”Devoto”, de 590 kilos, cayó sin puntillas y hubo una fuerte ovación para el torero.
En el segundo de su lote --“Despreciado”, de 515 kilos--, Ferrera estuvo decidido a buscar la gloria. Ante el negro burraco, el torero hizo una gran faena con la muleta. Manos bajas con la franela roja para dar pases de mucho sabor. Ferrera, cambiando la muleta de manos y dominando siempre la situación, logró pases de enorme calidad. La música sonó en honor del torero. Fueron exquisitos los adornos, el manejo dominador de los pases por la derecha y la ejecución de firmes naturales. Sonó un aviso, pero Ferrera quiso alargar algo más la faena. Con el acero, pinchó a la primera. Pero solo necesitó un descabello para que “Devoto” cayera sobre la arena. El público sacó pañuelos, pidiendo un trofeo, pero tras la fuerte ovación, Ferrera dio una merecida y gozosa vuelta al ruedo.
No tuvo mucha fortuna con su lote el torero de Alicante, tan querido en Sevilla. José María Manzanares se entregó, puso una enorme voluntad, buscó con ganas y poder sacar algún partido s los toros –uno de Victoriano del Río y otro de Cortés--, pero ninguna res respondió a todos los deseos del lidiador.
“Elegido”, de 580 kilos, fue el primero toro de Manzanares. Todo parecía que la res iba a dar el juego deseado por el diestro alicantino. Pero Manzanares, ya con la muleta, se encontró con un toro muy irregular. Aunque logró dar unos buenos muletazos, el torero fue cogido aparatosamente, recibiendo una gran voltereta. “Elegido” lo levantó y hasta le dio un golpe en la cara. Superada la tragedia, se temió algo más grave, pero Manzanares continuó en la plaza franela roja en las manos para seguir la faena. Logró algunos buenos pases y dejó ligeros detalles de mucho arte, pero el toro siempre buscó el cuerpo del torero. A la hora de matar, Manzanares pinchó a la primera y logró una buena estocada en el nuevo intento. Fue ovacionado y saludó a los aficionados desde el tercio.
En el segundo de su lote, Manzanares no pudo hacer nada. “Listo”, de 555 kilos, fue un toro imposible para la lidia del hierro de Cortés. Aunque el diestro forzó la máquina y buscó sacar algún partido al “Listo”, Manzanares, a pesar de todos sus grandes deseos de romper el mal ritmo del toro, terminó acercándose a la barrera para coger la espada de matar. Con media estocada tendida acabó con la vida de una res que se vino abajo, que cabeceó de forma constante y que buscaba de forma continua las tablas.
El torero triunfador de esta jornada inaugural de la temporada taurina en Sevilla, Andrés Roca Rey fue el diestro triunfador. Cortó una oreja en su primero y fue muy aplaudido en el segundo de su lote.
El torero peruano hizo, sobre todo en su primero, una gran faena con la capa y con la muleta. Levantó a los aficionados de sus asientos porque el público quiso premiar el buen toreo de Roca Rey.
“Jara”, de 550 kilos, fue el primer toro de su lote. Una res castaña del hierro de Victoriano del Rio que dio un juego perfecto, respondiendo siempre, con mucha bravura, a las cita de Roca Rey. Ante este “Jara”, el peruano brilló con el capote, con lances dominadores y efectivos. Con la muleta, el peruano, por la espalda, de frente, por alto, por la derecha y por la izquierda, ofreció un toreo brillante y espectacular. La música amplió aún más el grato ambiente de la faena. Rey, con seguridad, temple y dominio, cambiado de mano la muleta ante la buena embestida de “Jara”. Roca Rey, además, mató de estocada, arriesgando al máximo porque buscó siempre los máximos trofeos. Pero el toro tardó en caer y hasta sonó un aviso. Cuando se retiraron el torero y todo su equipo del morlaco fue cuando “Jara” se echó sobre el albero. Sin embargo, los espectadores reaccionaron, porque Roca Rey había dado más de veinte pases espectaculares, dominadores y de mucha calidad torera. Y el peruano fue premiado con una oreja. Las ovaciones fueron largas y continuadas porque los aficionados pidieron algo más al presidente. “Jara” fue aplaudido en el arrastre.
Roca Rey, en el segundo de su lote --“Quitaluna”, de 525 kilos--, que cerró este festejo en la Maestranza, salió a la batalla con enorme poder y con ganas de ofrecer de nuevo todo ese buen toreo que lleva dentro y que ofrece a los aficionados. Sorprendió el toro de Victoriano del Río cuando José Manuel Quinta, desde muy lejos, citó al toro para el primer puyazo. Ya en el último tercio, Roca Rey quiso cerrar la jornada con otra lidia espectacular para que los aficionados disfrutaran y salieran de la plaza dando los mismos pases al aire que el peruano ante los toros. Y el diestro de Lima volvió a sorprender, a dar pases con mucho temple, moviendo la muleta muy despacio y con enorme seguridad. Pero “Quitaluna” no respondió de la forma que lo hizo “Jara”. La res de Victoriano del Río se fue a las tablas y Roca Rey, en corto espacio, se volcó, con valor y entrega, para poder ofrecer una faena profunda y con mucha garra. Mató de estocada, pero necesitó de un descabello para derribar a “Quitaluna”. Sonó un aviso, pero escucho fuertes palmas.
Y así fue este Domingo de Pascua en Sevilla fuera y dentro de la Plaza de Toros. El ambiente, la bulla, fue espectacular. Gran comienzo de la temporada taurina porque se vivieron grandes y gratos momentos.
El joven Roca Rey fue el que cortó una oreja. Pudo lograr algún trofeo más. Y dentro de las dificultades del ganado, Ferrera ofreció valor y torería, y José María Manzanares, que cargó con el peor lote y que recibió un fuerte revolcón, mostró que tiene poder para superar las dificultades y que se sacará la espinita de hoy en las corridas de los días de la Feria de Sevilla, donde cuenta con dos oportunidades ante los toros Núñez del Cuvillo y de Juan Pedro Domecq.
Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés. Destacó el tercer toro, "Jara", de Victoriano del Río, que lidió el peruano Roca Rey..
* Antonio Ferrera, ovación con saludos, en el primero; y vuelta al ruedo tras petición de oreja, con un aviso, en el segundo.
* José María Manzanares, ovación, con saludos, en su primero; y silencio en el segundo.
* Andrés Roca Rey, aviso y oreja en el primero, y aplausos en el segundo de su lote.
Incidencias:
Lleno de "no hay billetes" en la Plaza de la Real Maestranza de Sevilla. Tras el paseíllo, se guardó un minuto de silencio por los ganaderos Victorino Martin y Domingo Hernández; el puntillero Enrique Muñoz "Lebrija", y el delegado Miguel Ángel Ocaña
El primer toro de Victoriano del Río --"Enojado"-- fue devuelto a los corrales, siendo sustituido por un sobrero, "Devoto", de Toros de Cortés. El primer toro que lidió Roca Rey -- "Jara", del hierro de la ganadería de Victoriano del Río--, fue aplaudido en el arrastre.
Sonó la música en las lidias del primer toro del diestro peruano y en el segundo toro de Antonio Ferrera.
El diestro José María Manzanares fue cogido de forma espectacular cuando toreaba el primero de su lote, pero superó con valor el incidente para continuar la lidia con el rostro lleno de sangre y un golpe en la nariz. Curiosamente en este primer festejo del abono no hubo quites artísticos y el director de la lidia fue el torero Antonio Ferrera.
El torero Morante de la Puebla vio la corrida de este Domingo de Resurrección desde los tendidos de la Maestranza, porque hasta septiembre no pisará el ruedo del Coso del Baratillo. También el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, asistió a la corrida, pero ocupando sitio en el callejón de la Plaza de Toros junto a Ramón Valencia, máximo responsable de la Empresa Pagés.
Este primer festejo de la temporada, que comenzó a las 18,30 horas, finalizó a las 21,20 horas. Sobre las ocho de la noche se encendieron los focos de la plaza sevillana. (Fotos: Toromedia).
FERNANDO GELÁN.-
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