martes, 5 de septiembre de 2017

TOROS.- El novillero Carlos Ochoa da una vuelta al ruedo en el tercer festejo de Calasparra (Murcia)


















El novillero Carlos Ochoa dio la única vuelta al ruedo de la tarde en la tercera novillada de la Feria del Arroz de Calasparra. El escaso juego y la complicación de la novillada de Couto de Fornilhos impidió que se registraran mayores triunfos. Adrien Salenc sufrió una aparatosa cogida en el quinto y sufrió luxación del hombro derecho.

FICHA DEL FESTEJO:
Se lidiaron novillos de Couto de Fornilhos, bien presentados y de escaso juego, algunos complicados.
* Juan Carlos Benítez, silencio, silencio tras aviso y silencio en el que mató por Salenc.
* Adrien Salenc, ovación tras aviso en el único que mató.
* Carlos Ochoa, vuelta y silencio.
Parte facultativo: En la enfermería fue atendido Adrien Salenc de una contusión torácica con dos varetazos en región anterior del tórax y luxación del hombro derecho, que se reduce con sedación. Pendiente de TAC torácico por contusión importante.

COMENTARIO:
Juan Carlos Benítez no pudo lucirse con el capote y destacó al colocar el tercer par de banderillas. Con la muleta consiguió ligar alguna serie con la derecha. El novillo se fue quedando cada vez más corto y por el izquierdo se orientó, limitando la labor del novillero. Mató de estocada y fue silenciado.
El cuarto fue manso de salida y recibió dos puyazos. En banderillas saludó Antonio Olivencia. Benítez dio un par de series estimables con la derecha a un animal que se rajó pronto, limitando su labor. Mató de estocada y dos descabellos.
Adrien Salenc protagonizó un vibrante y variado recibo de capa al segundo, que conectó mucho con el público. Comenzó la faena con muletazos por alto y mostró oficio en las primeras series con la derecha. Con firmeza fue sacando partido de un animal al que le costaba rematar sus embestidas. Fue superior a su oponente en una labor porfiona que remató de pinchazo hondo y dos descabello, quedando sin premio.
El quinto cogió de forma aparatosa a Salenc cuando este quiso darle una larga cambiada en el tercio de salida. Lo estrelló contra las tablas y tuvo que pasar a la enfermería, haciéndose cargo del novillo Juan Carlos Benítez, que no pudo hacer nada por la complicación del toro. Mató con brevedad.
Carlos Ochoa toreó con decisión a la verónica al tercero. Brindó al público y ligó bien una primera serie, en la que el toro clavó los pitones en el ruedo, quedando mermado para las siguientes tandas. De este modo embistió sin convicción ni clase y Ochoa solo pudo estar dispuesto con él. Lo mató de estocada y dio una vuelta al ruedo.
El sexto no permitió ningún lucimiento a Ochoa. Orientado por los dos pitones, no pasó en la muleta. Los intentos del novillero no dieron fruto y tuvo que abreviar. (Toromedia).

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