La candidata andalucista a la alcaldía de Sevilla, Pilar Távora, ha pedido de forma inmediata “la retirada de la convocatoria a cátedras para enseñanzas artísticas de la Consejería de Educación, a la que califica de auténtica barbaridad y despropósito y sólo pretende colar amigos”. Así lo ha manifestado durante la concentración en la que ha participado esta mañana junto a la Vicesecretaria General del Partido Andalucista, Marta Mejías.
El rechazo a la convocatoria ha sido unánime por parte del colectivo especialista en la materia y ha venido provocado por los requisitos de acceso impuestos por la Consejería de Educación para 175 plazas a cátedra. Entre las condiciones exigidas en la convocatoria figuran estar en posesión de un doctorado, "que no existe en el contexto de las Enseñanzas Artísticas en nuestro país", acreditar años de antigüedad en un cuerpo de enseñanza o haber desempeñado cargos directivos de relevancia.
Para Távora esta convocatoria refleja una “lamentable” realidad de la Administración Andaluza; “que no hay nadie en la Junta que tenga un mínimo conocimiento sobre enseñanzas artísticas”.
Távora denuncia que “este sistema de selección arbitraria viene siendo habitual en el acceso a todas las disciplinas culturales en la Junta de Andalucía. Un sistema pensado únicamente para enchufar allegados, que trae como consecuencia que la administración esté llena de personas que han accedido a gestionar disciplinas culturales que nada tienen que ver con el arte”, por lo que exige que “nunca más vuelva a convocarse nada ajeno a la disciplina artística específica referida”.
Así de tajante se ha mostrado la candidata andalucista, que asegura que “los requisitos de acceso a estas plazas no guardan en absoluto relación alguna con la excelencia musical, por lo que a su juicio, debe exigirse un examen teórico y práctico de conocimientos superiores de música, tanto en pedagogía, práctica, composiciones como en manejo de instrumentos”.
Pilar Távora ha reconocido que “en un principio el anuncio de la convocatoria despertó grandes expectativas, pero finalmente ha venido el palo. En cuanto a condición referida al doctorado –ha dicho- es grotesca porque es imposible de cumplir, ya que no existen doctorados en ninguna disciplina artística. Y en cuanto a las otras dos; haber ostentado un cargo de relevancia o experiencia docente, son absolutamente inadecuadas, ya que por sí mismas no demuestran la excelencia artística o pedagógica de los aspirantes. Távora pone el ejemplo de que “resulta tan ridículo como que cualquiera que haya tenido un cargo de director, haya sido profesor o maestro cumple estos requisitos, que en absoluto avalan la cualificación suficiente para impartir una enseñanza musical superior”.
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