jueves, 4 de agosto de 2016

Con el solemne besamanos en la Capilla Real de la Catedral comienzan este jueves 4 de agosto los solemnes cultos en honor de la Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y la Archidiócesis

Este jueves, 4 de agosto, comienzan los cultos en honor de Nuestra Señora de los Reyes, Patrona de Sevilla y la Archidiócesis. A las seis de la tarde y hasta las diez de la noche se celebrará el primer besamanos de la Virgen en la Capilla Real. La entrada a la Catedral será por la Puerta de los Palos. El viernes, día 5 de agosto, el besamanos se celebrará desde las nueve de la mañana a las dos de la tarde.
Como se sabe, la imagen de la Patrona de Sevilla ha sido restaurada recientemente por el profesor Francisco Arquillo, en las dependencias de la Santa Iglesia Catedral.
El sábado, día 6 de agosto, la Virgen de los Reyes ya estará entronizada en su palio de tumbilla en la Nave del Crucero de la catedral hispalense para la solemne y tradicional novena que finalizará el día 14 de agosto. 
El lunes, día 15 de agosto, la Patrona de Sevilla y de la Archidiócesis hará su anual procesión los los alrededores de la catedral. Este año, la Virgen de los Reyes lucirá el manto de terciopelo rojo realizado en el siglo XIX y donado por la Infanta María Luisa de Borbón, duquesa de Montpensier. Es una obra de estilo barroco, bordada en oro con elementos florales y que fue restaurado en los talleres de Esperanza Elena Caro en el año 1981. 
Por primera vez figurará en el cortejo el nuevo Consejo General de Hermandades, que ahora preside Joaquín Sainz de la Maza. 

HISTORIAS DE LA VIRGEN DE LOS REYES
Dice la leyenda que el Rey San Fernando soñó con la Virgen y que al día siguiente hizo llamar a los maestros imagineros de la corte para que tallaran una imagen igual a la que se le había aparecido en sus sueños. Los artífices llegaron labrar hasta cuatro imágenes de la Madre de Dios: la Virgen de los Reyes que hoy se venera en el Monasterio de San Clemente; la Virgen de las Aguas, que recibe culto en la Parroquia del Salvador y que el 30 de mayo de 2007 cerró la procesión dedicada al rey conquistador de Sevilla; la Virgen de los Reyes, titular de la hermandad de los Sastres, de San Ildefonso, y la actual Patrona de la Ciudad , Nuestra Señora de los Reyes, que recibe culto en la Capilla Real de la Santa Iglesia Catedral.
Según esta leyenda histórica, cuando el Santo Monarca contempla todas las imágenes realizadas por los escultores del Reino, se fijó detenidamente en la efigie de la Virgen de los Reyes que está en la Catedral. El Rey se aproximó a la imagen, manifestando que veía en Ella a la Madre de Dios que había visto en sus sueños.
Según todos los historiadores, el Rey Fernando III intervino muy directamente en la realización de esta escultura de la Virgen , aunque también se ha recogido en otros documentos que la efigie fue realizada en Alemania o Francia y donada al monarca por el Emperador Federico II o por el rey francés Luís IX.
Otro dato histórico hace referencia a que la Virgen de los Reyes ya acompañaba a santo monarca en sus batallas y que con Ella entró en Sevilla en 1248, presidiendo la entrada triunfal en la ciudad, tras la reconquista.
También se afirma por otra parte que esta imagen fue donada por Alfonso X el Sabio a la Catedral de Sevilla, narrada en la famosa cantiga 324, para que presidiera un altar principal en el primer templo metropolitano.
Según el catedrático José Hernández Díaz, especialista en este tipo de investigaciones históricas, la Virgen de los Reyes es una obra realizada en el segundo cuarto del siglo XII, siendo la imagen una cumplida representación plástica del concepto medieval de la realeza de María, tal como la entendían los litúrgicos y teólogos de la época.
La imagen de Nuestra Señora de los Reyes está realizada en madera de alerce y es figura articulada. En esta obra fueron únicamente modeladas la cabeza, las manos y los pies. El rostro carece de modelado, la nariz es de poco relieve y pequeña, los labios ligeramente marcados, con sonrisa candorosa, y los ojos pintados. Las manos de la Virgen sin simplísimas, en la forma típica de tenedor o peine, con dedos largos y finos, según la fórmula medieval.
Abundando en el estudio realizado en 1948 por el profesor Hernández Díaz, y en el capítulo de la “arqueología” de le venerada imagen, se dice que tiene “singular cabellera, compuesta con abundantísima madeja de hilos de seda, que conserva áureos, unida al óvalo craneano de modo finísimo, casi imperceptible y que cae en cascada hasta el borde infraescapular. Hoy está sujeta con cintas envueltas en paño a manera de toca y desde luego debió lucirla exteriormente la venerada icona”.
Otro de los puntos históricos del estudio es que la imagen, en la mitad superior del dorso, tiene una ventana que permite apreciar una rueda dentada unida a un eje y liada en él restos, como una correa sin fin: “Este dispositivo –concreta el profesor--, sirvió sin duda para mover partes de la figura, desde luego movería la cabeza por cuanto se halla sujeta al cuerpo por grapas metálicas que la inmovilizan”.
Se recoge en otros estudios históricos, que en Castilla pudo haber en la época fernandina una escuela de imaginería, y que desde allí enviaron la talla de la Virgen de los Reyes a Sevilla. Pero por otra parte, se concreta en otro documento que la efigie de la Patrona de la ciudad fue realizada en Sevilla, bajo la mirada y orientación del propio Fernando III.
Conquistada Sevilla, el Rey San Fernando mandó construir una Capilla en la nave central de la antigua mezquita mayor de los almohades, que fue consagrada el 22 de diciembre de 1248. Allí fue colocada una imagen de la Virgen , titulada de Santa María, que era el nombre por el que era conocida entonces la actual Virgen de los Reyes, hasta que por diversas gestiones del Cabildo se llevó a cabo su demolición, para construir una capilla acorde con la actual Catedral. Mientras se llevó a cabo la realización de la nave real, la Virgen estuvo en una Capilla situada en el lugar que hoy ocupa la Biblioteca Capitular , en el patio de los Naranjos, y posteriormente, en otra zona del citado Patio, en el lugar ocupado por la Hermandad del Sagrario.
Fue en el año 1579 cuando se inaugura la actual Capilla de la Virgen de los Reyes en el interior de la Catedral, procediéndose al traslado de la imagen y del cuerpo incorrupto del Rey Fernando III, que fue canonizado en el año 1671. Hasta este año, la Virgen presidió el centro del altar de la nueva capilla, siendo colocados los féretros del santo monarca, su mujer y su hijo en las gradas de la nave real. Cuando el monarca fue canonizado, su cuerpo fue separado de sus familiares para ocupar el centro de la capilla, como en la época actual, en una urna que fue posteriormente cambiada por la que hoy se conserva el cuerpo del Rey Fernando III.
La Virgen de los Reyes, que primero fue titulada de Santa María y de Nuestra Señora de Agosto, se halla colocada en la Capilla Real , en un tabernáculo de plata, con fondo de rosetones con castillos y leones y un baldaquino de estilo y dibujos góticos, del siglo XVI. Preceden de la antigua Capilla Real.
En la actualidad, y siguiendo una antigua tradición, un Cabido de Capellanes Reales, que autorizó la fundación de la Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes, en tiempos del cardenal Pedro Segura, cuida de la Capilla Real , así como el programa de actos en honor de la Patrona de Sevilla y de Fernando III el Santo.
En el año 1866 se integró la Corporación Municipal de Sevilla a la solemne procesión de la Virgen de los Reyes, a propuesta del concejal Pagés del Corro. El pleno del Ayuntamiento aprobó la presencia municipal en el cortejo de la Patrona de Sevilla, colaborando en la realización de un nuevo paso de salida.
La Virgen de los Reyes fue coronada el día de la Inmaculada de 1904. Se organizó una solemne procesión por este acontecimiento, con la asistencia de numerosas hermandades y cofradías.
En el año 1953, a la popular imagen le fue impuesta la Medalla de Oro de la Ciudad , ofrecida por el Ayuntamiento de Sevilla, que entonces presidía Jerónimo Domínguez Pérez de Vargas, Marqués del Contadero. También le fueron entregadas a la Patrona de Sevilla las llaves de la ciudad y el bastón de mando, como alcaldesa perpetua de Sevilla.
En su visita a Sevilla, en el año 1982, el Papa Juan Pablo II recorrió la Catedral. A un lado del Altar Mayor fue colocada la Virgen de los Reyes en su paso de salida. El Sumo Pontífice oró ante la Patrona de Sevilla en el primer templo metropolitano.

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