El periodista y escritor, Antonio Burgos, ha escrito sobre la Semana Santa de nuestra ciudad y de los proyectados cambios que quieren las hermandades y que estudia el Consejo de Cofradías en la jornada del Martes Santo.
Hemos seleccionado la parte final del recuadro que diariamente escribe Burgos en el diario que dirige Álvaro Ybarra.
Este es el texto en el que se hace referencia al candente tema de las Cofradías de Sevilla:
"Como dicen que la Semana Santa que hemos conocido hasta ahora pronto será un recuerdo. Que ya nada será lo mismo desde la peleíta de dos niñatos borrachos en un bar de la calle Arfe durante la última Madrugada, con el resultado de una avalancha a la misma hora en un lugar tan cercano al Postigo como la Casa de las Dueñas (tararí, miren cómo se me queda el dedo con la versión oficial) y otra en lugar tan colindante como Reyes Católicos. Si a esto les unimos las medidas antiterroristas de precaución contra los moráncanos que dicen que quieren volver a conquistar Al Andalus, pues ya me contarás. Para mí es como si la triste y cruel furgoneta de Las Ramblas hubiera entrado por la calle Martín Villa hacia Alfonso XII cuando San Benito estaba pasando ante el Palquillo. Para que no ocurra nada así, son pocas todas las medidas que se tomen. ¿Para que no ocurra nada así o por dinero, por el maldito parné?
Proponen quitar sillas en la calle Sierpes, por seguridad. Y en vez de quitarlas, como eso serían, dicen, 60.000 euros menos de ingresos para el Consejo y para las cofradías, se tira por la calle de enmedio. Que es por la calle de al lado: que en vez de por Sierpes, las cofradías vayan de La Campana a la Catedral por Tetuán, que caben más sillas y se cobra más. Los vellos de punta se me ponen nada más pensar en ese paso de la Esperanza delante de los maniquíes de C&A. ¿Y el Señor de Sevilla delante del azulejo del Studebaker en el antiguo Sport? ¿Y El Cachorro delante de la Casa del Libro? No hay mayor seguridad que los caudales en la caja del Consejo, evidentemente, con esto de Tetuán. Desde luego que a la Semana Santa le va a pasar como a España en el vaticinio de Alfonso Guerra: que no la va a conocer ni la madre que la parió.
Por no hablar del Martes Santo al revés, del laberinto al pozo en este triste juego de la oca. Día del que Navarro Antolín ha publicado ya hasta el Programa de ABC. Otro absurdo, para que nada sea como fue. Hasta que no consigan que la Semana Santa no se parezca a la Semana Santa, no van a parar. Digo yo: si lo que mandan sus reglas a las cofradías es hacer estación de penitencia a la Catedral, ya que las del Martes están en la Catedral, ¿por qué no vuelven a sus templos por el camino más corto, por ejemplo Santa Cruz? Si ya han cumplido con sus reglas y han ido a la Catedral, ¿por qué han de alargar el recorrido para hacer Estación de Lucimiento en La Campana? Ah, para que el Consejo cobre las sillas de la Carrera Oficial. Así que hay embustes, mentiras, trolas...y reformas de la Semana Santa. Cada vez tengo menos fe en mi café. Mi café Saimaza". (Foto: Antonio Burgos, en el acto del Pregón de la Semana Santa de Sevilla del año 2008).
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