jueves, 23 de abril de 2015

TOROS EN SEVILLA.- Oreja para Manuel Escribano y vuelta al ruedo para un gran toro de Victorino Martín con el que Ferrera hizo la gran faena de la Feria para perder las orejas al fallar con la espada



CRÓNICA DE FERNANDO GELÁN

Esta vez, a pesar de que el festejo duró cerca de tres horas, el público desde los tendidos siguió con enorme atención el emocionante y vibrante festejo. El toro “Mecanizado” de Victorino Martín fue el gran protagonista de la corrida. Ante el bravo cárdeno bragado realizó Antonio Ferrera la faena soñada. Fue una lástima que después de todo lo bueno que ofreció el diestro extremeño sobre el albero del Coso del Baratillo no cortara las orejas al toro. La lidia ante el bravo “Mecanizado” fue intensa y realizada con mucho temple, calidad y clase. Pero Ferrera falló con la espada y perdió los trofeos. El premio se lo llevó el toro de Victorino Martín que tuvo los honores de dar la vuelta al ruedo entre grandes ovaciones. De momento, el toro de la Feria. También destacó en esta corrida el torero sevillano Manuel Escribano, que cortó una oreja en el primero de su lote. El Cid no encontró material adecuado para poder lucirse a pesar de que arriesgó y luchó con intensidad frente a los dos toros menos manejables de la corrida. Pero el veterano maestro siempre estuvo apoyado por los aficionados, que gozaron con todo lo que contempló en el ruedo maestrante.

Abrió plaza Antonio Ferrera para lidiar al primer toro del festejo --“Minerva”, de 595 kilos--. El diestro manejó bien el capote para ejecutar unas firmes verónicas. Ferrera y Escribano compartieron el tercio de banderillas y el extremeño se lució citando desde las tablas para colocar los palos. Con la muleta, Ferrera encontró muchas dificultades para poder enjaretar una buena faena. El toro, noble y con mucho peso, se quedaba parado a pesar de todos los intentos del diestro para lograr las embestidas. Ejecutó algunos muletazos por la derecha, pero la lidia no tuvo emoción ni chispa. Mató de fulminante estocada.
Pero todo cambió cuando salió a la plaza el segundo toro de su lote, el ya histórico “Mecanizado”, de 544 kilos. Ferrera trasteó con el capote al animal para comprobar su embestida y el toro demostró su bravura en el tercio de varas. Esta vez actuó a solas en el tercio de banderillas y colocó arriba los tres pares. Y llegó con la muleta la gran faena del ciclo de la Feria. Ferrera se ajustó bien los machos porque el toro era gloria bendita. Emocionó el torero con la primera serie de muletazos. El toro humillaba perfectamente y hubo emoción y temple en la lidia. Sonó la música. El diestro manejó con mucho arte la franela para dar brillantes naturales. Con mucho oficio, Ferrera supo dar el tiempo justo a cada serie de muletazos a un toro que no paraba de embestir, sobre todo por el pitón derecho. Hubo dominio absoluto del torero en la lidia. Además, ejecutó todo con mucha profundidad y con mucho arte y llevando al toro muy despacito en cada serie. Ferrera expresó con mucho arte su torería. La faena fue grandiosa. Tenía las dos orejas, por lo menos, en sus manos. Pero el diestro falló en la suerte suprema. Mató de dos pinchazos y un descabello. El presidente de la corrida sacó el pañuelo azul y el gran premio se lo llevó “Mecanizado”, que se llevó una merecida vuelta al ruedo. Ferrera también recorrió el ruedo entre las ovaciones de los aficionados, porque con la muleta dio una gran lección de tauromaquia.

No encontró las fórmulas para el triunfo Manuel Jesús “El Cid”. Bien es verdad que le tocó los toros menos manejables de la corrida de Victorino Martín. En el primero de su lote --“Verdadero”, de 554 kilos--, el de Salteras movió bien el capote para fijar las arrancadas del toro. “El Cid” brindó a su hijo la muerte de la res. Pero el animal se revolvía de forma continuada y tenía poco recorrido. Forzó algunos naturales, pero el toro se quedó siempre corto, sin desplazamiento, y sin una seria embestida. El torero, que alargó mucho la faena, buscó en todo momento el dominio de la situación para enjaretar algunos muletazos. Pero el toro se fue apagando. A “El Cid” se le atascó la espada y necesitó de tres pinchazos --tras el segundo recibió un aviso--, y una estocada para matar a “Verdadero”, que resultó un toro muy falso.
Tampoco se pudo lucir Manuel Jesús en el segundo de su lote. El de Salteras ejecutó buenas verónicas y fue brillante el tercio de varas porque Jesús Ruiz Espartaco, el picador, citó al toro de largo y acudió con bravura a la cita. “El Cid”, ya con la muleta, estuvo firme y seguro para iniciar su faena con buenos muletazos. Pero el toro se fue apagando y la lidia se fue enfriando. El torero sevillano abrevió y cogió la espada para matar. Pero tampoco estuvo certero en esta suerte suprema y liquidó al victorino con dos pinchazos y media estocada.

El tercer torero del festejo fue Manuel Escribano. En el primero de su lote --“Paquecreas”, de 546 kilos,--, el de Gerena estuvo ajustado y brillante con templadas verónicas. También compartió con Ferrera el tercio de banderillas. Escribano puso un arriesgado par al quiebro para colocar los palos al violín. El diestro sevillano inició con una templada serie de muletazos su faena. Estuvo firme ante un toro que respondió con bravura. El de Gerena, con dominio y seguridad, fue subiendo como la espuma ante un toro con recorrido. Escribano se lució con vibrantes muletazos y sonó la música. El esfuerzo del torero fue grande porque el toro buscó a veces el cuerpo del diestro. El de Gerena dio cuatro brillantes y profundos naturales en una serie por el pitón izquierdo. Mató de estocada y el diestro recibió un aviso cuando ya el toro había caído. Pero Escribano cortó una merecida oreja que paseó en la vuelta al ruedo.
En el segundo de su lote, el torero sevillano se encontró ante un toro parado y sin transmisión. En el tercio de banderillas, Escribano hizo vibrar al público cuando citó al toro en el tercer par sentado en el estribo del burladero. Colocó los palos por los adentros con enorme riesgo. Pero salió airoso del trance. Escribano, ya con la muleta, se encontró con un toro sin recorrido. El diestro sevillano trató de dominar la lidia, pero el victorino no tenía recorrido para centrarse en desarrollar una buena faena. El toro brincaba y era complicado. Escribano siempre estuvo solvente ante el mal bicho. Mató de estocada para poner fin a la emocionante tarde-noche torera.

La corrida tuvo sus grandes momentos. Cada torero forzó la máquina para ofrecer un gran espectáculo taurino. Pero la gran faena de la corrida la realizó Antonio Farrera ante el toro “Mecanizado”. Le pudo cortar las orejas. El toro de Victorino Martín tuvo los honores de dar la vuelta al ruedo. También recorrió el redondel entre ovaciones el diestro extremeño que hizo la gran faena. También hay que destacar la merecida la oreja que cortó Manuel Escribano, que siempre va a más. Fue una pena la batalla de “El Cid”. No tuvo su día. Pero hubo muchas lecciones de tauromaquia y el público disfrutó y vibró con otro largo festejo.

FICHA DE LA CORRIDA:
Se celebró en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla la novena corrida del ciclo continuado de la Feria de Abril. Se lidiaron reses de la ganadería de Victorino Martín, bien presentados. Destacaron por su bravura y poder los toros tercero, cuarto y quinto. El cuarto toro --"Mecanizado"--, fue premiado con la vuelta al ruedo.

* Antonio Ferrera, ovación y saludos y vuelta al ruedo tras aviso. 
* Manuel Jesús "El Cid", silencio y silencio.
* Manuel Escribano, oreja tras aviso y  ovación.

Hubo más de tres cuartos de entrada en el Coso del Baratillo en una tarde muy soleada. Hubo aplausos para el picador Jesús Ruiz Espartaco. (Fotos: Toromedia).

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