Radio Sevilla informa en su página digital que miles de trozos de papel se han extendido por la entrada del ayuntamiento y la Plaza Nueva. Papeles que salieron de contenedores de basura de la calle Méndez Núñez y que han servido como alfombra de la concentración llevada a cabo por varios centenares de trabajadores de Lipasam en huelga y que pedían la dimisión del alcalde. En el tercer día de una huelga ya acumulan 1.500 toneladas de basura en contenedores a rebosar en buena parte de la ciudad. Además, según el Ayuntamiento se están produciendo actos vandálicos con vuelcos de contendores. El presidente del comité, Antonio Bazo, afirma que "no pueden controlar" a toda la plantilla: 1.500 operarios. Y es que comienza a notarse el efecto de la huelga de basura en la imagen de la ciudad.
NEGOCIACIÒN: Desde el pasado sábado ni Ayuntamiento ni comité de empresa se han sentado para intentar para la huelga que cumple ya su segundo día. La relación entre ambas partes está muy deteriorada, tras 2 meses de cruce de acusaciones incluyendo desvelar lo que cobra la plantilla y también los altos cargos del Gobierno municipal. Algo que dinamitó cualquier avance. Los trabajadores interpretan que la máxima responsabilidad es del ayuntamiento y del alcalde. Critican el que ni siquiera esté en la ciudad ante un problema de esta magnitud, donde se ven afectados todos los ciudadanos y la imagen de la ciudad.
Desde el Ayuntamiento, llamamiento personal del alcalde llamamiento a la "responsabilidad" . Sin embargo ninguna de las dos partes ha movido ficha de cara a buscar un encuentro.
Hay dos ejes que centran el argumento de la huelga de Lipasam : aceptan la jornada de 37 horas y media pero no la forma en la que quiere distribuirlas el ayuntamiento. Consideran que con la distribución que se pretende hacer lo único que se busca es ahorrarse personal, perjudicando a los más de 200 eventuales actuales. También denuncian que se pretende recortar un 5 por ciento en gastos de personal. Un recorte total que se eleva a los 3,3 millones de euros.
Los 1500 operarios que tiene Lipasam cubren la recogida de basuras de Sevilla capital, con unos 700 mil habitantes.
Las posiciones entre Lipasam y la plantilla se "dinamitaron" después de que el concejal Maximiliano Vílches asegurara que los trabajadores cobraban 30.000 euros anuales. Algo que negó la plantilla.
A esto se añade la acusación de huelga "política" realizada por el propio alcalde Juan Ignacio Zoido. Todo ello enrarecieron las relaciones entre ambas partes.
Por su parte, Canal Sur también informa sobre la huelga de LIPASAM. En este tercer día se ha acumulado en las calles de la ciudad unas 1.500 toneladas de basura. Las mismas fuentes indican que Bazo, el presidente del comité, ha explicado que durante esta noche se han recogido unos 15.000 kilos de basura de los 320.000 que se recogen normalmente en la noche del martes al miércoles, por lo que "ya se va notando la basura acumulada en las calles".
Por su parte, Canal Sur también informa sobre la huelga de LIPASAM. En este tercer día se ha acumulado en las calles de la ciudad unas 1.500 toneladas de basura. Las mismas fuentes indican que Bazo, el presidente del comité, ha explicado que durante esta noche se han recogido unos 15.000 kilos de basura de los 320.000 que se recogen normalmente en la noche del martes al miércoles, por lo que "ya se va notando la basura acumulada en las calles".
Según el sindicalista, no se
han producido incidentes y se han cumplido los servicios mínimos, si bien han
presentado una denuncia ante la Delegación del Gobierno por haber recogido
miembros de Protección Civil la basura que estaba depositada fuera de los
contenedores en algunos puntos de la ciudad.
Bazo ha confiado en que el
Ayuntamiento "mueva ficha" en las próximas horas para mantener un
contacto con los representantes de los trabajadores, ya que hasta ahora
"no ha dado señales de vida".
Los trabajadores se han
concentrado hoy ante las oficinas centrales de Lipasam en Sevilla.
El motivo de la convocatoria de
huelga indefinida es el rechazo de los trabajadores a la modificación de la
distribución de las 37,5 horas semanales y a la reducción salarial del cinco
por ciento.
Los sindicatos denuncian que
con la congelación de los salarios desde 2008, la supresión de la paga
extraordinaria en 2012, la reducción de las contrataciones y la amortización de
plazas se cubre de sobra la rebaja del cinco por ciento que pretende la empresa
con su plan de ahorro estimado en 3,3 millones.
Los servicios mínimos están
fijados en un 30 %, frente al 40 % que proponía el Gobierno municipal y el 15 %
que planteaba el comité de empresa de Lipasam.
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