El grupo del Taller "Paseando por Sevilla", de la Asociación Amigos de los Jardines de La Oliva, visitó la Parroquia de San Bernardo de Sevilla

Los componentes del Taller "Paseando por Sevilla", de la Asociación Amigos de los Jardines de La Oliva, cuya entidad preside Jacinto Martínez, visitaron la Parroquia de San Bernardo. 

El punto de encuentro fue la entrada de la Iglesia por la calle Santo Rey; Jacinto Martínez, dio la bienvenida a los asistentes y aprovechó para explicar las portadas y la torre, cuyo cuerpo de campanas está decorado con pilastras corintias y remata en linterna octogonal, de corte clásico; asimismo, detalló las características arquitectónicas de esta iglesia diseñada por el arquitecto José Álvarez y edificada entre los años 1780-1785. También se refirió a las distintas etapas históricas que tuvo la parroquia desde que el rey Fernando III, fundara una ermita para los servicios religiosos de las huestes que cercaban Sevilla.
Una vez entrados en el templo, Martínez informó en primer lugar el retablo mayor, construido por Manuel Herrera que, acusa ya el estilo neoclásico, dispone de las esculturas de los santos Bernardo, Pedro, Leandro, Isidoro y Fernando; destaca la hornacina de la Virgen del Refugio. De una manera concisa, se refirió a los hechos ocurridos en al año 1936, donde las hordas vandálicas, destrozaron y quemaron las imágenes titulares de la Hermandad, solo se conservan los restos de alguna de sus extremidades.
En la nave del Evangelio, se encuentra el retablo del Juicio Final, sin duda la mejor obra de Francisco de Herrera y Aguilar, llamado comúnmente “el Viejo”, fechado en el año 1628. Arquitectónicamente dicho retablo está constituido por un cuerpo delimitado por columnas salomónicas y un ático con la escultura del Arcángel San Miguel.
Sucesivamente, se fue visitando los distintos retablos, de forma interactiva, ya que varios de los asistentes, contribuyeron con aportaciones y anécdotas históricas. Por último contemplamos el retablo de estilo neoclásico, donde recibe culto una imagen de Nuestra Señora del Rosario, salvada del saqueo, por hallarse fuera del templo durante los sucesos revolucionarios.
Finalizado el recorrido, varias personas colaboradoras de dicho taller, se acercaron al despacho parroquial para agradecer al párroco don Mario F. Ramos, las facilidades dadas para visitar el templo parroquial.