LIGA BBVA.- Avance Informativo.
Se celebró en el estadio de Balaídos el encuentro de la 21ª jornada de Liga BBVA, adelantada a este viernes de la cuesta de enero de 2014, que jugaron el Real Club Celta de Vigo y el Real Betis Balompié. El resultado de este choque fue favorable a los locales, con un contundente 4-2. Sin embargo, hay que decir que el marcador final no refleja realmente los méritos que hizo el cuadro verdiblanco en el terreno gallego. No mereció este resultado tan adverso el once de Heliópolis. El equipo que ahora entrena Gabriel Humberto Calderón, que debutaba como nuevo entrenador, realizó un buen fútbol durante los primeros 20 minutos de partido –en ese periodo Rubén Castro puso un inquietante 0-1 para los gallegos--, y aunque después, con el empate del Celta, el cuadro bético se tambaleó hasta recibir el 3-1, bien es verdad que en la segunda parte fue a por todas para poder reducir al máximo las distancias en el marcador y soñar con una merecida remontada. En la segunda parte, el equipo de Luis Enrique sorprendió con el cuarto gol, pero hasta el final del partido, fue el Betis quien revolucionó el juego, con mando, equilibrio, jugadas coordinadas y creando muchas acciones peligrosas ante el marco de Joel. Acortó distancias Rubén Castro, para poner el 4-2, pero tanto Verdú, como Salva Sevilla y el propio Rubén Castro, pudieron, al menos igualar el tanteo. Se lo mereció el Betis, porque fue el equipo, salvo los desajustes en la defensa que hay que arreglar de forma inminente, tuvo muchas posibilidades para dar la campanada. Al final, el Celta ganó con ese 4-2. Pero se ha podido ver a un Betis muy comprometido, responsable, con ansias y enorme espíritu de lucha. No cabe la menor duda de que es otra dura derrota, amarga, porque el equipo sigue colista, con el farolillo rojo. Pero parece que hay mejores mimbres.
Danzad, malditos, danzad, malditos… El nuevo míster verdiblanco –Gabriel Huberto Calderón--, dijo antes de este partido trascendental para el futuro del equipo que necesitaba héroes. Hasta el recordado Joaquín enviaba unas palabras de aliento desde la bella Florencia, diciendo que el Betis no se rinde nunca. Ganar o ganar. Esta era toda la gran consigna para superar a los gallegos de Luis Enrique en Balaídos. La cosa está tan achuchá que únicamente un milagro puede salvar a este Betis del descenso. Calderón confía en la remontada. El ex jugador verdiblanco que ahora llega con su “látigo” para enmendar la plana de sus antecesores –sobre todo la de Garrido, que fracasó totalmente para sacar al equipo del gran atolladero--, tiene casi una misión imposible. Pero ya se sabe que la fe mueve montañas.
El Betis ha de jugar hasta que acabe la Liga BBVA 2013-2014 una final cada jornada futbolera. La entrega de los jugadores del equipo ha de ser total. Gabriel Humberto Calderón es hombre de fútbol, que como Pepe Mel, tiene metido en su corazón las trece barras del escudo del club de Heliópolis. Y esta, de Balaídos, era la primera final que jugaba el equipo verdiblanco a las órdenes de Calderón, quien entiende de situaciones complicadas cuando se juega un equipo la piel y el futuro en el terreno de juego.
Difícil era la papeleta que tenía el Betis ante el Celta de Luis Enrique, que también está con deseos de mejorar su andadura en el torneo de la regularidad para huir de los puestos peligrosos. Pero el equipo que ahora dirige Gabriel Humberto Calderón es quien está más necesitado de puntos para salvar los muebles. El farolillo rojo está pesando como una dura losa sobre las espaldas de los jugadores y lo más grave de todo es que hay que arrimar tanto el hombro que la revolución ha de ser espectacular y sorprendente para poder dejar de ser el colista de la competición y respirar.
Fuerte compromiso era el de este Betis de Calderón ante el Celta en Balaídos. A por todas. ¡A mí la Legión! El equipo verdiblanco, con el debutante Calderón como director de orquesta, estaban dispuestos a conquistar Balaídos. Pero el Celta tuvo más fortuna en el área verdiblanca y el Betis, con excesivos desajustes defensivos, permitió que los gallegos llegaran siempre con el gol en sus botas. Marcó Castro ese esperanzador tanto en una primera mitad en la que el Betis dejó clara constancia de todos sus buenos e intencionados propósitos, pero el equipo gallego cada vez que llegaba hacía diana en la meta de Sara. Sin embargo, el Betis mejoró su imagen a pesar de ese duro 4-2 final. Castro, Salva Sevilla y Verdú pudieron dar el vuelco. En sus botas llegaron las jugadas más peligrosas, pero sin la suerte de que el balón llegara al fondo de la portería de Joel.
REAL CLUB CELTA DE VIGO, 4; REAL BETIS BALOMPIÉ, 2.-
El Betis dio el primer zapatazo en Balaídos en el primer tiempo. Desde que comenzó estos cuarenta y cinco minutos fue el equipo verdiblanco quien impuso su ley. Un buen arranque, con mucha concentración en el compromiso, porque la necesidad de una victoria era máxima prioridad. El once que ahora prepara Calderón desarrolló un fútbol muy práctico y peligroso para los locales. Y tuvo el Betis muchas ocasiones de gol para batir al portero del Celta. La fortuna llegó a los 17 minutos, cuando un centro de Juanfrán fue rematado por Rubén Castro. Era el 0-1 muy merecido para el Betis, que superó a los gallegos en todos los frentes. Antes de este tanto válido, Castro tuvo otra ocasión que el juez de la contienda anuló porque erró al señalar un inexistente fuera de juego. Pero con el 0-1 válido de Castro todo parecía que iba a ir como la seda.
Pero poco duró la alegría en la casa del pobre Betis. Cuando menos se esperaba, cuando todo parecía bien controlado y dominado, resurgió el Celta, que a la primera llegada a puerta empató a uno, con golazo de Orellana a los 22 minutos. Al Betis se la cayeron los palos del sombrajo y el equipo de Luis Enrique se creció de tal manera que hizo desaparecer a los verdiblancos del mapa de Balaídos. Después del 1-1 llegó la remontada, con la carga de la brigada liguera de los gallegos. En el minuto 29 intentó sorprender Baptistao a Joel, pero el Celta, ya imparable, marcó el 2-1 a los 30 minutos, por mediación de Charles, y poco después el 3-1, en el minuto 39, con nuevo remate del chileno Orellana.
Todo el panorama bético cambió desde que encajó el gol del empate. A partir de ese tanto local, el Celta se rehízo, dominó, controló y superó siempre a un Betis que volvió a mostrar todas sus grandes carencias defensivas. A pesar de que nunca tiró la toalla tras encajar ese 3-1, el equipo del debutante Calderón no fue capaz de superar la tragedia. Hubo algunos intentos de recuperación en la recta final de este primer tiempo, pero sin ninguna confianza para mandar y templar las faenas.
La segunda parte, en el segundo periodo, el Betis volvió a la carga para acercarse en el marcador de Balaídos. Y se volcó con todas sus ganas y sus fuerzas con mucho control y dominio del Betis. Puso mucho orgullo en el juego el cuadro de Calderón y llegó a embotellar a los gallegos en busca de la remontada. Sin embargo, a pesar del buen fútbol que desarrollaba el cuadro bético fue el Celta quien puso su guinda al resultado, con un gol de Nolito, en el minuto 72. Un nuevo desajuste en la retaguardia y el delantero gallego mandó el balón fuera del alcance de Sara. Era el 4-1. Una hecatombe. Pero el Betis siguió luchando. Y su fiel batalla encontró fruto con un nuevo gol de Rubén Castro, a los 78 minutos de juego.
Era el 4-2. El Betis, que no había merecido ese castigo goleador del Celta, buscó el milagro hasta la pitada final. Pero no tuvo el equipo de Calderón acierto en la suerte suprema. El propio Castro estuvo a punto de meter otro gol. Asimismo, Verdú y Salva Sevilla, en dos lanzamientos de faltas, mandaron dos peligrosos balones al área que rozaron la madera. No era la noche del Betis, que estuvo muy por encima del resultado final de este apasionante choque liguero. Hasta fue expulsado Cedrick, que salió al final de esta segunda parte, con roja directa. Pero Calderón ha demostrado que tiene otras formas y otro estilo. Si el Betis sigue con esta recuperación puede surgir la magia. Ha sido un duro 4-2, pero el marcador no refleja la realidad de la contienda.
Se celebró en el estadio de Balaídos el encuentro de la 21ª jornada de Liga BBVA, adelantada a este viernes de la cuesta de enero de 2014, que jugaron el Real Club Celta de Vigo y el Real Betis Balompié. El resultado de este choque fue favorable a los locales, con un contundente 4-2. Sin embargo, hay que decir que el marcador final no refleja realmente los méritos que hizo el cuadro verdiblanco en el terreno gallego. No mereció este resultado tan adverso el once de Heliópolis. El equipo que ahora entrena Gabriel Humberto Calderón, que debutaba como nuevo entrenador, realizó un buen fútbol durante los primeros 20 minutos de partido –en ese periodo Rubén Castro puso un inquietante 0-1 para los gallegos--, y aunque después, con el empate del Celta, el cuadro bético se tambaleó hasta recibir el 3-1, bien es verdad que en la segunda parte fue a por todas para poder reducir al máximo las distancias en el marcador y soñar con una merecida remontada. En la segunda parte, el equipo de Luis Enrique sorprendió con el cuarto gol, pero hasta el final del partido, fue el Betis quien revolucionó el juego, con mando, equilibrio, jugadas coordinadas y creando muchas acciones peligrosas ante el marco de Joel. Acortó distancias Rubén Castro, para poner el 4-2, pero tanto Verdú, como Salva Sevilla y el propio Rubén Castro, pudieron, al menos igualar el tanteo. Se lo mereció el Betis, porque fue el equipo, salvo los desajustes en la defensa que hay que arreglar de forma inminente, tuvo muchas posibilidades para dar la campanada. Al final, el Celta ganó con ese 4-2. Pero se ha podido ver a un Betis muy comprometido, responsable, con ansias y enorme espíritu de lucha. No cabe la menor duda de que es otra dura derrota, amarga, porque el equipo sigue colista, con el farolillo rojo. Pero parece que hay mejores mimbres.
Danzad, malditos, danzad, malditos… El nuevo míster verdiblanco –Gabriel Huberto Calderón--, dijo antes de este partido trascendental para el futuro del equipo que necesitaba héroes. Hasta el recordado Joaquín enviaba unas palabras de aliento desde la bella Florencia, diciendo que el Betis no se rinde nunca. Ganar o ganar. Esta era toda la gran consigna para superar a los gallegos de Luis Enrique en Balaídos. La cosa está tan achuchá que únicamente un milagro puede salvar a este Betis del descenso. Calderón confía en la remontada. El ex jugador verdiblanco que ahora llega con su “látigo” para enmendar la plana de sus antecesores –sobre todo la de Garrido, que fracasó totalmente para sacar al equipo del gran atolladero--, tiene casi una misión imposible. Pero ya se sabe que la fe mueve montañas.
El Betis ha de jugar hasta que acabe la Liga BBVA 2013-2014 una final cada jornada futbolera. La entrega de los jugadores del equipo ha de ser total. Gabriel Humberto Calderón es hombre de fútbol, que como Pepe Mel, tiene metido en su corazón las trece barras del escudo del club de Heliópolis. Y esta, de Balaídos, era la primera final que jugaba el equipo verdiblanco a las órdenes de Calderón, quien entiende de situaciones complicadas cuando se juega un equipo la piel y el futuro en el terreno de juego.
Difícil era la papeleta que tenía el Betis ante el Celta de Luis Enrique, que también está con deseos de mejorar su andadura en el torneo de la regularidad para huir de los puestos peligrosos. Pero el equipo que ahora dirige Gabriel Humberto Calderón es quien está más necesitado de puntos para salvar los muebles. El farolillo rojo está pesando como una dura losa sobre las espaldas de los jugadores y lo más grave de todo es que hay que arrimar tanto el hombro que la revolución ha de ser espectacular y sorprendente para poder dejar de ser el colista de la competición y respirar.
Fuerte compromiso era el de este Betis de Calderón ante el Celta en Balaídos. A por todas. ¡A mí la Legión! El equipo verdiblanco, con el debutante Calderón como director de orquesta, estaban dispuestos a conquistar Balaídos. Pero el Celta tuvo más fortuna en el área verdiblanca y el Betis, con excesivos desajustes defensivos, permitió que los gallegos llegaran siempre con el gol en sus botas. Marcó Castro ese esperanzador tanto en una primera mitad en la que el Betis dejó clara constancia de todos sus buenos e intencionados propósitos, pero el equipo gallego cada vez que llegaba hacía diana en la meta de Sara. Sin embargo, el Betis mejoró su imagen a pesar de ese duro 4-2 final. Castro, Salva Sevilla y Verdú pudieron dar el vuelco. En sus botas llegaron las jugadas más peligrosas, pero sin la suerte de que el balón llegara al fondo de la portería de Joel.
REAL CLUB CELTA DE VIGO, 4; REAL BETIS BALOMPIÉ, 2.-
El Betis dio el primer zapatazo en Balaídos en el primer tiempo. Desde que comenzó estos cuarenta y cinco minutos fue el equipo verdiblanco quien impuso su ley. Un buen arranque, con mucha concentración en el compromiso, porque la necesidad de una victoria era máxima prioridad. El once que ahora prepara Calderón desarrolló un fútbol muy práctico y peligroso para los locales. Y tuvo el Betis muchas ocasiones de gol para batir al portero del Celta. La fortuna llegó a los 17 minutos, cuando un centro de Juanfrán fue rematado por Rubén Castro. Era el 0-1 muy merecido para el Betis, que superó a los gallegos en todos los frentes. Antes de este tanto válido, Castro tuvo otra ocasión que el juez de la contienda anuló porque erró al señalar un inexistente fuera de juego. Pero con el 0-1 válido de Castro todo parecía que iba a ir como la seda.
Pero poco duró la alegría en la casa del pobre Betis. Cuando menos se esperaba, cuando todo parecía bien controlado y dominado, resurgió el Celta, que a la primera llegada a puerta empató a uno, con golazo de Orellana a los 22 minutos. Al Betis se la cayeron los palos del sombrajo y el equipo de Luis Enrique se creció de tal manera que hizo desaparecer a los verdiblancos del mapa de Balaídos. Después del 1-1 llegó la remontada, con la carga de la brigada liguera de los gallegos. En el minuto 29 intentó sorprender Baptistao a Joel, pero el Celta, ya imparable, marcó el 2-1 a los 30 minutos, por mediación de Charles, y poco después el 3-1, en el minuto 39, con nuevo remate del chileno Orellana.
Todo el panorama bético cambió desde que encajó el gol del empate. A partir de ese tanto local, el Celta se rehízo, dominó, controló y superó siempre a un Betis que volvió a mostrar todas sus grandes carencias defensivas. A pesar de que nunca tiró la toalla tras encajar ese 3-1, el equipo del debutante Calderón no fue capaz de superar la tragedia. Hubo algunos intentos de recuperación en la recta final de este primer tiempo, pero sin ninguna confianza para mandar y templar las faenas.
La segunda parte, en el segundo periodo, el Betis volvió a la carga para acercarse en el marcador de Balaídos. Y se volcó con todas sus ganas y sus fuerzas con mucho control y dominio del Betis. Puso mucho orgullo en el juego el cuadro de Calderón y llegó a embotellar a los gallegos en busca de la remontada. Sin embargo, a pesar del buen fútbol que desarrollaba el cuadro bético fue el Celta quien puso su guinda al resultado, con un gol de Nolito, en el minuto 72. Un nuevo desajuste en la retaguardia y el delantero gallego mandó el balón fuera del alcance de Sara. Era el 4-1. Una hecatombe. Pero el Betis siguió luchando. Y su fiel batalla encontró fruto con un nuevo gol de Rubén Castro, a los 78 minutos de juego.
Era el 4-2. El Betis, que no había merecido ese castigo goleador del Celta, buscó el milagro hasta la pitada final. Pero no tuvo el equipo de Calderón acierto en la suerte suprema. El propio Castro estuvo a punto de meter otro gol. Asimismo, Verdú y Salva Sevilla, en dos lanzamientos de faltas, mandaron dos peligrosos balones al área que rozaron la madera. No era la noche del Betis, que estuvo muy por encima del resultado final de este apasionante choque liguero. Hasta fue expulsado Cedrick, que salió al final de esta segunda parte, con roja directa. Pero Calderón ha demostrado que tiene otras formas y otro estilo. Si el Betis sigue con esta recuperación puede surgir la magia. Ha sido un duro 4-2, pero el marcador no refleja la realidad de la contienda.
FICHA TÉCNICA:
R.C. Celta de Vigo: Joel Rodríguez; Hugo Mallo, David Costas, Fontás, Jonny; Borja Oubiña, Alex López (Nolito, minuto 67), Krohn-Dehli (Madinda, minuto75); Rafinha, Orellana y Charles (Bermejo, minuto 90).
Real Betis Balompié: Sara, Juanfran, Paulao (Jordi Figueras, minuto 46), Amaya, Lolo Reyes; Nacho, Nono (Cedrick, minuto 68); Leo Baptistao (Jorge Molina, minuto 63), Verdú, Salva Sevilla; Rubén Castro.
Goles:
0-1, Rubén Castro, minuto 17; 1-1, Orellana, minuto 22; 2-1 Charles, minuto 30; 3-1 Orellana, minuto 39; 4-1 Nolito, minuto 72 y 4-2 Rubén Castro, minuto 78
Árbitro:
Hernández Hernández (Colegio Canario). Expulsó con tarjeta roja directa al visitante Cedrick (minuto 90). Además, mostró tarjeta amarilla a Krohn-Dehli (minuto 59) y Orellana (minuto 86) por parte del Celta de Vigo, y Salva Sevilla (minuto 32) y Nono (minuto 64) por parte del Betis.
Incidencias:
Partido de la vigesimoprimera jornada de la liga BBVA disputado en el Estadio Municipal de Balaídos ante cerca de 19.000 espectadores. Llovió ligeramente durante todo el partido. (Foto: Liga BBVA).-
Seguiremos Informando.-
R.C. Celta de Vigo: Joel Rodríguez; Hugo Mallo, David Costas, Fontás, Jonny; Borja Oubiña, Alex López (Nolito, minuto 67), Krohn-Dehli (Madinda, minuto75); Rafinha, Orellana y Charles (Bermejo, minuto 90).
Real Betis Balompié: Sara, Juanfran, Paulao (Jordi Figueras, minuto 46), Amaya, Lolo Reyes; Nacho, Nono (Cedrick, minuto 68); Leo Baptistao (Jorge Molina, minuto 63), Verdú, Salva Sevilla; Rubén Castro.
Goles:
0-1, Rubén Castro, minuto 17; 1-1, Orellana, minuto 22; 2-1 Charles, minuto 30; 3-1 Orellana, minuto 39; 4-1 Nolito, minuto 72 y 4-2 Rubén Castro, minuto 78
Árbitro:
Hernández Hernández (Colegio Canario). Expulsó con tarjeta roja directa al visitante Cedrick (minuto 90). Además, mostró tarjeta amarilla a Krohn-Dehli (minuto 59) y Orellana (minuto 86) por parte del Celta de Vigo, y Salva Sevilla (minuto 32) y Nono (minuto 64) por parte del Betis.
Incidencias:
Partido de la vigesimoprimera jornada de la liga BBVA disputado en el Estadio Municipal de Balaídos ante cerca de 19.000 espectadores. Llovió ligeramente durante todo el partido. (Foto: Liga BBVA).-
Seguiremos Informando.-
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