martes, 15 de agosto de 2017

Miles de sevillanos vivieron intensamente en la fiesta de la Asunción de María a los Cielos la tradicional procesión de la Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y de la Archidiócesis hispalense



Sevilla celebró con enorme solemnidad la fiesta de la Asunción de María a los Cielos con la tradicional procesión de la Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y de la Archidiócesis hispalense. 
A primeras horas de la jornada de este martes, día 15 de agosto, en todas las calles que rodean la Catedral, las gradas bajas, se cubrieron de miles de sevillanos para vivir de forma intenta y profunda el tránsito de la Patrona de la Ciudad en este Día de la Virgen por las calles y plazas del recorrido.. 
A las ocho en punto de la mañana, la imagen de Nuestra Señora de los Reyes, esta vez ataviada con el manto de color salmón que confeccionaron las Hermanas de la Cruz y que donó la duquesa de Osuna en 1929, apareció en el dintel de la Puerta de los Palos de la Catedral. A esa hora comenzaron a repicar las campanas de la torre de la Giralda. 
El paso de la Virgen iba adornado por más de mil varas de nardos y claveles blancos repartidos en las cuatro esquinas, preparados por el histórico Ramitos.
El capataz Eduardo Bejarano, manteniendo la tradición, dirigió a la cuadrilla de costaleros para realizar la esperada salida y el tránsito por el tradicional recorrido: Plaza Virgen de los Reyes, Alemanes, Avenida de la Constitución, Fray Ceferino González, Plaza del Triunfo y Puerta de los Palos, con sus clásicas y tradicionales paradas y vueltas del paso de la Patrona hispalense. 
La Banda Sinfónica Municipal de Sevilla que dirige Francisco Javier Gutiérrez abrió el cortejo --este año dedicó un homenaje al compositor Pedro Morales con la interpretación de algunas de sus marchas cofradieras--, formando detrás los célebres carráncanos; los miembros de la Asociación de Fieles de la Virgen de los Reyes y San Fernando; el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, que preside Joaquín Sainz de la Maza; la Hermandad Sacramental del Sagrario de la Catedral, presidida por el Simpecado de esta Corporación, y la representación de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Ante el paso también formaron el clero secular, la coral y la representación del Cabildo Catedral.
La imagen de la Virgen de los Reyes, que lleva al Niño Jesús en sus manos, lucía en su pecho la Medalla de Oro de la Ciudad de Sevilla. Este año se estrenaba la restauración del Ángel del paso de la Virgen, que data del siglo XVIII.

AUTORIDADES Y REPRESENTACIONES EN LA PROCESIÓN DEL DÍA DE LA PATRONA
La procesión fue recorriendo de forma brillante todos los espacios tradicionales del itinerario, exornado con gallardetes marianos y banderas. Tras el paso iba el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, acompañado de representantes del Cabildo Catedral y de los Capellanes Reales.
También formaron a continuación las autoridades civiles y militares. Por el Ayuntamiento de Sevilla estuvo presente el alcalde, Juan Espadas, que acompañado de los capitulares Carmen Castreño y Juan Carlos Cabrera, presidió la amplia representación de la Corporación hispalense en la procesión de la Patrona en la que estuvieron presentes los portavoces del PP, Beltrán Pérez, y de Ciudadanos, Javier Millán. También asistieron el subdelegado del Gobierno en Andalucía, Ricardo Gil-Toresano, y la delegada del Gobierno de la Comunidad andaluza en Sevilla, Esther Gil. En el cortejo formó con cirio el ex concejal del Ayuntamiento hispalense y actual Director General de Tráfico, Gregorio Serrano. Cerró el cortejo una Compañía del Honores del Ejército, con banda de música.
Una hora y media duró el tránsito de la Virgen de los Reyes por estas gradas bajas de la Catedral de Sevilla. 
A las 9,12 horas de la mañana hizo su entrada a la Catedral por la Puerta de los Palos. El paso de la Patrona de Sevilla llegó a la Plaza de la Virgen de los Reyes sobre las 9,20 horas. A las 9,30 de la mañana, la Compañía del Ejército, con bandera, escuadra y música, realizó su tradicional desfile ante el paso de la Patrona, que fue colocado en la Plaza de la Virgen de los Reyes, delante del atrio de la Puerta de los Palos de la Catedral, con la presencia del arzobispo de Sevilla, representación del cabildo Catedral, así como de todas las autoridades.
Tras el desfile de la tropa --ovacionada desde que inició su tránsito ante el paso de la Patrona--, volvieron a repicar con fuerza las campanas de la Giralda. Poco a poco, tras este acto final en la Plaza, el paso de la Virgen de los Reyes fue caminado hacia atrás, siempre mirando de cara a los sevillanos, hacia la Puerta de los Palos. En esos momentos de la entrada se interpretó en honor de la Virgen de los Reyes la Marcha Real.

HOMILÍA DEL ARZOBISPO EN LA CATEDRAL
Posteriormente, en el interior de la Catedral, en el Altar del Jubileo, se celebró el solemne pontifical que presidió el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, y con la presencia de las autoridades civiles y militares.
El prelado hispalense, en este solemne acto ante la Virgen de los Reyes, pronunció la siguiente homilía en la la seo hispalense.
Su homilía ha partido de una lectura del Apocalipsis en la que un enorme dragón rojo se enfrenta a una mujer a punto de dar a luz (Ap. 11,19a.12,1-6a.10ab). “Para San Juan el dragón personificaba el poder de los emperadores romanos anticristianos, desde Nerón hasta Domiciano. Su poder parecía ilimitado”, ha explicado el Arzobispo. Pero “la Palabra de Dios es intemporal”, es decir, “trasciende el momento histórico al que inmediatamente se refiere”, por lo que el dragón también simboliza “las dictaduras materialistas anticristianas de todos los tiempos”. El prelado ha citado las dictaduras de Hitler o Stalin: “Parecía imposible que, a largo plazo, la fe pudiera sobrevivir ante ese dragón tan fuerte, que quería devorar a la mujer inerme y a su hijo recién nacido, a Cristo y a la Iglesia. Pero en realidad, también en este caso, al final el amor fue más fuerte que el odio y que la muerte”.
En esta línea, ha advertido que el dragón sigue existiendo en formas nuevas: “Subsiste en las ideologías materialistas burguesas, que nos dicen que la fe en Dios no tiene base racional ni utilidad práctica, pues es algo infundado, pernicioso e inconciliable con la ciencia. Nos dicen también que la creencia en Dios y en Jesucristo es enemiga de la felicidad humana, que la Iglesia es un vestigio del pasado, una fase superada de la historia de la humanidad, estando inevitablemente condenada a extinguirse. Nos dicen además que las propuestas de la Iglesia son rancias, trasnochadas e incompatibles con la modernidad y que el cristianismo y la Iglesia son una rémora para el progreso y un obstáculo para la democracia”. Por eso, hoy también le dragón puede parecer invencible.
No obstante, lejos de derrotismo, monseñor. Asenjo ha recordado que “el amor es más fuerte que el egoísmo”, fijándose especialmente en la figura de la Virgen María, representada en la mujer frente al dragón: “Ella es la Nueva Eva. Así como por la primera Eva nos vino el pecado y la ruina, por María nos ha venido la salvación y la gracia. Ella, vence al dragón, que tiene bajo sus pies”.
Virgen de los Reyes: medianera, socorro y auxilio de los cristianos
El prelado hispalense ha puesto como ejemplo a la Madre de Dios. “Ella nos invita en esta mañana a vencer al dragón del egoísmo, de la impureza y de la insolidaridad, de la búsqueda enloquecida del placer –ha dicho-. Ella nos invita a remar contra corriente y a vivir como ella los grandes ideales: la limpieza de corazón, el amor a la verdad, la justicia, la humildad, el amor y la fidelidad al Señor”.
Monseñor Asenjo ha insistido en que Nuestra Señora de los Reyes, patrona de la ciudad y de la Archidiócesis de Sevilla, está “ligada indisolublemente” a la historia cristiana hispalense desde que san Luis, rey de Francia, le regalara la imagen a san Fernando, para que le protegiera en la reconquista de la ciudad. Para terminar su disertación, el Arzobispo ha pedido a la patrona, entre otras intenciones, por la Iglesia, las vocaciones religiosas en la Archidiócesis y por Venezuela, “para que encuentre caminos de libertad, de justicia y de paz”, así como para que “nos ayude a vencer en la batalla contra el dragón del pecado, de la tibieza, de la mentira, de la rutina, el desánimo y el cansancio”. (Fotos: AS).

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