miércoles, 3 de junio de 2015

Según la Asociación Vecinal "La Revuelta" sobre el caso de Santa Catalina: "Zoido intenta escabullirse disparando a la mensajería"

La Asociación Vecinal del Casco Norte de Sevilla "La Revuelta", que ayer, cuando se difundió la noticia de que la entidad había elevado denuncia ante la Fiscalía contra el “contrato de patrocinio" firmado entre Emasesa y la Archidiócesis de Sevilla, en relación con la rehabilitación de la iglesia de Santa Catalina, ha informado este miércoles que los periodistas hicieron lo propio e interpelaron al alcalde sobre el asunto. Y su respuesta, según relatan hoy los medios, sólo puede calificarse de penosa e impropia; porque lo que calla, inquieta, pero lo que dice, indigna.
La Asociación afirma en su nuevo comunicado remitido a los medios que "Y es que el Sr. Zoido no se defendió, ni con la soltura que cabría suponerle a alguien que es juez de profesión ni de ninguna otra forma, de las concretas y graves irregularidades que esta entidad ha detectado en dicha operación. Ni una palabra para intentar “justificar” los turbios aspectos que se señalan y detallan en la denuncia vecinal: que con dicho contrato se pretende la transferencia de fondos municipales a una entidad para un fin impropio del de la empresa pública; que se haya prescindido de los requisitos formales en la adopción del acuerdo; que se utilicen fórmulas con altas dosis de simulación que incumplen las exigencias legales; y que el “contrato”, como guinda, incluya una estipulación que establece una denominada “cláusula de confidencialidad” absolutamente impropia de los contratos públicos, pues éstos están sometidos a condiciones de publicidad y transparencia.
El alcalde en funciones, según reflejan los medios, se limitó a decir que el referido contrato "reúne todos los requisitos" legales, añadiendo una pregunta que promete engrosará el Olimpo de la retórica: "¿Ustedes creen que yo tengo pinta de hacer algo que no deba hacer?", mientras se encogía de hombros. ¡Ea, y a otra cosa!
Aunque parece que sí encontró espacio para intentar desviar la atención respecto de lo denunciado, dejando caer que la denunciante "representa curiosamente a una tendencia ideológica muy definida y no quiere que se le ayude a la Iglesia". Una maniobra burda ante la que, no obstante, hacemos los comentarios que siguen.
De entrada, "La Revuelta" no le pide a nadie que confiese su tendencia ideológica o si está afiliado a algún partido. Cuando aquel nutrido grupo de residentes en la mitad norte del casco histórico nos constituimos en asociación, acordamos unos estatutos, un manifiesto o “declaración de principios” y unas “ líneas de acción”. Y es sobre esa base que desarrollamos nuestra labor ciudadana y barrial; y lo que comparten quienes quieren participar en y a través de esta entidad.
Si al Sr. Zoido tanto le inquieta nuestra “tendencia ideológica muy definida”, podría dedicarle unos minutos a leer dichos documentos, y a ojear en nuestra web el tipo de actuaciones y problemas en los que nos hemos metido en estos años, y podrá observar que tienen que ver con, entre otros, con la defensa y cuidado de los espacios públicos; la protección del arbolado; la lucha contra la especulación; la defensa del patrimonio; con el fomento de la participación ciudadana; la exigencia de transparencia gubernativa (que hay quien refiere con la expresión “luz y taquígrafos”);…
Es decir, Sr. Zoido, aspectos todos de los que también usted mismo habla y promete en sus discursos, mítines y programas electorales.
Y, por otra parte, lo de que La Revuelta “no quiere que se le ayude a la Iglesia” también no es sino una cortina de humo.
Porque esta entidad desea y reivindica que el patrimonio cultural del barrio, de toda la ciudad esté cuidado en la debidas condiciones. Y que las administraciones contribuyan a ello como corresponda: legislando oportunamente; haciendo cumplir y cumpliendo ellas mismas las normas existentes al respecto; asesorando y facilitando dicha labor a quienes tengan la propiedad de dichos bienes; ayudando económicamente donde y como proceda.
Pero, como se detalla en el texto de la denuncia ante la Fiscalía, el procedimiento, las vías, el cómo se hace ha de ser correcto; nuestros gestores públicos no pueden usar subterfugios, alegalidades, oscurantismos y demás defectos; algunos de los cuales no tienen “sólo” reproche político y social sino también penal.
Es decir, que no es que nos opongamos a que con dinero público se contribuya a rescatar y (re)poner en valor social bienes patrimoniales de titularidad no pública que estén degradados. La propia normativa recoge ese supuesto, muy atinadamente: si es un bien cultural de la comunidad (independientemente de su titularidad), y si por serlo están limitadas las cosas que su dueño puede hacer con el mismo o está obligado a permitir la visita un mínimo de días al mes, por ejemplo, es de justicia que la comunidad contribuya a su mantenimiento.
Lo que nos parece de todo punto criticable es que nuestros gestores públicos hagan trampas, y que manejen los fondos y recursos públicos como si fueran de su "propiedad", y como si no hubiera unas normas ¡que ellos mismos han implantado!
Si las ayudas se vehiculan por los cauces y procedimientos por donde y como corresponde, según se prevé en las normas (de patrimonio, de procedimiento administrativo, de subvenciones, de contratación de los entes públicos,...), nada que objetar. Pero, si es reproduciendo (una vez más, ¡y van ya...!) las añejas e irregulares "fórmulas" del "apaño, enjuague y desahogo", pues como que toca ya bastante la moral, con todo lo que está lloviendo estos últimos años, ¿no le parece, Sr. Alcalde?
En fin, que los muchos recortes periodísticos que se están publicando sobre este asunto entendemos que no tendrían que estar incluidas en la sección de "patrimonio" sino en el de "corruptelas de ayer y de hoy"…

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