La Policía Local de Sevilla interviene más de 1.700 artículos falsificados en una nave del Polígono Carretera Amarilla

Agentes del Grupo Fiscal de la Policía Local de Sevilla, adscritos al Área de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, han intruido diligencias a un varón que ronda los 35 años de edad por tenencia de artículos ilegales. Los hechos se produjeron durante la inspección que estos agentes realizaron en una nave ubicada en el Polígono Industrial de Carretera Amarilla, dedicada a la venta de bazar, bisutería, ropa y complementos, de la cual se había recibido denuncia, según la cual tenían expuestos para su venta, cartas y pulseras que copian o imitan los originales.
Una vez en el lugar, la Policía Local, acompañada de un perito especialista en la materia, comprobaron in situ que efectivamente eran ciertos los hechos denunciados, contactando con el propietario a quien le informaron del motivo de la inspección.
Una vez localizadas las estanterías en las que se exponía el material presuntamente falsificado, y ratificando el perito su más que posible procedencia ilícita, así como que el propietario manifestó carecer de factura de compra de dichos productos, se procedió a su intervención y traslado hasta los almacenes de la Policía Local.
Igualmente durante la inspección, la Policía Local detectó otros artículos con signos de falsedad como los estuches de cartas de la marca de una conocida serie de dibujos animados (Pokemon), además de diversos artículos de bisutería y pulseras de marcas conocidas.
En total, se intervinieron 10 cajas de cartón conteniendo un total de 1.734 artículos que fueron trasladados para su peritación, valoración y posterior informe que será enviado al juzgado, en tanto que al propietario se le informó de la instrucción de las correspondientes diligencias considerándole presunto autor de un delito contra la propiedad industrial.
El delegado de Seguridad del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, felicitó a los agentes de la Policía Local y afirmó que “este tipo de actividades además de conculcar los derechos inherentes a la propiedad intelectual e industrial de las empresas falsificadas, atentan contra los derechos de los consumidores y suponen un riesgo para los usuarios”.