TOROS.- El onubense David de Miranda dio una clamorosa vuelta al ruedo en la novillada que se celebró este domingo en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla

En la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla se celebró el 20ª festejo de abono de la temporada taurina. Se lidiaron reses de la ganadería de los Herederos del Conde de la Maza que estoquearon el portugués Manuel Dias Gómes --que hacía su presentación en Sevilla--; el pacense de Llerena, Tomás Angulo y el onubense de Trigueros, David de Miranda, que también debutaba en el coso maestrante. Al final del festejo solo De Miranda logró dar una vuelta al ruedo en el sexto novillo del festejo. Fue lo más grato de contemplar, porque el onubense fue el que mejor desarrolló la lidia sobre el albero del Coso del Arenal. De Miranda ya agradó cuando toreó al primer novillo de su lote y alcanzó buenos momentos durante las faenas que realizó ante el último de la jornada. Manuel Dias y Tomás Ángulo pusieron muy buenas dosis de voluntad, pero no lograron levantar muchas pasiones en los tendidos.

CRÓNICA DEL FESTEJO:
Este festejo del abono iba a ser el último que se iba a celebrar en el Coso del Arenal antes del ciclo de novilladas sin picadores para nuevas promesas y la Feria de San Miguel, pero surgió el bombazo de los dos novilleros que salieron a hombros por la Puerta del Príncipe el pasado 1 de junio. Borja Jiménez y José Garrido cortaron tres orejas y armaron el taco en la Plaza de Toros de Sevilla. Tan buen escándalo formaron, que la Empresa Pagés, comandada por Eduardo Canorea y Ramón Valencia, han programado para el próximo 3 de julio una novillada extraordinaria, a precios asequibles, en donde los dos novilleros se jugarán otra vez el tipo en un esperado mano a mano. Pero mientras llega ese 3 de julio con el mano a mano entre Jiménez y Garrido, tuvo lugar este domingo 22 la novillada anunciada. De esta terna de novilleros quien más destacó fue el onubense David de Miranda que se presentaba en Sevilla, pero solo se ganó el premio de una vuelta al ruedo, aunque hubo petición desde los tendidos cuando finalizó su faena al sexto de la jornada. Sin embargo, vamos por el orden cronológico para mandar y templar el texto.

Manuel Dias Gómes, el lusitano que debutaba en Sevilla, no tuvo fortuna con su lote aunque demostró tener oficio. Su primer novillo era escaso de fuerza y no logró el novillero conectar con el animal. Dias puso ganas y estuvo valiente y decidido, pero no pudo desarrollar una faena adecuada y vistosa. En el segundo de su lote, el portugués se lució con verónicas. Con la muleta no encontró las fórmulas adecuadas para que saltara alguna chispa. Dias, además, alargó en exceso la faena cuando el novillo no daba para más renta.

Tomás Ángulo tampoco pudo conquistar al público sevillano. El primero de su lote fue devuelto a los corrales por problemas de visión. En su lugar, salió un sobrero, de la misma ganadería, al que le hizo una faena bastante discreta. A pesar de toda la buena carga de intenciones, el de Llerena no ajustó bien la lidia para romper. Lo mejor en este primer novillo fue la estocada. En el segundo de su lote, Angulo se lució con la capa, pero todo se fue diluyendo la lidia hasta que el novillero utilizó la espada para dar fin a su actuación.

El tercer novillero de la terna fue David de Miranda. Sorprendió el onubense cuando realizó un quite por gaoneras al primero de su lote. El de Trigueros ejecutó unas templadas verónicas con mucha calidad torera. Aunque se llevó una buena voltereta, Miranda continuó firme en la plaza, dispuesto a completar una buena faena. Con la muleta, el onubense, que brindó al ganadero Cuadri, estuvo muy firme. Aunque sufrió otra voltereta, De Miranda siguió con rabia sobre el albero para cerrar con intensidad la lidia del novillo del Conde de la Maza. Destacó su toreo de valor y de temple, ofreciendo unos naturales largos de mucha calidad. El de Trigueros no tuvo fortuna con la espada, pero se ganó una fuerte ovación. En el segundo de su lote –el que cerraba la jornada--, De Miranda se lució por tafalleras y por gaoneras. Con la muleta, el de Trigueros siguió en su buena línea de impacto. Sonó la música el honor del novillero, pero el onubense se encontró con un novillo que se rajó al final de la pelea. Aunque pinchó al matar, el público premió al novillero con una fuerte ovación y De Miranda dio una vuelta al ruedo por su entrega, su clase y la buena impresión que había dejado en este festejo.

FICHA DEL FESTEJO
Se celebró en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla el 20ª festejo del abono de la temporada. Los novillos lidiados fueron del Conde de la Maza. Salió un segundo sobrero de la misma ganadería. Las reses, bien presentadas, fueron desiguales en el juego. Fue aplaudido en el arrastre el segundo bis. El cartel: Manuel Días Gomes; Tomás Angulo y David de Miranda.

* Manuel Dias Gómes, ovación con saludos y silencio.
* Tomás Angulo, ovación con saludos y silencio tras aviso.
* David de Miranda, ovación con saludos tras aviso y vuelta al ruedo tras petición.

Presidió la corrida Anabel Moreno. Hubo casi media entrada. Resultó cogido el banderillero Rafael Guerrero en el tercer toro de la tarde, que fue conducido a la enfermería de la plaza. El parte médico oficial fue el siguiente: 'Herida por asta de toro en cara anterior de muslo izquierdo que produce herida en colgajo de unos 15 centímetros interesando planos superficiales. Pronóstico menos grave”.

DAVID DE MIRANDA, INGRESADO en la CLÍNICA QUIRÓN
Tras sufrir un desmayo en el hotel, tras finalizar la novillada en la Maestranza, David de Miranda fue trasladado a la Clínica Quirón de Sevilla, donde quedó hospitalizado para la realización de unas pruebas médicas. El onubense quedó lastimado en dos fuertes y recibió un puntazo en la espalda. En el mismo centro se encuentra también al banderillero Rafael Guerrero, de la cuadrilla de De Miranda, que sufrió una cornada en el muslo.  (Fotos: E.P.)

* PULSAR PARA VER EL VÍDEO DE LA NOVILLADA DEL DOMINGO 22 DE JUNIO EN LA MAESTRANZA DE SEVILLA:

Resumen 20ª de Abono 2014. Manuel Dias Gomes, Tomás Angulo y David de Miranda