Asimismo, Díaz ha reivindicado la creación de empleo digno y de calidad, un nuevo modelo de financiación autonómica, así como un modelo productivo que haga compatible el crecimiento económico con la protección medioambiental. La presidenta ha destacado que Andalucía, igual que Menorca, defiende "un nuevo modelo productivo, que debe ser compatible con la protección medioambiental". Igualmente, ha destacado la apuesta de ambos territorios por el turismo de calidad.
En materia de recuperación económica y creación de empleo, que son las piedras angulares de la acción del Gobierno andaluz, la presidenta de la Junta ha señalado que, pese a que los indicadores macroeconómicos atisban "cierta recuperación", ésta no será "real" hasta que se vuelva a crear empleo digno y de calidad.
"Me preocupa muchísimo que hoy haya ciudadanos con empleo tan precario que sean pobres asalariados", ha señalado, para añadir que "por primera vez en la democracia hay más trabajo precario que bueno, y ésta no es la recuperación que deseo".
En España, ha explicado, hay más de dos millones de parados que no cobran ninguna prestación y 700.000 familias que tienen que sobrevivir sin ningún ingreso. "Estamos en el camino equivocado con tanto sufrimiento, más desigualdad y salarios bajos", ha añadido.
La presidenta ha insistido en que "no hay recuperación posible si en dos años España ha perdido al 5% de sus jóvenes, que se han visto obligados a salir fuera. Hemos perdido a los más preparados, al talento. España necesita políticas de estímulo que devuelvan ese talento y den oportunidades a los jóvenes que estén aquí".
Díaz ha defendido el "nuevo tiempo en la Administración autonómica" abierto el pasado septiembre; un nuevo tiempo anclado en "un nuevo modelo económico y en el reconocimiento de los errores pasados" para no incurrir de nuevo en ellos. "En Andalucía -ha explicado- hemos avanzado en transparencia de forma que los ciudadanos conozcan el destino de hasta el último euro público invertido y, sobre todo, estamos trabajando para reducir la tasa de desempleo".
La presidenta andaluza ha apuntado que el Gobierno andaluz ha puesto más de 800 millones para ayudar a la creación de empleo y ha abogado además por exigir "responsabilidad social a las empresas para que se cree empleo de calidad".
Díaz ha puesto como ejemplo del nuevo modelo productivo el Plan de Construcción Sostenible, que "ha sido un éxito y que vamos a poner de nuevo en marcha en octubre. Construcción sostenible sí, no especulación". En este punto, ha insistido en que "no se puede especular con nuestra riqueza porque estamos gobernando para el presente y para el futuro", y de ahí su rechazo a casos como El Algarrobico y La Almoraima.
En materia de financiación autonómica, la presidenta ha reivindicado en Menorca la necesidad de un nuevo modelo. "Toca revisarlo y defiendo un coste-promedio de los servicios que se presten", ha subrayado. En este sentido, se ha quejado de que el Gobierno de España, que se niega a revisar el sistema, ha devuelto a la Unión Europea tres décimas del déficit, que suponen 3.000 millones de euros, a los que hay que sumar 1.300 millones de coste del rescate bancario.
Blindaje del Estado del bienestar
Díaz ha defendido en su discurso que "Andalucía ha demostrado que es posible cumplir el déficit y mantener derechos y servicios públicos". "La solución a la crisis no tiene por qué ser el desmantelamiento del Estado del Bienestar Social", ha insistido.
En Andalucía, ha reiterado, "se garantiza la igualdad con todos los servicios en sanidad y educación pública intactos", como la gratuidad de los libros, la subasta de medicamentos, becas, central de compras, etc. La comunidad andaluza mantiene la dependencia con recursos propios, asumiendo el 72% de la financiación, cuando la ley marca el 50-50.
La presidenta volvió a rechazar la "austeridad a ultranza" porque "es el camino equivocado". "Nos ha llevado a más paro, salarios más bajos y a más desigualdad social", ha declarado. Ese no es el camino ni la Europa "que los ciudadanos deseamos", ha sentenciado Díaz.
Ha insistido en que "hay otra hoja de ruta" y ha reiterado que Andalucía va a minimizar el impacto de la Ley Wert porque "agranda la desigualdad". "La educación es el ascensor y la garantía de la igualdad de oportunidades", ha defendido.
Regeneración democrática
En un contexto de desapego ciudadano hacia la política, la presidenta de la Junta ha recordado que en su primera reunión con el presidente del Gobierno le ofreció un pacto de Estado por la regeneración democrática.
"Tenemos la responsabilidad de regenerar la política y la democracia", ha defendido, al tiempo que ha opinado que "tienen que cambiar los partidos políticos, "cambiando modos que ya no comparte nadie". En sus palabras, "la corrupción se combate con transparencia y eso es lo que hemos hecho con una nueva ley en Andalucía".
Un pacto que considera más necesario que nunca porque, como ha subrayado, "todos debemos luchar contra la corrupción y no usarla como arma política". Díaz ha repasado las medidas impulsadas por el Gobierno andaluz hace ahora casi un año, todas encaminadas a fomentar "la transparencia, la ejemplaridad y la rendición de cuentas" como claves para "recuperar la confianza de la ciudadanía en la política".
En este sentido, se ha referido a la entrada en vigor en Andalucía de la Ley de Transparencia, que ha calificado de "pionera", y ha relatado cómo el Gobierno andaluz ha endurecido y extremado los controles para fiscalizar tanto a priori como a posteriori las transferencias de financiación.
Igualmente, la presidenta andaluza ha recalcado que las subvenciones se darán en régimen de concurrencia competitiva y ha puesto en valor el paso dado por la Administración andaluza con su nueva Ley de Formación Profesional, cuyo anteproyecto ha sido aprobado ya por el Consejo de Gobierno.
Por otro lado, Díaz ha querido dejar claro que "regenerar la democracia no es cambiar las reglas del juego en el descuento", como pretende hacer el PP haciendo valer su mayoría absoluta al plantear la reforma de la Ley Electoral a pocos meses vista de las próximas municipales.
Desafío nacionalista y modelo territorial
En cuanto al desafío nacionalista, la presidenta andaluza ha apostado por salir de la confrontación y optar por el camino del diálogo, de la negociación. "España -ha subrayado- necesita más entendimiento y abandonar la crispación; sobra tanta bronca porque la gente está cansada de tanto enfrentamiento político".
En este sentido, ha abogado por "anudar el modelo de convivencia" y ha sentenciado que "confía en este proyecto común que es España", por lo que insta a "reforzarlo" mediante "un proyecto atractivo para todos". Eso sí, ha vuelto a dejar claro cuáles son las líneas rojas infranqueables: la igualdad de oportunidades y de derechos para todos los españoles con independencia de donde residan y el respeto a las singularidades de cada territorio.
"Tenemos la oportunidad de iniciar una nueva etapa", ha sentenciado Díaz, que ha matizado que "la gente quiere opinar, pero no creo que la soberanía nacional sea divisible", en referencia al problema de Cataluña. (Fuente: J.A.)
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