En estos últimos días se comentaba en los círculos verdiblancos el deseo de Miguel Guillén de abandonar la sociedad bética. Después de casi tres años en el cargo y aunque parecía que seguiría, al menos, hasta el final de la temporada, Guillén ha tomado la decisión de abandonar la presidencia del club de Heliópolis. No se sabe aún quien podrá ocupar este cargo. Es posible que mañana sábado, tras una reunión del Consejo de Administración, se informe sobre quien asumirá de nuevo la presidencia del club. Algunos de los actuales consejeros, salvo el vicepresidente Pablo Gómez Falcón que se marcha junto a Miguel Guillén, continuarán en sus respectivos cargos hasta el nombramiento del nuevo presidente del Real Betis. Por otra parte, se incorporan de nuevo como consejeros Diego García León, sobrino del que fuera presidente de la entidad José León Gómez y Tomás Solano.
En su despedida en la Junta de Accionistas, Miguel Guillén dijo que nadie diera al Betis "por muerto", porque el club hará todo lo posible para asumir sus responsabilidades para que el equipo salga adelante. El ya ex presidente hizo referencia a la situación en la que estaba entidad bética cuando él llegó al club porque no había ni para pagar las nóminas y la deuda estaba en más de 90 millones de euros. Guillén se refirió a la gestión que se realizó en el orden económico para poder reducir la deuda que está ya en menos de 30 millones. Gestión económica, según afirmó, que ha sido destacada por la LFP y la AFE. El dimitido presidente no ocultó en el balance de despedida el error en la planificación deportiva en esta temporada 2013-2014, pero aseguró que el equipo está con moral para poder luchar por la salvación.
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