Si en algo recordaremos el año 2013 será como aquel año en el que se rindió homenaje a José Bermejo y Carballo. Cofrade insaciable, miembro de esa generación de primeros “capillitas”, y miembro de la Hermandad de las Siete Palabras desde 1850, entrando en la junta de gobierno de la misma con el cargo de secretario, convirtiéndose en hermano mayor a partir de 1858 y hasta el día de su muerte. Tal vez fue uno de los hermanos más importantes en la historia de la Cofradía de San Vicente, y el CXXV aniversario de su fallecimiento ha sido una ocasión magnífica para que esta Hermandad y la Sevilla cofrade le rindiera un homenaje que, aunque tardío, ha servido para dar a conocer en la ciudad a tan insigne personaje y poner en valor de nuevo su vida y obra.
Una serie de acontecimientos que, impulsados desde la Hermandad de las Siete Palabras, pero con la inestimable colaboración de las siguientes hermandades: la Cena, los Negritos, el Valle, Pasión, la Carretería y la Soledad de San Lorenzo; y del Ayuntamiento de Sevilla, comenzaron en el pasado mes de septiembre, con una presentación en primer lugar en el Salón Santo Tomás de la Casa Consistorial donde se dieron a conocer los diferentes actos, conferencias y actividades a realizar durante los siguientes meses en honor del homenajeado. Un breve acto que sirvió como pistoletazo de salida para lo que iba a ser los siguientes meses y donde también pudimos conocer el cartel anunciador de los actos.
Al día siguiente de la presentación, jueves 5 de septiembre, se desarrollaron ya los primeros actos de conmemoración. El primer acto a celebrar era la ofrenda floral en el Cementerio de San Fernando, en el lugar donde reposan los restos de José Bermejo, precisamente el mismo día en que se cumplían 125 años de su fallecimiento. En el panteón familiar de Bermejo se encuentran varios miembros de su familia, así como Francisco de Paula Morales y Bermejo, sobrino del homenajeado y que fuera mayordomo y hermano mayor durante muchos años. Un acto íntimo al que asistimos numerosos hermanos de las Siete Palabras, así como miembros de las otras corporaciones a las que perteneció Bermejo.
El mismo día, pero por la noche, se presentó el número del mes de septiembre del Boletín de las Cofradías de Sevilla en la Casa Hermandad de los Negritos, un número dedicado al aniversario que nos ocupa y donde podíamos encontrar interesantes artículos dedicados a Bermejo y que recomendamos para conocerlo mejor. Destaca un artículo en el que se narra la importancia de Bermejo en las Siete Palabras, así como su incorporación a la Hermandad Sacramental de San Vicente y a la Hermandad del Rosario, hermandades que se terminarían fusionando con la de las Siete Palabras y en las que (al menos en la sacramental) ocuparía cargos de importancia, llegando a ser hermano mayor de la primera. Un artículo que permite a todos los cofrades conocer la relevancia de Bermejo para esta Corporación.
El 27 de septiembre tenía lugar uno de los actos de mayor relumbre de entre los realizados, como fue la inauguración de la exposición sobre José Bermejo que se realizó en la sede del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, cuya institución facilitó uno de sus salones para que se pudiera exponer entre todas las hermandades participantes diferentes enseres de las mismas que fueron realizados en época de Bermejo, además de documentos y manuscritos del mismo donde podíamos ver su intervención en diversas cofradías, así como las siete ediciones que se habían editado hasta la fecha de su gran obra literaria Glorias Religiosas de Sevilla.
Cabe destacar la participación de la Hermandad de las Siete Palabras en la muestra, con la presencia de las imágenes de las tres marías que ocupan nuestro paso de misterio cada Miércoles Santo, ataviadas con las túnicas que bordaran las hermanas Antúnez en 1872, la cruz de guía que abre la cofradía de las Siete Palabras todos los años, el manto de Nuestra Señora del Rosario, de Manuel María Ariza (1855) y el de María Santísima de los Remedios, de Celestino Rodés y las hermanas Antúnez (1868-1877), la saya de salida de la Virgen del Rosario de Manuel María Ariza (1863) y la de la Virgen de los Remedios, obra atribuida a las Antúnez (h.1874), así como un juego de varas procesionales de la época y un par de candelabros del paso del Santísimo Cristo de las Siete Palabras.
Una muestra que permitió sobre todo dar a conocer el patrimonio que consiguieron numerosas hermandades en la época en que Bermejo vivía y que en muchos casos tuvo gran importancia en la adquisición de los mismos, llegando a ser en algunos casos el donante de las obras. Con causa de la misma, se editó un catálogo que contenía todos los enseres así como una biografía de Bermejo con la que podíamos ampliar el conocimiento sobre su persona.
Una gran exposición en la que debemos agradecer las facilidades que nos proporcionó nuestro hermano Práxedes Sánchez Vicente como presidente de la institución; a los comisarios de la muestra: José Roda Peña, Rafael Jiménez Sampedro y Ramón Cañizares Japón. Y a todas las personas que colaboraron para que se pudiera llevar a cabo, principalmente los grupos de priostía de cada hermandad.
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