sábado, 3 de diciembre de 2016

Recepción del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, a los participantes de las Jornadas Hispano-Británicas que se celebran en nuestra ciudad


En los Reales Alcázares de Sevilla, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, tuvo un encuentro con los participantes en las Jornadas Hispano-Británicas que se están desarrollando en nuestra ciudad durante este fin de semana. 
En esta recepción estuvieron presentes, además del alcalde de Sevilla, Juan Espadas; Alan Duncan, secretario de la UE para Reino Unido; Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol; Alfonso Marías Dastis, ministro español de Asuntos Exteriores; David Davis, secretario de Estado Británico para la salida de la Unión Europea; Federico Trillo, embajador español en Londres; y Luis María Linde, gobernador del Banco de España, entre otras representaciones.

INTERVENCIÓN DEL MINISTRO DEL INTERIOR EN LAS JORNADAS
Por otra parte y según informa el Ministerio del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha intervino en Sevilla en el estas Jornadas Hispano-Británico. 
En este foro se han analizado las consecuencias y oportunidades del Brexit, así como "dos importantes retos", --ha señalado Zoido--, en el ámbito de Interior: "la amenaza del terrorismo yihadista y el problema de una gestión eficaz de los flujos migratorios".
Esta misma fuente informa que durante su intervención, el ministro del Interior, se ha referido al fenómeno migratorio poniendo de relieve su "dimensión humana", puesto que ha asegurado, "afecta a personas concretas, con nombres y apellidos, con familias". Asimismo, ha recordado que "la migración legal y ordenada impulsa el progreso económico tanto en los países de origen como en los de destino, entre ellos los de la Unión Europea. En cambio,-ha destacado- la inmigración irregular va directamente contra lo que deben ser los pilares fundamentales de nuestra Unión y de un Estado de derecho: la ley y el orden".
En este contexto, y ante las llegadas "no controladas", el ministro ha advertido sobre las reacciones que este fenómeno ha provocado entre algunos sectores de la población, refiriéndose al "creciente nacionalismo en la Unión" y, en algunos casos, -ha asegurado" "incluso con brotes de xenofobia". Así, parafraseando a la Primera ministra Theresa May, Zoido ha afirmado que "la Unión Europea corre el riesgo de ver crecer en su seno el nacionalismo e incluso la xenofobia, convirtiéndose en la "nasty Europe" (Europa desagradable)".Ante esta situación, el ministro del Interior ha señalado que el "equilibrio se encuentra en saber combinar adecuadamente el fenómeno migratorio y la capacidad de acogida e integración de los Estados miembros".
A nivel nacional, Zoido ha destacado que "España ha sido el país de la Unión Europea que ha acogido a un mayor número de inmigrantes en menor tiempo", en términos de la población relativa del país. En concreto, si en el año 2000 los extranjeros no superaban el 2,28% de la población, en 2010 alcanzaron la cifra de casi 6 millones de personas, lo que supone un 12% de la población total del país. Además, ha señalado que a pesar de la crisis económica, que llegó a elevar hasta el 37,39% la tasa de paro de los inmigrantes extracomunitarios, "la sociedad española ha conseguido evitar que la xenofobia se instale en nuestro país".

La respuesta de España
El ministro del Interior ha destacado la lucha que se lleva a cabo en los países de origen contra el tráfico de personas, motivo que según Zoido ha hecho posible que España y la Unión Europea hayan conseguido mantener una "paz social".
A nivel nacional, el ministro del Interior se ha referido a las medidas adoptadas por España para luchar contra la inmigración irregular y el control de flujos migratorios. Entre ellas, ha destacado la creación de embajadas en los países de Africa occidental y el Sahel, las Consejerías de Interior y las Oficinas de Cooperación al desarrollo. Asimismo, ha hablado sobre el impulso de políticas de migración y desarrollo que incluían importantes contribuciones financieras a instituciones de cooperación.
Por otra parte, ha puesto de relieve los cinco ejes en los que se ha basado la política española de control de flujos y de lucha contra la inmigración irregular: la prevención en origen, la cooperación operativa sobre el terreno con los países de origen, la lucha contra las redes criminales y, la política de retorno y admisión acordada con "nuestros socios africanos".
En el ámbito del intercambio de información y cooperación en el control de fronteras, Zoido ha destacado la creación de patrullas marítimas y aéreas conjuntas que hoy operan en Mauritania, Senegal y se despliegan hasta Gambia, Guinea Bissau y Cabo Verde. Igualmente, ha destacado las patrullas conjuntas terrestres establecidas en varios países en el proyecto de crear Grupos de Acción Rápida en el Sahel, ya aprobado por la UE.
Entre las medidas impulsadas, el ministro del Interior ha puesto de relieve el Proceso de Rabat, base del diálogo migratorio, a través de cual se establecieron los Acuerdos de readmisión que, según Zoido, han permitido una repatriación ordenada y consensuada de los inmigrantes irregulares.
Finalmente, según ha difundido el Ministerio del Interior, Juan Ignacio Zoido ha destacado la importancia de "articular una política migratoria común de la Unión Europea que integre las acciones exteriores de la Unión, su política de cooperación al desarrollo y las políticas migratorias". Una política que, según Zoido, "debe resolver a medio y largo plazo las causas profundas del fenómeno migratorio, pero también en medidas de carácter inmediato que nos den resultados y esperanzas".

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