En este primer periodo, el cuadro blanco fue muy superior al once catalán, que siempre fue superado por el eficaz y positivo trabajo de todos los hombres de la escuadra que dirige Unai Emery. En este primer tiempo pudo hacer muchos más goles el Sevilla para tumbar de forma espectacular a los periquitos. El trabajo de Mariano, Cristóforo y Banega, que se lució con sus filigranas y su calidad, hicieron a un Sevilla fuerte e inexpugnable para poder lograr esta última victoria del año 2015.
La segunda parte, el partido tomó otro rumbo. Los cambios en el Español causaron sus buenos efectos y los hombres de Galca controlaron más el juego y el balón, pero sin lograr definir nunca las acciones ofensivas. Sin embargo, con un Sevilla que jugó con más calma y serenidad, pudo aumentar su marcador en varias acciones de ataque. Pero en el remate final no hubo fortuna. Lo más importante de este choque de final de año ha sido los tres nuevos puntos logrados y el potencial físico y las claras ideas en el juego ante un rival que siempre fue incómodo, especialmente en la segunda parte. El Sevilla logró una buena victoria en este último encuentro del mágico año sevillista de 2015. Triunfo claro y merecido para brindar con buen cava.
FIN DE AÑO EN LA CARRETERA
El 31 de diciembre de 1983, siendo entrenador del Sevilla el coriano Manolo Cardo, el equipo jugó ese fin de año en Salamanca, frente a la histórica Unión Deportiva. Tras el encuentro disputado en el Helmántico, la expedición sevillista regresó en autobús directamente a Sevilla. Los jugadores y técnicos, con una serie de bolsas de comidas preparadas, bocadillos y otras viandas, cenaron en el mismo autocar. También se llevaron cada uno de los viajeros las doce uvas de la suerte, porque la entrada del Nuevo Año 1984 la pensaban celebrar en la carretera, sin bajarse del autobús. Como redactor de ABC de Sevilla cubrí ese partido entre el Salamanca y el club de Nervión. Pero además de escribir sobre lo que se había desarrollado en el terreno de juego, también realizaba las populares Impresiones Viajeras, contando en ellas todas las anécdotas e incidencias de la estancia del equipo en la ciudad salmantina y todo cuanto sucedía antes, en el partido y después del partido. Seguí con mi coche al autocar de la expedición sevillista. A Manolo Cardo le pedí que cuando se fueran a tomar las uvas hicieran una parada en la carretera para vivir esos momentos de la entrada del Año Nuevo. Y hubo parada a 25 kilómetros de Cáceres. Jugadores, técnicos, delegado del equipo, el chófer del autobús y yo tomamos esas uvas de la suerte en la carretera. Hubo jugadores que cantaron villancicos, imitaron el toque de las zambombas, bailaron por sevillanas y hubo hasta lanzamientos de bengalas, cohetes y de papelillos y serpentinas. Todos nos abrazamos y se brindó con cava para desearnos muchas felicidades. En esa etapa estaban en el club de Nervión jugadores como Superpaco, Álvarez, Blanco, Rivas, Francisco, Juan Carlos, Moisés, Sanjosé, Juan Álvarez, Buyo, Nimo y Pitiño.
TIEMPO NUEVO, PARA EL AÑO NUEVO
El Sevilla de Emery tenía que mantener esta última racha para seguir en esa línea ascendente. Los blancos, sobre el papel, eran tremendamente favoritos, porque hay bastante diferencia entre la plantilla de la escuadra de Nervión y de la los periquitos del Español. Pero nunca se vence al rival por ser más débil, porque siempre surge en David para acabar con el Goliat de turno. Al equipo de Nervión le correspondía por juego, acciones claras de ofensivas peligrosas y el control y el dominio del juego superar al Español en todos sus frentes. El Sevilla se jugaba tres puntos importantes para festejar la llegada del nuevo año con alegría y júbilo. Y el equipo de Emery jugó con intensidad y marcando siempre su buen compás.
FIN DE AÑO EN LA CARRETERA
El 31 de diciembre de 1983, siendo entrenador del Sevilla el coriano Manolo Cardo, el equipo jugó ese fin de año en Salamanca, frente a la histórica Unión Deportiva. Tras el encuentro disputado en el Helmántico, la expedición sevillista regresó en autobús directamente a Sevilla. Los jugadores y técnicos, con una serie de bolsas de comidas preparadas, bocadillos y otras viandas, cenaron en el mismo autocar. También se llevaron cada uno de los viajeros las doce uvas de la suerte, porque la entrada del Nuevo Año 1984 la pensaban celebrar en la carretera, sin bajarse del autobús. Como redactor de ABC de Sevilla cubrí ese partido entre el Salamanca y el club de Nervión. Pero además de escribir sobre lo que se había desarrollado en el terreno de juego, también realizaba las populares Impresiones Viajeras, contando en ellas todas las anécdotas e incidencias de la estancia del equipo en la ciudad salmantina y todo cuanto sucedía antes, en el partido y después del partido. Seguí con mi coche al autocar de la expedición sevillista. A Manolo Cardo le pedí que cuando se fueran a tomar las uvas hicieran una parada en la carretera para vivir esos momentos de la entrada del Año Nuevo. Y hubo parada a 25 kilómetros de Cáceres. Jugadores, técnicos, delegado del equipo, el chófer del autobús y yo tomamos esas uvas de la suerte en la carretera. Hubo jugadores que cantaron villancicos, imitaron el toque de las zambombas, bailaron por sevillanas y hubo hasta lanzamientos de bengalas, cohetes y de papelillos y serpentinas. Todos nos abrazamos y se brindó con cava para desearnos muchas felicidades. En esa etapa estaban en el club de Nervión jugadores como Superpaco, Álvarez, Blanco, Rivas, Francisco, Juan Carlos, Moisés, Sanjosé, Juan Álvarez, Buyo, Nimo y Pitiño.
TIEMPO NUEVO, PARA EL AÑO NUEVO
El Sevilla de Emery tenía que mantener esta última racha para seguir en esa línea ascendente. Los blancos, sobre el papel, eran tremendamente favoritos, porque hay bastante diferencia entre la plantilla de la escuadra de Nervión y de la los periquitos del Español. Pero nunca se vence al rival por ser más débil, porque siempre surge en David para acabar con el Goliat de turno. Al equipo de Nervión le correspondía por juego, acciones claras de ofensivas peligrosas y el control y el dominio del juego superar al Español en todos sus frentes. El Sevilla se jugaba tres puntos importantes para festejar la llegada del nuevo año con alegría y júbilo. Y el equipo de Emery jugó con intensidad y marcando siempre su buen compás.
A los pocos minutos de comenzar el primer tiempo, Immobile tuvo una primera oportunidad de gol. El Sevilla ató siempre bien todos los cabos y controló y dominó a un Español que intentaba superar la potencia y la calidad de los sevillistas. A los 9 minutos, ante el agobio de los blancos en el área españolista, Álvaro estuvo a punto de marcar en su propia portería. Era tan insistente el dominio sevillista, que a los 16 minutos llegó el primer gol local. Se aprovechó Vitolo de un error defensivo del Español para ceder el balón a su compañero Immobile. El delantero, con habilidad, remató el balón entre tres defensores periquitos para alojarlo en la portería de Pau Lopez. Era el 1-0. La fiesta blanca se animaba. Había que cerrar con júbilo el año 2015. Hasta Banega, en su buen papel, hizo sus atractivas filigranas. Y fue el argentino, en el minuto 40, quien logró el segundo tanto para el Sevilla. Mariano aprovechó otros error de control de los de Galca que permitió un avance magistral de Banega hacia el área. El jugador sevillista colocó el balón por debajo del cuerpo de Pau López en el fondo de las mallas de los periquitos. Era el 2-0 para que la fiesta continuará con más brillantez. En la recta final de este primer periodo, en el minuto 42, Immobile tuvo en su cabeza el 3-0. Pero no remató de forma adecuada al marco españolista. Y así, con este poderío, finalizaron los primeros cuarenta y cinco minutos del partido, para gloria del Sevilla Fútbol Club.
EL ESPAÑOL INTENTÓ SORPRENDER A UN SEVILLA SIN FISURAS
En la segunda parte, que tuvo poca historia, el Español hizo varios cambios para darle otro giro al encuentro y buscar alguna sorpresa. La salida de Burgui por el exbético Cañas fue importante para los buenos deseos del cuadro que prepara Galca. También en este segundo periodo hizo sus cambios el Sevilla, dando entrada a Reyes por Vitolo (62); Krohn-Dehli por Banega (69) e Immobile por Gameiro (76).
Los periquitos tuvieron más tiempo el balón ante un Sevilla que, sin bajar la guardia, siempre estuvo atento a la creación del juego del cuadro catalán para cortar todos sus deseos de sorprender a Sergio Rico. Los catalanes quisieron, con coraje y entrega, morir en todos sus intentos para poder superar los marcajes y el control de los blancos. Pero el equipo de Nervión, a pesar de las amenazas de los periquitos, siempre supo salvar las peligrosas acciones visitantes con presión y con contragolpes que pudieron ser letales. Pero el Sevilla, en esas acciones a la contra, no encontró fortuna en el remate final. Lo intentaron Reyes, Gameiro, Konoplyanka y Kroh-Dehli, pero el balón no encontró al final la puerta de Pau López.
Con los dos goles que el Sevilla marcó en el primer tiempo finalizó este último partido del año 2015. Un año feliz y positivo para un Sevilla que da un paso adelante para subir la cuesta de ese próximo enero de 2016. Si el Sánchez Pizjuán es un gran fortín, el equipo blanco en el nuevo año ha de buscar la forma de dar los precisos zarpazos en campo ajeno para alcanzar las mejores metas deportivas de la temporada. (Foto: SFC).
FERNANDO GELÁN
EL ESPAÑOL INTENTÓ SORPRENDER A UN SEVILLA SIN FISURAS
En la segunda parte, que tuvo poca historia, el Español hizo varios cambios para darle otro giro al encuentro y buscar alguna sorpresa. La salida de Burgui por el exbético Cañas fue importante para los buenos deseos del cuadro que prepara Galca. También en este segundo periodo hizo sus cambios el Sevilla, dando entrada a Reyes por Vitolo (62); Krohn-Dehli por Banega (69) e Immobile por Gameiro (76).
Los periquitos tuvieron más tiempo el balón ante un Sevilla que, sin bajar la guardia, siempre estuvo atento a la creación del juego del cuadro catalán para cortar todos sus deseos de sorprender a Sergio Rico. Los catalanes quisieron, con coraje y entrega, morir en todos sus intentos para poder superar los marcajes y el control de los blancos. Pero el equipo de Nervión, a pesar de las amenazas de los periquitos, siempre supo salvar las peligrosas acciones visitantes con presión y con contragolpes que pudieron ser letales. Pero el Sevilla, en esas acciones a la contra, no encontró fortuna en el remate final. Lo intentaron Reyes, Gameiro, Konoplyanka y Kroh-Dehli, pero el balón no encontró al final la puerta de Pau López.
Con los dos goles que el Sevilla marcó en el primer tiempo finalizó este último partido del año 2015. Un año feliz y positivo para un Sevilla que da un paso adelante para subir la cuesta de ese próximo enero de 2016. Si el Sánchez Pizjuán es un gran fortín, el equipo blanco en el nuevo año ha de buscar la forma de dar los precisos zarpazos en campo ajeno para alcanzar las mejores metas deportivas de la temporada. (Foto: SFC).
FERNANDO GELÁN
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