domingo, 18 de marzo de 2018

Sevilla vive de forma activa, con fe, amor, pasión y esperanza los grandes días de la Semana Santa

















Cuando llega la Semana Santa, todos los sevillanos se unen para vivir de forma intensa la Gran Pasión de Cristo, que se representa de forma espectacular en las calles de la ciudad.
En estas jornadas de solidaridad, de sentimientos y de amor fraterno Cristo y María están vivos en nuestros corazones y ante nuestros ojos.
Las Cofradías de Sevilla, con sus imágenes representado a Cristo en la Tierra en la cual murió Crucificado para salvar al mundo, cumplen, además, una misión evangelizadora.
Y en toda esta brillante manifestación de religiosidad popular, estas Corporaciones cofrades también se dirigen a quienes muchas veces han dicho que solo les interesa la Semana Santa como cultura de un pueblo.
Naturalmente, en estos días de la Pasión según Servilla, un claro extremecimiento sacude el alma de todos los sevillanos. La Semana Santa envuelve a los católicos fuertes y a los menos fuertes. Las cofradías en nuestras calles tienen una especial armonía y un atractivo encanto, porque todas ellas expresan la fe, la esperanza y la caridad.
Se siente, se siente, Cristo y María están muy presentes.
En esta representación pasional, el sevillano y la sevillana vibran, participan y se integran en una manifestación que se ha ido perfeccionando por la fina sensibilidad de todo el pueblo.
Es muy especial la Semana de Pasión en Sevilla.
Es muy delicada, porque quiere ofrecer la verdad de esa Pasión.
Es muy fiel en todo su desarrollo creativo.
La Vida de Cristo, con sus Nazarenos cargando con la Cruz, con los Cristos condenados o con los Cristos Crucificados, se vive en Sevilla con esa amplia nómina de misterios y con la presencia y el encuentro de María con su Hijo en la Vía Dolorosa, con sus Dolores y su Consuelo, su Paz, su Amargura, su Socorro, su Mayor Dolor, su Amparo, sus Angustias, su Refugio, sus Lágrimas, su Esperanza, su Piedad, su Soledad y su Estrella y Victoria.

CAMINO DE LA ESPERANZA Y DE LA SALVACIÓN
En algunas Cofradías de Sevilla que hacen estación a la Catedral Metropolitana figuran las imágenes de la Virgen en su Soledad ante la Cruz vacía. Pero en la mayor parte de las Hermandades, Cristo siempre va por delante, abriendo el camino de la esperanza y de la salvación: Cenando con los Apóstoles, orando en el Huerto de los Olivos, vendido por treinta monedas, abofeteado, prendido, azotado, burlado, humillado, sentenciado, con la cruz a cuestas, ayudado, caído tres veces, clavado en la Cruz, crucificado, exclamando las Siete Palabras, sediento, herido de muerte, descendido de la Cruz, trasladado al Sepulcro, en la Urna... Y Resucitado.
Todo lo que se ha creado en esta ciudad para celebrar esta Semana de Pasión tan especial y única --pasos, participación de los cofrades con sus túnicas de capa o de cola, costaleros bajo las trabajaderas, bandas de música, saetas...--, tiene un tremendo poder de convocatoria.
Las Cofradías, obras de siglos, asociaciones cristianas incombustibles al tiempo, han sabido mantener su fe incorruptible, una fe renovada, para que el mensaje de Cristo, su palabra, su entrega para la Salvación, no se altere en ningún momento.
Sevilla vive de forma activa, con fe, amor, pasión y esperanza los grandes días de la Semana Santa

FERNANDO GELÁN.-

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